martes, 9 de marzo de 2010

La Fe



“ En verdad os digo: si tuviereis fe como un grano de mostaza direis a ese monte:Transpórtate de aquí para allá y él se transportaría y nada sería imposible”
- Jesús de Nazaret -


Una cosa es la creencia y otra es la fe. La creencia puede surgir de una convicción racional de nuestra mente, pero la fe en Dios es un atributo del alma que va mas allá del razonamiento; es mas bien un sentimiento elevado que percibe los atributos Divinos dentro de la propia alma.
La fe puede ser en muchas cosas: En uno mismo cuando se tiene seguridad completa de lo que se conoce de nuestras capacidades y de lo que nos limita. También podemos hablar de fe religiosa cuando se cree firmemente en los particulares dogmas de cada religión; así se dice fe católica, fe bahái, fe musulmana, etc.
La fe es un poder verdadero que puede superar las propias fuerzas físicas y mentales; un a fuerza capaz de envolvernos y transformarnos de modo extraordinario. La Fe en Dios y en Lo Superior nos causa una fuerza o un estado capaz de superarlo todo.
Para sustentar y aumentar la fe en lo Superior, se puede lograr mediante la oración, pues esta clama una respuesta del Padre y así se alimenta la Fe con el sentimiento del Amor Divino en el alma. La oración no es simplemente un pensamiento en forma de palabras, sino un sentimiento abstracto, un ansia de que el Amor de Dios penetre abundantemente en el alma., una aspiración de unirnos y fundirnos con Él. Este ansia es más rápida que el pensamiento y las oraciones de esta clase llegan hasta el Padre que siempre las escucha y responde.
Cuando Jesucristo habló de la Fe en un sentido espiritual, afirmó que la Fe es capaz de transportar montañas, refiriéndose a que con ella se pueden superar las dificultades de la vida que se interponen en nuestro camino del progreso. La Fe genera perseverancia y energía necesarias para vencer los obstáculos de esas “montañas”. Es como una fuerza que nace del alma , con la certeza de la existencia de la Sabiduría y la Justicia Divinas, que se manifiestan espontáneamente y de forma natural en la propia vida.
Quien tiene Fe, tiene total confianza en Dios porque sabe que él por si mismo es solo un instrumento de Su Voluntad, y que nada puede sin El. La Fe no se impone, sino que se siente en cuanto a lo que son verdades espirituales de carácter universal.
La creencia otorga una fe que puede ser razonada o ciega; esta última tiene el peligro de que al no razonar ni examinar nada, acepta igualmente lo falso como lo verdadero, llegando a sostenerla solo por el fanatismo.
La Fe pura, fuera de la fe de las sectas religiosas ,es la auténtica Fe en Dios y en los conceptos elevados transcendentes y aparece como algo innato en algunas personas que se traduce como una seguridad absoluta en la real existencia de Dios, Amor, Justicia y Misericordia . Esto es señal de que ya han venido a este mundo preparados a sostenerla, y es una prueba más de que la evolución espiritual existe y de que la reencarnación es una realidad. Sin embargo es importante precisar que la auténtica Fe en Dios y en lo que sabemos de conocimiento espiritual, debe ir acompañada y avalada por las acciones, obras, posturas y comportamientos, que corroboren y confirmen esa fe, pues la fe sin obras de nada vale, y estas acciones u obras no son otra cosa que la Caridad en sus diversos aspectos y formas..

- Jose Luis -

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