INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- El Espiritismo no hace milagros
2.- Expansiones del Principio Inteligente
3.- Historia planetaria del hombre en la Tierra
4.- Alcoholismo, ¿ Obsesión o enfermedad ?
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EL ESPIRITISMO NO HACE MILAGROS
. El Espiritismo vino a revelar nuevas leyes y explicar, en consecuencia, los fenómenos que
se ajustan a esas leyes.
Esos fenómenos se relacionan con la existencia de los espíritus y con su intervención en el
mundo material, y eso -se podrá decir-, es entrar en terreno de lo sobrenatural. En tal caso debería probarse que los espíritus y sus manifestaciones son contrarios al orden natural y que ellos no respetan ninguna de tales leyes.
El espíritu es el alma que sobrevive al cuerpo; el ser principal, porque no muere, mientras
que el cuerpo es sólo un accesorio que fenece. Su existencia es natural durante y después de la encarnación; está sujeta a las leyes que rigen al principio espiritual como el cuerpo está sometido a las que gobiernan al principio material. Pero como ambos principios tienen una afinidad necesaria, como los dos actúan sin interrupción uno sobre el otro, como de su acción simultánea resulta la armonía y el movimiento del conjunto, resulta que lo espiritual y lo material son las dos caras de un mismo todo, igualmente naturales ambas, y que lo espiritual no es una excepción, una anomalía en el orden del Universo.
5. Durante su encarnación, el espíritu actúa sobre la materia por intermedio de su cuerpo fluidico o
periespíritu; y lo mismo ocurre cuando el espíritu ha desencarnado. Hace, como espíritu y en la medida de su capacidad, lo que hacía como hombre, sólo que como ya no puede servirse de su cuerpo carnal como instrumento, utiliza, cuando lo cree necesario, los órganos materiales de un encarnado que es llamado médium. Hace como alguien que, no pudiendo escribir por sí mismo, se sirve de un secretario, o como quien no conociendo un idioma que necesita para darse a entender, se vale de un intérprete. El secretario y el intérprete son los médiums del encarnado, así como el médium es el secretario y el intérprete del espíritu.*
6. El ambiente en el que actúan los espíritus y los medios que utilizan son diferentes de los
que se valen los encarnados, por lo tanto, los efectos también difieren. Estos efectos parecen sobrenaturales porque los producen agentes que no son los que nosotros utilizamos; pero ya que esos agentes son parte de la Naturaleza y que las manifestaciones se cumplen en virtud de ciertas leyes, no hay en ellos nada de sobrenatural ni maravilloso. Antes de conocer las propiedades de la electricidad, los fenómenos eléctricos pasaban por prodigios a los ojos de ciertas personas; desde el momento en que se conoció la causa, lo maravilloso desapareció. Lo mismo podemos decir con respecto a los fenómenos espíritas, ellos tampoco se apartan de las leyes naturales.
EL GÉNESIS
ALLAN KARDEC.
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En los impulsos que la vida planetaria nos va mostrando, notamos un orden bien elaborado que corresponde a una finalidad que, en la actualidad, a pesar de las técnicas existentes, se nos escapa una adecuada explicación.
Lo que vemos en los reinos de la naturaleza, desde los minerales hasta el reino hominal, los ordenados aspectos morfológicos son de tal complejidad, que no podemos dejar de atribuir, tales manifestaciones, como una consecuencia de las leyes responsables por esos eventos.
En el reino mineral son expresivas las fuerzas de atracción y cohesión de las moléculas, la organización de los diversos y bien ordenados sistemas cristalográficos, traduciendo orientación y equilibrio en la formación de ese reino.
En el reino vegetal las manifestaciones se muestran más avanzadas, donde la fotosíntesis representa expresiva adquisición. En este reino, la molécula orgánica se afirma propiciando elementos constructivos en la escala evolutiva de los seres.
El reino mineral es el reino que define las unidades inorgánicas, aún dentro de sus combinaciones, divergiendo del vegetal, donde la materia orgánica crece, expandiéndose y combinándose en muchos y nuevos elementos. Es como si un principio organizador, limitado en el reino mineral, alcanzase nuevas posibilidades y atributos en la organización vegetal, propiciando múltiples combinaciones que se van expresando en la conocida irritabilidad celular. Al mismo tiempo, se observan reacciones de acuerdo a las condiciones del medio, como el heliotropismo, las variaciones de acidez y alcalinidad y muchas otras elaboraciones bioquímicas. En este medio, los procesos selectivos de la quimio-síntesis presentan nuevos avances a expensas de las bacterias, pues muchas de ellas hacen parte del reino animal.
En el reino animal las elaboraciones son bastante complejas; además de los impulsos que le son propios, cargan consigo la herencia de los reinos menores por los que ya pasó. En esta fase, además de las condiciones para su sustento, que están relacionadas con el medio en que se encuentran, existen las nuevas condiciones ecuacionadas en los equilibradores orgánicos.
En el reino animal podemos registrar que los campos organizadores (principio inteligente), pertenecen a una "masa-directora" (alma-grupo) propia de cada especie; en los animales de constitución más compleja habría una dispersión de la "masa-energética", con el fin de que las "simientes" de su contenido (individualidades espirituales en formación) fuesen ocupando las organizaciones físicas, esto es, cada ser con su propio principio inteligente. Esta condición podrá ser observada a partir de los reptiles, por tener una organización física más avanzada y poseer, en la masa cerebral, una glándula específica (glándula pineal), aunque en sus fases iniciales con el nombre de ojo pineal. Nos dice André Luiz (Espíritu) que en esos animales podemos encontrar el inicio del proceso de individualización espiritual (principio inteligente en elaboración), o sea, que ya existiría un principio inteligente independiente comandando, con más expresividad, el procesamiento de la vida física, con la ayuda del ojo pineal.
El principio espiritual, caminando independiente en la escala animal, perfeccionándose cada vez más, inclusive entre la familia de los primates, alcanzaría, en el hombre, su más expresiva demostración a expensas de la glándula pineal (reloj biológico). Es como si hubiese, hace millones de años, una elaboración donde la memoria fragmentaria de los animales fuese, poco a poco, adquiriendo nuevas condiciones hasta alcanzar, en el hominal, la memoria continua (renovaciones reencarnatorias); en esta, el raciocinio estaría acompañado de nuevos factores, inclusive los afectivos, reflejándose en los potenciales de la responsabilidad (nacimiento del libre albedrío). Así, del Ardipithecus ramidus, alcanzando evolutivamente al australopithecus (aferensis, africanus, robustus), hasta llegar al homo-hábilis y sus continuadores, el erectus y el sapiens del reino hominal, en condiciones del más expresivo estado de concientización.
Consideramos importante, en toda la serie evolutiva, la existencia de un proceso de atracción entre sus congéneres, que podemos considerar de carácter sexual, con inmensas variaciones y vivencias, que se hace más expresivo a partir de los vegetales. En el reino vegetal, los impulsos de la sexualidad muestran su dinámica, con variaciones y oscilaciones, entre el hermafroditismo (plantas fanerógamas) y la reproducción sexual (plantas criptógamas).
En los animales, esas fuerzas reproductivas, aún ante la complejidad física que cargan, presentan oscilaciones, donde aquí y allá, se observa el hermafroditismo y los ensayos en la homosexualidad. Es preciso anotar que las variaciones homosexuales observadas en los animales no reflejan daños, por no existir los factores de conciencia que caracterizan a la psiquis continua (hominal) y que no existen en la memoria fragmentaria. Actitudes de ese orden, por ser instintivos, no producen reflejos desagradables en los componentes de las fuerzas creativas del principio inteligente. Este mecanismo puede ser considerado como una necesaria acomodación de las energías, con la finalidad de desaguar las funciones instintivas de la sexualidad, necesarias para la organización material.
Por todo esto es que existe, sólo en la gran mayoría de los animales, la fase de la sexualidad reproductiva reflejada en el celo, como necesidad reproductiva, en virtud de la psiquis fragmentaria que poseen. En el caso de la especie humana, donde la sexualidad se muestra en su totalidad, atenderá no sólo a la reproducción, sino también, las organizaciones afectivas de la zona espiritual. Esta última condición, sólo será eficiente si existiese el desarrollo del amor responsable, divergente de los impulsos periféricos que solo alcanzan los sentidos materiales como verdaderas descargas energéticas, sin condiciones éticas, cayendo en un vacío psicológico. Esto quiere decir que el mecanismo de la sexualidad, con sus fuertes componentes energéticos atados a las fuerzas creativas del espíritu, necesita de comprensión, educación, responsabilidad y buen direccionamiento, por ser uno de los fundamentos constructivos de la evolución.
´Jorge Andrea Dos Santos-
Tomado de la Revista "Presencia Espírita" - Nº 230 - Ediciones Leal - Librería Espírita Alvorada Editora.
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HISTORIA PLANETARIA DEL HOMBRE EN
LA TIERRA
En la compleja línea de la vida planetaria, con sus 3,5 billones de años de existencia, si consideráramos ese tiempo representado en tan sólo 1 año, según algunos antropólogos, entonces los reptiles habrían aparecido a mediados de diciembre y el hombre en los últimos 2 segundos.
El hombre es reciente en el planeta (1 millón, 600 mil años). El hombre autóctono, aquel que fue el resultado del perfeccionamiento de los primates, debe haber pasado un buen tiempo hasta alcanzar el llamado período paleolítico o de piedra, cuya máxima adquisición fue el fuego; su palabra aún rudimentaria, cuyo pensamiento se fue transformando lentamente, del fragmentario de la fase animal, al continuo del reino hominal, donde múltiples factores se encuentran coligados.
Le sigue a este, el período neolítico o de piedra pulida, cuyas acentuaciones vocales, ayudadas posiblemente por la música, ya formaban palabras, aunque reducidas y muy pobres. Esas nuevas condiciones de comunicación propiciaron la formación de grupos humanos, cada vez más acentuados, contribuyendo en la creación, aunque lenta, de la agricultura y como consecuencia el sedentarismo.
Poco a poco la evolución progresa en el reino hominal e inmensas razas se van formando, como también, evolucionando el lenguaje. Este, al principio partiendo de las inflexiones vocales, como auténticos gritos de alarma, van lentamente alcanzando las lenguas monosílabas de carácter bastante pobre. En el impulso siempre presente de la evolución, las lenguas flexibles se van articulando en vocablos móviles.
Con los milenios, aparecen las lenguas llamadas analíticas, cuyas palabras definen ideas, así como también, ideogramas, que alcanzaron posiciones interesantes en la civilización egipcia, china y en el Japón antiguo.
En la actualidad, las estadísticas nos muestran que la lengua más hablada es el mandarín, alcanzando 900 millones de chinos, mientras que varios grupos, cercanos a los 400 millones, hablan incontables dialectos. Le sigue el inglés; luego el hindú, en la India, junto a muchos dialectos. Posteriormente, el español, el ruso, el bengalí y el portugués.
Es bien claro y comprensible que se dio el nacimiento de inmensas misturas lingüísticas, de cara a las circunstancias que el medio ofrecía, choques de comunidades, mezcla de generaciones múltiples y las variaciones raciales que se fueron ampliando y divergiendo de las cuatro razas básicas, reflejadas en la caucásica, mongol, negra y australoide.
Una pregunta que siempre encontramos en el pensamiento de muchos estudiosos, es el como se formaron todas esas variaciones raciales. Gran parte de estas no pueden ser calculadas teniendo en cuenta la dependencia de los factores del medio, aunque muchos antropólogos piensen que el reino hominal despertó en varios lugares del planeta. Aún así, ante tales hechos, debemos considerar las informaciones espirituales, cuyos registros son fidedignos, de la existencia de espíritus de otros orbes reencarnando en la Tierra en varias épocas. El libro más divulgado que hace tal referencia, "Los Exiliados de Capela", anota que determinado planeta, en la constelación de Cochero, al alcanzar su progreso espiritual, aún tenía en su psicosfera Espíritus que no poseían condiciones para acompañar los nuevos acontecimientos evolutivos. Fue así que fueron enviados a la Tierra, con el fin de impulsar al reino hominal en su fase inicial. Esta condición posibilitaba colocar en la Tierra Espíritus con experiencia, propiciando condiciones más avanzadas.
En realidad, aceptamos la existencia de esa posibilidad de los exiliados de Capela, sin embargo, en vista de las variaciones acentuadas de las razas, sería posible que Espíritus de otras civilizaciones, también hicieran su aporte en semejantes condiciones, con el fin de contribuir en los impulsos evolutivos, con nuevos recursos y experiencia. Los factores del medio ambiente, solamente, no podrían explicar tamaña divergencia.
En esta contingencia, los milenios pasaron hasta que el reino hominal terráqueo pudiese, con experiencias reencarnatorias de todos los matices, ir formando civilizaciones con el inmenso trabajo de sus propias adquisiciones. El impulso evolutivo más expresivo que puede ser anotado en la morfología humana, fue la elaboración de los potenciales de la zona cerebral, con sus respectivos hemisferios, donde el lóbulo frontal puede ser considerado el más expresivo por las funciones que le son atribuidas. Así es que registramos la frente oblicua de los primates (lóbulo frontal reducido) que, recorriendo las diversas ramas, hasta alcanzar al homo-sapiens en sus innumerables vivencias, va verticalizando la frente por el desarrollo del lóbulo frontal. En este, los procesos concienciales van alcanzando los niveles más expresivos de las funciones psíquicas, en el que el raciocinio pasa a ser la expresión más avanzada de la memoria continua. Otras funciones superiores se van mostrando, reflejadas principalmente en el libre albedrío, que se encuentra atado al factor responsabilidad en sus diversos grados.
Por imposición evolutiva el ser humano va siempre adquiriendo nuevas funciones psicológicas, entre las que podemos destacar los factores que definen el proceso analítico y el sintético, que se muestran a menudo, en su cotidianidad en el cerebro.
Es cierto que el cerebro no es el creador de los fenómenos, pero es la zona que expresa, a su manera y posibilidad, las funciones más específicas de la zona periespiritual que, a su vez, es la traductora y divulgadora de las energías espirituales profundas. Así, a través del cerebro, podemos comprender una vasta fenomenología percibida por los procesos analíticos, además de otros tantos, más avanzados, por los mecanismos sintético-intuitivos y, lo que es más interesante, el conocimiento y estudio que hoy poseemos sobre la fenomenología paranormal.
La ciencia ya hizo posible que comprendiéramos las condiciones de análisis y síntesis que nuestro cerebro expresa. Los fenómenos analíticos estarían, en las manipulaciones psicológicas, a expensas del hemisferio cerebral izquierdo, cabiendo al derecho las expresiones de conjunto y totalidad, como acontece con la intuición en sus diversos estados creativos. También, será fácil de comprender que los mecanismos ligados, ora al análisis, ora a la síntesis, se encuentran imbricados, quedando difícil demarcarlos; mientras tanto, cuando existe predominancia de una de estas vertientes, la posibilidad de evaluación será de más fácil comprensión.
Todos esos elementos funcionales como elaboraciones cerebrales, antes que nada, son energías que aportan y que, en las vivencias del día a día reencarnatorio, van presentando clarificaciones y mejores conceptos sobre el psiquismo humano. Este, a pesar de lo que ya conocemos y que se amplia en el vértigo de las nuevas técnicas, permitiendo transformaciones de todo orden en el planeta, será en el camino del trabajo idealista, siempre acompañado de los valores de una sabia ética envuelta, cada vez más, en el amor, que nos ayudará a comprender con más expresividad la causa evolutiva, sus reales razones y principalmente nuestra posición en el escenario del Universo.
- Jorge Andrea Dos Santos-
Tomado de la Revista "Presencia Espírita" - Nº 230 - Editora Leal - Librería Espírita Alvorada
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ALCOHOLISMO ¿OBSESIÓN O ENFERMEDAD ?
La doctrina Espírita asienta, siempre, sus principios en estudios y prácticas racionales, haciendo con que sus postulados estén siempre a la par con la ciencia académica y los avances. Es un echo, sin embargo, que muchos entusiasmados espíritas, movidos, seguramente, por la intención de ayudar, de hacer el bien, exceden en sus evaluaciones y colocan todos los problemas del mundo bajo la misma taza de procesos mediúmnicos u obsesivos. Claro es que se de la interferencia espiritual en nuestras vidas, en la dependencia de nuestra sintonía y/o vibración. Sin embargo, necesitamos considerar que, en la mayoría de las veces, somos nosotros que atraemos la matiz moral de la interferencia espiritual.
El alcoholismo, como cualquier otro vicio, tiene su componente orgánico en tendencia genética, que podrá ser despertado o no, de acuerdo con la interferencia moral externa que el individuo sufra. Hoy, ya se sabe que esos vicios no son apenas un "problema moral", resultante de debilidad de carácter o falta de fuerza de voluntad.
Los sermones y otros métodos de tratamiento, basados en la teoría de la debilidad moral cayeron en la ineficacia de sus efectos, en la tentativa de mudar el comportamiento de viciados. Hoy, gana cuerpo el principio que el tratamiento de viciados necesita pasar por la psiquiatría y psicoterapias dirigidas. El Espiritismo no puede, bajo pena de estar siendo inconsecuente y liviano, tratar simplemente como un caso de obsesión.
Es un hecho, sin embargo, que siempre encontraremos establecido un proceso obsesivo actuando sobre un viciado, que puede no haber sido la causa del vicio, pero hay un cohabitar de necesidades entre espíritus con los mismos deseos – encarnado y desencarnados. La terapéutica espírita seria propone el tratamiento contra la dependencia física y psicológica, respaldado en el acompañamiento espiritual.
El método de los Alcohólicos Anónimos, que fue iniciado en 1935, en los Estados Unidos, se ha revelado de gran eficiencia, pues actúa como una especie de socio-terapia, dividiéndose la reunión en actividades sociales y en discusiones de los problemas depuestos por los viciados.
Es bueno esclarecer, otro si, que no es apenas el alcohólico que influye en su familia, ésta también actúa en el enfermo y en su enfermedad. Estudios indican que las esposas de los alcohólicos tienen debilidades de personalidad, que las llevan a escoger maridos débiles y dependientes. Según Mitchell, en "The Interrelatedness of Alcoholism and Marital Conflict" los dos cónyuges son enfermos y necesitan buscar, ambos, tratamiento para la enfermedad que se torna familiar.
Es posible que al leer este artículo usted pueda estar encuadrándose entre aquellos que sólo beben "socialmente". Sin embargo, sepa que si usted bebe aunque sea solamente una vez en el año y pierde el control, emborrachándose, siento informarle :
Usted es alcohólico.
João Cabral
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