INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Sócrates
2.-Fenómenos anímicos: el sueño
3.- El poder del perdón - 1ª parte
4.- Dios y el Universo
*******************************************
SÓCRATES
Sócrates
(470-399 A.C.) es sin duda uno de los grandes personajes de la historia que más
huella ha dejado en el pensamiento y la concepción de la moral humana. No
escribió nada, y sabemos de su vida a través de su discípulo y gran filósofo
Platón, el cual refleja en sus Diálogos el pensamiento socrático y su forma de
entender el mundo.
Fue un
personaje singular que simbolizó la conciencia de todo un pueblo, el
ateniense, y que denunció los abusos de poder y las injusticias; defendió a
los desheredados y fue acusado de “introducir nuevos Dioses” y de “orientar a
la juventud por caminos equivocados”. Esto, y el llevar sus convicciones hasta
el final le costó la vida y fue condenado por el pueblo de Atenas a morir
envenenado en el 399 A.C.
Su defensa
ante el tribunal y la forma en que ésta se produjo es sin duda todo un alegato
sobre la libertad de pensamiento y el derecho del ser humano a expresar sus
opiniones por críticas que éstas sean.
El
pensamiento socrático puede basarse en varios puntos esenciales:
- lº) La auténtica sabiduría
está en la virtud. “El hombre sabio es el hombre virtuoso”.
- 2º) Fue el primer moralista
de la historia. “Quien sepa lo que es bueno, también hará el
bien”.
- 3º) Explicó la inmortalidad
del alma. “Nuestras almas existían antes de este tiempo, antes de
aparecer bajo esta forma humana; y mientras estaban así, sin cuerpo, ya
sabían, ya tenían conocimiento”. (Fedón).
- 4º) “El verdadero
conocimiento es el que sale del interior de cada uno”.
Pero
más allá de la importancia del personaje, nos interesa reseñar algunas de sus
convicciones y de sus actitudes ante la vida como grandes ejemplos a
seguir.
Su punto de
partida fue la humildad, pues él no estaba seguro de nada hasta el punto de
afirmar que “yo solo sé que no sé nada”. A través de la razón intentó averiguar
lo que estaba bien y lo que estaba mal. Y no sólo se contentó con eso sino que
denunció públicamente los comportamientos inmorales de su época. Para el
pueblo ateniense, la entereza y rectitud moral de Sócrates resultaba muy
incómoda.
Fue la voz
de la conciencia moral de Atenas, y continuamente se veía impelido a denunciar
los abusos y las condenas a muerte a las que se oponía siempre. Sócrates decía
que no tenía elección: una “voz divina” en su interior le obligaba constantemente
a denunciar lo que estaba bien y aquello que no lo estaba.
Si
realizamos un paralelismo histórico con Jesús, comprobaremos la similitud de
características entre estos dos personajes. Ninguno de los dos escribió nada,
ambos tuvieron la moral como actitud ejemplar en su vida, ambos fueron grandes
oradores que fascinaban a aquellos que les escuchaban.
Tanto Jesús
como Sócrates hablaban en nombre de algo superior a ellos mismos (Dios). Ambos
denunciaron la injusticia y el abuso de poder; ambos desafiaron al poder de su
sociedad, y los dos fueron condenadas a muerte por difundir ideas “peligrosas”.
En el mito
de la caverna de Platón, Sócrates es representado como el ser humano que se
atreve a salir de las sombras de la caverna (mundo material de los sentidos) a
la realidad exterior (el mundo de la luz, el de la espiritualidad o de las
“ideas”). Aquí nos demuestra Platón el gran sentido espiritual de sus ideas y
de Sócrates, explicando que el mundo real es el de los espíritus; que el cuerpo
humano es una cárcel para el alma y que lo que vemos no es más que un pálido
reflejo de la auténtica realidad del ser: “la realidad espiritual”.
Antes de
beber la cicuta, Sócrates, recomendó a sus discípulos que cuando falleciese no
dijeran:“Enterramos a Sócrates” sino “Enterramos el cuerpo de
Sócrates”.
REDACCIÓN DE AMOR, PAZ
Y CARIDAD
“Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia”
“Es peor cometer una injusticia que padecerla,
porque quien la comete se convierte en injusto y quien la padece no”
- Sócrates-
************************************************
FENÓMENOS ANÍMICOS: EL SUEÑO
El sueño es el recuerdo de lo que el Espíritu vio mientras dormía. (...) (3) La libertad del Espíritu es juzgada por los sueños.
El Espíritu jamás está inactivo. Durante el sueño, se aflojan los lazos que lo prenden al cuerpo y, no precisando este entonces de su presencia, él se lanza por el espacio y entra en relación más directa con los otros Espíritus. (1)
Cuando el cuerpo reposa, creedlo, el Espíritu tiene más facultades que en el estado de vigilia. Se acuerda del pasado y algunas veces prevé el futuro. Adquiere mayor potencialidad y puede ponerse en comunicación con los demás Espíritus, en este mundo o en el otro. (2)
Estando entorpecido el cuerpo, el Espíritu trata de romper sus cadenas y de investigar en el pasado o en el futuro. (2)
El sueño libera parcialmente al alma del cuerpo. Cuando duerme, el hombre se halla por algún tiempo en el estado en que queda permanentemente después que muere. (2)
Los Espíritus elevados, cuando duermen, van junto a
los que les son iguales o superiores. Con estos viajan, conversan y se
instruyen. Trabajan incluso en obras que se encuentran concluidas, cuando
vuelven, muriendo en
Los Espíritus inferiores van, cuando duermen, a mundos
inferiores a
( Tomado del Estudio y educación de la mediumnidad, de la FEB)
********************************************
EL PODER DEL PERDÓN (1ª parte)
Investigaciones y estudios vienen comprobando los beneficios, tanto mentales como físicos del acto de perdonar. Entrevistamos al Dr. Fred Luskin, autor de El Poder del Perdón, que estudia el asunto hace más de cuatro años.
Camilla Salmazi Según el diccionario (Diccionario Michaelis) la palabra perdón significa “conocer perdón, absorber, remitir (culpa, deuda, pena, etc), disculpar y respetar”. ¡Sí! El acto de perdonar envuelve todo eso y aun mucho más. Investigaciones y estudios vienen siendo desarrollados en estos últimos años para mostrar y comprobar el poder y los beneficios del perdón. Sin embargo, no es justo decir que solamente ahora el mundo está dándose cuenta del poder del perdón. En el aspecto científico, tal vez, pero creencia y religiones ya predican la importancia del perdón hace muchos, muchos años, principalmente como un acto importante para la salud del espíritu. El año pasado, Charlotte Van Oyen Witvliet, profesora de psicología del Hope College, en Michigan, EUA, y sus colegas, hicieron una experiencia con 71 voluntarios. En ella, fue pedido a ellos que se acordasen de alguna herida antigua, algo que los hubiese hecho sufrir. En ese instante, fue registrado el aumento de la presión sanguínea, de los latidos cardíacos y de la tensión muscular, reacciones idénticas a las que ocurren cuando las personas sienten rabia. Y cuando fue pedido que ellos se imaginasen entendiendo y perdonando a las personas que les habían hecho mal, ellos se mostraron más calmado, y con presión y latidos menores.
La cuestión principal, sin embargo, es que el acto de perdonar no es una de las tareas más fáciles para nosotros, los seres humanos. Tribus, sociedades, países, familias y amigos ya trabajan y aun entablan batallas, y verdaderas guerras, por causa de diferencias entre las personas, o debido a algún acto que desagradase o perjudicase, esparciendo por el mundo aun más rencor y ni un poco de paz. Pero el perdón no es imposible, ni incluso en los casos más graves, como viene intentando comprobar el Dr. Fred Luskin, autor de El Poder del Perdón y doctor en consejos clínicos y psicología de la salud por la universidad de Stanford. Después de haber sido herido por un gran amigo, Luskin consiguió, solo, encontrar una forma de perdonarle, y quiso investigar si su técnica funcionaría con otras personas en casos semejantes o en casos más graves. Y desde entonces, dio inicio a sus investigaciones.
EN 1999, ÉL CREÓ EL PROYECTO DE LA UNIVERSIDAD DE STANFORD PARA EL PERDÓN, habiendo combinado en su investigación disertando una técnica psicoterapéutica, emanación y emotividad racional, con algunos estudios sobre el impacto de las emociones negativas, como rabia, amargura y resentimiento en el sistema cardíaco.
Sus técnicas fueron aplicadas en varias experiencias, siendo una de ellas con dos grupos de personas que fueron alcanzadas por los conflictos entre protestante y católicos, en Irlanda: un grupo de madres que tuvieron a sus hijos muertos; otro, de hombres y mujeres que perdieron a algún pariente. Para ese proyecto, Luskin contó con la cooperación de Carl Thoreses, PhD en Psicología, y contó con el apoyo de una militante irlandesa que hacia treinta años trabajaba por la paz en su país.
Los participantes fueron separados en grupos experimentales y supervisados, y pasaron seis semanas teniendo aulas sobre las técnicas de perdón de Luskin. Los primeros resultados, según Thoresen, indicaron que los participantes presentaban una reducción del nivel de estrés, se veían con menos ira y más confiados de que, en el futuro, ellos perdonarían más y más fácilmente. Además de eso, el estudio mostró que el perdón puede promover una mejora en la salud física, pues ese grupo de personas presentó una disminución significativa en síntomas como dolores en el pecho, en la columna, nauseas, dolores de cabeza, insomnio y pérdida de apetito. Luskin y Thoresen afirman que esa mejora psicológica y física persistió por los menos cuatro meses; en algunos casos, a lo largo de esos cuatro meses, la mejora continúa progresando. Luskin describe el perdón como siendo la forma de alcanzar la calma y la paz, tanto con el otro como consigo mismo. La terapia que él propone da valor a las personas a tener mayor responsabilidad sobre sus emociones y acciones, y ser más realistas sobre el desafío y caídas de sus vidas.
En El Poder y Perdón, él explica el proceso de formación de una amargura y demuestra como tal hecho posee un efecto paralizante en la vida de las personas, basando sus afirmaciones en sus investigaciones e indagaciones, principalmente en su Proyecto de la Universidad de Stanford para el Perdón. Por medio de nueve etapas (ver Box), el autor enseña su técnica de perdón. En esa entrevista exclusiva para el Sexto sentido, Luskin presenta sus ideas sobre el acto de perdonar, y todo lo que está envuelto en ese proceso.
¿Cómo puede ser definido, de hecho, el acto de perdonar?
Es simple. Perdonar es el arte de hacer las paces cuando algo no ocurre como queríamos. Decimos que es hacer las paces con la palabra NO.
¿El cúmulo de amarguras puede causar problemas físicos y psicológicos?
Claro… rencor y desesperación son particularmente peligros para el bienestar. La vida tiene dificultades frecuentes. Necesitamos de un camino para superarlas y, así, nos liberamos… es para eso que existe el perdón.
¿El perdón puede ser considerado como una cura para dolencias físicas y mentales venidas de problemas emocionales o psicológicos?
El perdón reduce la agitación que lleva a problemas físicos. Perdonar reduce el estrés que viene de pensar en algo doloroso, pero no puede ser cambiado. El también limita la regurgitación que lleva a sentimiento de impotencia que reduce la capacidad de que
alguien se cuide de sí mismo. El perdón es una cura… A veces. ¿Ayuda? Sí, muchas veces.
¿Es posible que las personas puedan perdonar a alguien, incluso aun estando airada o amargada con ella?
La disminución de la ira y de la amargura viene de vivir el perdón. El perdón es la experiencia interior de recuperar la paz y el bienestar. Puede ocurrir que alguien perdone un día, y la rabia vuelva después, y eso es normal. De esa forma, el perdón es un proceso que debe ser practicado. Si usted permanece hablando o pensando con rencor de alguien, entonces el perdón aun no ocurrió.
( continúa en la 2ª parte)
*************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario