viernes, 19 de marzo de 2010

Esquizofrenia y espíritu



La esquizofrenia presenta un conjunto de síntomas bastante diversificado y complejo, siendo, algunas veces, de difícil comprensión. Puede surgir y desaparecer en ciclos de repeticiones y disminuciones. Hoy es encarada, no como una única dolencia, más, como un grupo de patologías, atendiendo a todas las clases sociales y grupos humanos. Generalmente, el diagnostico ha mostrado niveles de confiabilidad, relativamente bajos o inconsistentes. Explicando, aquí, la esquizofrenia no es doble personalidad, pues es mucho más amplia que eso y hay motivos para incluir, en ella, los Trastornos de Personalidad Múltiple.

En el 2004, en Japón, el término japonés para esquizofrenia fue alterado de Seishin-Bunretsu-Byo (dolencia de la mente dividida) para Togo-shitcho-sho (desorden de integración). En el 2006, activistas en el Reino Unido, bajo la Jerga de Campaña para la abolición del Rotulo de Esquizofrenia, defendieron semejante rechazo del diagnostico de esquizofrenia y un abordaje diferente para la comprensión y tratamiento de los síntomas asociados a ella.

Cupo al suizo Eugen Bleuer, en 1911, la creación del término “esquizofrenia” significando una disidencia entre pensamiento, emoción y comportamiento (esquizo significa desacuerdo y frenia quiere decir mente). Es una dolencia crónica que atiende, aproximadamente, a 60 millones de personas del planeta (1% de la población mundial), siendo distribuida de forma igual por los dos sexos. La diagnosis de la dolencia ha sido criticada como desprovista de validez científica o confiabilidad, y, en general, la validez de los diagnósticos psiquiátricos han sido objeto de más amplias criticas. Una alternativa sugiere que los problemas con el diagnostico serian más bien atendidos si de dimensiones individuales fuesen, a lo largo de las cuales todos varían, de tal forma, que habría un espectro continuo, en vez de un corte distinto entre normal y enfermo. Generalmente, el esquizofrénico no es violento o peligroso. Fuera de la crisis, es una persona como cualquier otra. Sin embargo, unos pocos, cuando en crisis, se tornan agresivos, verbal o físicamente, pues los delirios o las alucinaciones pueden hacer que se sientan amenazados.
No hay síntomas determinantes que posibiliten un diagnostico preciso, de inmediato. Tanto puede comenzar, repentinamente, y eclosionar en una crisis exuberante, como comenzar, lentamente, sin demostrar cambios extraordinarios, y solamente después de años surgir una crisis característica. Los síntomas pueden ser confundidos con “crisis existenciales” “revelaciones contra el sistema”, “alineación egoísta”, uso de drogas, etc. El delirio identidad (creer que es otra persona) es la señal típica de un enfermo. Es, con frecuencia, relacionada con el mendigo que deambula por las calles, que habla solo, con la mujer que aparece en la Tv, diciendo tener otros altares, y con el “loco” que aparece en las telenovelas y en los filmes. Fue, durante muchos años, sinónimo de exclusión social, y el diagnostico de esquizofrenia significaba internación en hospitales psiquiátricos (manicomios) o asilos, como destino “cierto”, donde los pacientes quedaban durante varios años.
Se manifiesta, habitualmente, en el final de la adolescencia o en el inicio de la vida adulta. Se afirma que las primeras señales y síntomas de esquizofrenia son traicioneros. Las primeras “señales” de sosiego/calma y alejamiento, visibles en el adolescente, normalmente, pasan desapercibidos, como no siendo señales de alerta, pues, se considera el hecho de que “es, apenas, una fase” por la que pasan los jóvenes. Es importante, sin embargo, que se diga cuanto es de difícil interpretar esos comportamientos, asociándolos a la edad, la sintomatología esquizofrénica se presenta demasiado alarmante, siendo un síndrome con gran componente fisiológico, con la presencia señalada de las alucinaciones y de los delirios. El comportamiento, frecuentemente, queda condicionado a las ideas delirantes paranoias y a las alucinaciones auditivo-verbales que los enfermos, generalmente presentan.

Poco se sabe sobre esa dolencia y, ante el desafío terapéutico, lo máximo que se consigue es obtener control de los síntomas con los antisépticos. Hace, apenas, un poco más de diez años que la Organización Mundial de la Salud editó criterios objetivos y claros para la realización del diagnostico de la esquizofrenia. Las causas del proceso patogénico son un mosaico. La una cosa evidente es la constitución plural causal de la dolencia. Eso incluye cambios en la química cerebral [la actividad dopaminergica es muy elevada en los individuos esquizofrénicos], factores genéticos y aun mismo alteraciones estructurales.

En la actualidad, algunos transmisores van siendo colocados en la implicación de la fisiopatología de esa dolencia, tales como la serotonina y la no adrenalina. Desde el punto de vista fisiológico, y a pesar de los grandes descubrimientos ya realizados hasta aquí, en el campo de los mecanismos etiopatogenicos, es preciso considerar que el arsenal, aun, no se agoto. Eso porque, fuera de las contribuciones psicosociales, hay que tomar en consideración el Espíritu inmortal, agente causal fundamental. Según Jung, “ La investigación de la esquizofrenia constituye una de las tareas más importantes de la psiquiatría futura.

El problema encierra dos aspectos: uno fisiológico y uno psicológico… (1)
Es importante afirmar que la Esquizofrenia tiene cura. Hasta hace poco tiempo, se pensaba que era incurable y que se convertía, obligatoriamente, en una dolencia crónica y para toda la vida. Actualmente, entretanto, se s abe que un porcentaje de personas que sufre de ese trastorno puede recuperarse por completo y llevar una vida normal, como cualquier otra. Algunas, con cuadros más graves, a pesar de depender de medicación, llegan a mejorar hasta el punto de poder desempeñar bien su oficio, casar y constituir una familia. El matemático norteamericano, John Nash, que, en su juventud, sufría esquizofrenia, consiguió retroceder su situación clínica y ganar el Premio Nobel de Ciencias Económicas, en 1994.

Se percibe, actualmente, cierto conflicto entre el ala conservatoria de la Psiquiatría y el Espiritismo, que tomo cuerpo entre nosotros, en virtud del crecimiento del movimiento espirita brasileño. En la proporción en que el concepto de materia se polvorizó en las manos de los físicos, y atendió el plano de la física cuántica, se verifico una nueva revolución copernicana, en lo que tañe a la concepción del hombre integral. Hoy, hay gran numero de psiquiatras espiritas que establecen el dialogo entre cuerpo y espíritu.

¿A propósito, las dolencias son del cuerpo o del alma? Encontramos, en el “Libro de los Espíritus”, II parte, capítulo VII, que “la materia es apenas el involucro del Espíritu. Uniéndose al cuerpo, el Espíritu conserva los atributos de la naturaleza espiritual; que el ejercicio de las facultades del Espíritu depende de los órganos que les sirven de instrumento.” (2) Trae el Espíritu ciertas predisposiciones al renacer. El principio de las facultades está en el Espíritu y no en los órganos. En la visión espirita, “esquizofrénicos” son Espíritus sujetos a una punición. sufren por habitar cuerpos, cuyos órganos comprometidos les impiden manifestarse plenamente.
Las enfermedades fisio psíquicas son efecto y no causas: Tanto las distonía mentales como las dolencias orgánicas expresan los resultados de acciones desequilibradas del Espíritu, cuya conducta negativa perjudica, primeramente, el propio autor, abriendo zonas mórbidas en su psiquismo, reflejándose en su periespíritu y registrándose en el cuerpo físico en reencarnaciones posteriores. “La mente transmite al cuerpo físico, a la que se ajusta durante la encarnación, todos sus estados felices o infelices, equilibrando o conturbando el ciclo de causa y efecto… “(3) Por tanto, es una patología que guarda su origen profundo en el Espíritu que delinquió. Es menester tomar en cuenta la influencia negativa, a través de la obsesión, lo que contribuye para el agravamiento del cuadro y para el surgimiento de otras disfunciones características del trastorno. Por eso mismo, es preciso verla como siendo un proceso misto de naturaleza espiritual, fisiológica, obsesiva y con influencias psicosociales.

La división de la mente, la dilución de la memoria, el alejamiento de la realidad parecen denunciar una especie de nostalgia psíquica que determina la inadaptación del espíritu a la realidad actual. Pueden ocurrir casos típicos de auto obsesión en las modalidades variables de la Esquizofrenia. Los casos se agravan con la participación de entidades obsesoras, generalmente atraídas por el estado de los pacientes. Este es motivo relevante para la práctica de la desobsesión.

Psiquiatría y Espiritismo pueden ayudarse mutuamente , lo que parece, en un futuro bien próximo. No hay razón para que la Psiquiatría condene los procesos espiritas en el tratamiento de los casos de obsesión u auto-obsesión. Es muy importante ampliar el entendimiento de las causas originales de las esquizofrenias y considerar imprescindible el tratamiento espiritual [desobsesión, pase, agua fluidificada, oración] ofrecido por la Doctrina Espirita, con base en las enseñanzas de Cristo, que, un día, inevitablemente, constará en las propuestas científicas para el tratamiento de todas las dolencias humanas.

Jorge Hessen

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