domingo, 22 de septiembre de 2024

Dios y el Universo

 INQUIETUDES   ESPÍRITAS

1.- Sócrates

2.-Fenómenos anímicos: el sueño

3.- El poder del perdón - 1ª parte

4.- Dios y el Universo

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SÓCRATES

  Sócrates (470-399 A.C.) es sin duda uno de los grandes personajes de la historia que más huella ha dejado en el pensamiento y la concepción de la moral humana. No escribió nada, y sabemos de su vida a través de su discípulo y gran filósofo Platón, el cual refleja en sus Diálogos el pensamiento socrá­tico y su forma de entender el mundo. 

  Fue un personaje singular que simbolizó la con­ciencia de todo un pueblo, el ateniense, y que denun­ció los abusos de poder y las injusticias; defendió a los desheredados y fue acusado de “introducir nue­vos Dioses” y de “orientar a la juventud por cami­nos equivocados”. Esto, y el llevar sus convicciones hasta el final le costó la vida y fue condenado por el pueblo de Atenas a morir envenenado en el 399 A.C. 

  Su defensa ante el tribunal y la forma en que ésta se produjo es sin duda todo un alegato sobre la libertad de pensamiento y el derecho del ser huma­no a expresar sus opiniones por críticas que éstas sean. 

  El pensamiento socrático puede basarse en varios puntos esenciales: 

  • lº) La auténtica sabiduría está en la virtud. “El hombre sabio es el hombre virtuoso”. 
  • 2º) Fue el primer moralista de la historia. “Quien sepa lo que es bueno, también hará el bien”. 
  • 3º) Explicó la inmortalidad del alma. “Nuestras almas existían antes de este tiempo, antes de aparecer bajo esta forma humana; y mientras estaban así, sin cuerpo, ya sabían, ya tenían conocimiento”. (Fedón). 
  • 4º) “El verdadero conocimiento es el que sale del interior de cada uno”. 

  Pero más allá de la importancia del personaje, nos interesa reseñar algunas de sus convicciones y de sus actitudes ante la vida como grandes ejemplos a seguir. 

  Su punto de partida fue la humildad, pues él no estaba seguro de nada hasta el punto de afirmar que “yo solo sé que no sé nada”. A través de la razón intentó averiguar lo que estaba bien y lo que estaba mal. Y no sólo se contentó con eso sino que denunció públicamente los comportamientos inmo­rales de su época. Para el pueblo ateniense, la ente­reza y rectitud moral de Sócrates resultaba muy incómoda. 

  Fue la voz de la conciencia moral de Atenas, y continuamente se veía impelido a denunciar los abusos y las condenas a muerte a las que se oponía siempre. Sócrates decía que no tenía elección: una “voz divina” en su interior le obligaba constante­mente a denunciar lo que estaba bien y aquello que no lo estaba. 

  Si realizamos un paralelismo histórico con Jesús, comprobaremos la similitud de características entre estos dos personajes. Ninguno de los dos escribió nada, ambos tuvieron la moral como actitud ejem­plar en su vida, ambos fueron grandes oradores que fascinaban a aquellos que les escuchaban. 

  Tanto Jesús como Sócrates hablaban en nombre de algo superior a ellos mismos (Dios). Ambos denunciaron la injusticia y el abuso de poder; ambos desafiaron al poder de su sociedad, y los dos fueron condenadas a muerte por difundir ideas “peligro­sas”. 

  En el mito de la caverna de Platón, Sócrates es representado como el ser humano que se atreve a salir de las sombras de la caverna (mundo material de los sentidos) a la realidad exterior (el mundo de la luz, el de la espiritualidad o de las “ideas”). Aquí nos demuestra Platón el gran sentido espiritual de sus ideas y de Sócrates, explicando que el mundo real es el de los espíritus; que el cuerpo humano es una cárcel para el alma y que lo que vemos no es más que un pálido reflejo de la auténtica realidad del ser: “la realidad espiritual”. 

  Antes de beber la cicuta, Sócrates, recomendó a sus discípulos que cuando falleciese no dijeran:“Enterramos a Sócrates” sino “Enterramos el cuer­po de Sócrates”. 

REDACCIÓN DE AMOR, PAZ Y CARIDAD

“Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia” 

 “Es peor cometer una injusticia que padecerla, porque quien la comete se convierte en injusto y quien la padece no” 

- Sócrates-

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        FENÓMENOS ANÍMICOS: EL SUEÑO

                                  

El sueño es el recuerdo de lo que el Espíritu vio mientras dormía. (...) (3) La libertad del Espíritu es juzgada por los sueños.

El Espíritu jamás está inactivo. Durante el sueño, se aflojan los lazos que lo prenden al cuerpo y, no precisando este entonces de su presencia, él se lanza por el espacio y entra en relación más directa con los otros Espíritus. (1)

Cuando el cuerpo reposa, creedlo, el Espíritu tiene más facultades que en el estado de vigilia. Se acuerda del pasado y algunas veces prevé el futuro. Adquiere mayor potencialidad y puede ponerse en comunicación con los demás Espíritus, en este mundo o en el otro. (2)

Estando entorpecido el cuerpo, el Espíritu trata de romper sus cadenas y de investigar en el pasado o en el futuro. (2)

El sueño libera parcialmente al alma del cuerpo. Cuando duerme, el hombre se halla por algún tiempo en el estado en que queda permanentemente después que muere. (2)

Los Espíritus elevados, cuando duermen, van junto a los que les son iguales o superiores. Con estos viajan, conversan y se instruyen. Trabajan incluso en obras que se encuentran concluidas, cuando vuelven, muriendo en la Tierra, al mundo espiritual. El sueño de ellos se traduce por recuerdos agradables y felices.

Los Espíritus inferiores van, cuando duermen, a mundos inferiores a la Tierra donde los llaman viejos afectos, o en busca de gozos quizá más bajos que de los que aquí tanto se deleitan. (3) Sus sueños son pesados, confusos, atormentados, muchos de ellos bajo la forma de pesadillas.

( Tomado del Estudio y educación de la mediumnidad, de la FEB)

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               EL PODER DEL PERDÓN (1ª parte)


                                            

Investigaciones y estudios vienen comprobando los beneficios, tanto mentales como físicos del acto de perdonar. Entrevistamos al Dr. Fred Luskin, autor de El Poder del Perdón, que estudia el asunto hace más de cuatro años.

Camilla Salmazi Según el diccionario (Diccionario Michaelis) la palabra perdón significa “conocer perdón, absorber, remitir (culpa, deuda, pena, etc), disculpar y respetar”. ¡Sí! El acto de perdonar envuelve todo eso y aun mucho más. Investigaciones y estudios vienen siendo desarrollados en estos últimos años para mostrar y comprobar el poder y los beneficios del perdón. Sin embargo, no es justo decir que solamente ahora el mundo está dándose cuenta del poder del perdón. En el aspecto científico, tal vez, pero creencia y religiones ya predican la importancia del perdón hace muchos, muchos años, principalmente como un acto importante para la salud del espíritu. El año pasado, Charlotte Van Oyen Witvliet, profesora de psicología del Hope College, en Michigan, EUA, y sus colegas, hicieron una experiencia con 71 voluntarios. En ella, fue pedido a ellos que se acordasen de alguna herida antigua, algo que los hubiese hecho sufrir. En ese instante, fue registrado el aumento de la presión sanguínea, de los latidos cardíacos y de la tensión muscular, reacciones idénticas a las que ocurren cuando las personas sienten rabia. Y cuando fue pedido que ellos se imaginasen entendiendo y perdonando a las personas que les habían hecho mal, ellos se mostraron más calmado, y con presión y latidos menores.

La cuestión principal, sin embargo, es que el acto de perdonar no es una de las tareas más fáciles para nosotros, los seres humanos. Tribus, sociedades, países, familias y amigos ya trabajan y aun entablan batallas, y verdaderas guerras, por causa de diferencias entre las personas, o debido a algún acto que desagradase o perjudicase, esparciendo por el mundo aun más rencor y ni un poco de paz. Pero el perdón no es imposible, ni incluso en los casos más graves, como viene intentando comprobar el Dr. Fred Luskin, autor de El Poder del Perdón y doctor en consejos clínicos y psicología de la salud por la universidad de Stanford. Después de haber sido herido por un gran amigo, Luskin consiguió, solo, encontrar una forma de perdonarle, y quiso investigar si su técnica funcionaría con otras personas en casos semejantes o en casos más graves. Y desde entonces, dio inicio a sus investigaciones.

EN 1999, ÉL CREÓ EL PROYECTO DE LA UNIVERSIDAD DE STANFORD PARA EL PERDÓN, habiendo combinado en su investigación disertando una técnica psicoterapéutica, emanación y emotividad racional, con algunos estudios sobre el impacto de las emociones negativas, como rabia, amargura y resentimiento en el sistema cardíaco.

Sus técnicas fueron aplicadas en varias experiencias, siendo una de ellas con dos grupos de personas que fueron alcanzadas por los conflictos entre protestante y católicos, en Irlanda: un grupo de madres que tuvieron a sus hijos muertos; otro, de hombres y mujeres que perdieron a algún pariente. Para ese proyecto, Luskin contó con la cooperación de Carl Thoreses, PhD en Psicología, y contó con el apoyo de una militante irlandesa que hacia treinta años trabajaba por la paz en su país.

Los participantes fueron separados en grupos experimentales y supervisados, y pasaron seis semanas teniendo aulas sobre las técnicas de perdón de Luskin. Los primeros resultados, según Thoresen, indicaron que los participantes presentaban una reducción del nivel de estrés, se veían con menos ira y más confiados de que, en el futuro, ellos perdonarían más y más fácilmente. Además de eso, el estudio mostró que el perdón puede promover una mejora en la salud física, pues ese grupo de personas presentó una disminución significativa en síntomas como dolores en el pecho, en la columna, nauseas, dolores de cabeza, insomnio y pérdida de apetito. Luskin y Thoresen afirman que esa mejora psicológica y física persistió por los menos cuatro meses; en algunos casos, a lo largo de esos cuatro meses, la mejora continúa progresando. Luskin describe el perdón como siendo la forma de alcanzar la calma y la paz, tanto con el otro como consigo mismo. La terapia que él propone da valor a las personas a tener mayor responsabilidad sobre sus emociones y acciones, y ser más realistas sobre el desafío y caídas de sus vidas.

En El Poder y Perdón, él explica el proceso de formación de una amargura y demuestra como tal hecho posee un efecto paralizante en la vida de las personas, basando sus afirmaciones en sus investigaciones e indagaciones, principalmente en su Proyecto de la Universidad de Stanford para el Perdón. Por medio de nueve etapas (ver Box), el autor enseña su técnica de perdón. En esa entrevista exclusiva para el Sexto sentido, Luskin presenta sus ideas sobre el acto de perdonar, y todo lo que está envuelto en ese proceso.

¿Cómo puede ser definido, de hecho, el acto de perdonar?

Es simple. Perdonar es el arte de hacer las paces cuando algo no ocurre como queríamos. Decimos que es hacer las paces con la palabra NO.

¿El cúmulo de amarguras puede causar problemas físicos y psicológicos?

Claro… rencor y desesperación son particularmente peligros para el bienestar. La vida tiene dificultades frecuentes. Necesitamos de un camino para superarlas y, así, nos liberamos… es para eso que existe el perdón.

¿El perdón puede ser considerado como una cura para dolencias físicas y mentales venidas de problemas emocionales o psicológicos?

El perdón reduce la agitación que lleva a problemas físicos. Perdonar reduce el estrés que viene de pensar en algo doloroso, pero no puede ser cambiado. El también limita la regurgitación que lleva a sentimiento de impotencia que reduce la capacidad de que

alguien se cuide de sí mismo. El perdón es una cura… A veces. ¿Ayuda? Sí, muchas veces.

¿Es posible que las personas puedan perdonar a alguien, incluso aun estando airada o amargada con ella?

La disminución de la ira y de la amargura viene de vivir el perdón. El perdón es la experiencia interior de recuperar la paz y el bienestar. Puede ocurrir que alguien perdone un día, y la rabia vuelva después, y eso es normal. De esa forma, el perdón es un proceso que debe ser practicado. Si usted permanece hablando o pensando con rencor de alguien, entonces el perdón aun no ocurrió.

( continúa en la 2ª parte)

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DIOS Y EL UNIVERSO

La queja dolorosa, el llamamiento que sube hacia el cielo desde las profundidades de la humanidad, no queda sin respuesta.. Aquellos que han vivido entre nosotros y prosiguen en el Espacio, bajo formas más etéreas, su evolución infinita, éstos no se desinteresan de nuestros sufrimientos ni de nuestras lágrimas. De las cimas de la vida universal descienden sin cesar hasta la Tierra corrientes de fuerzas y de inspiración. De ahí vienen los rasgos del genio, los soplos potentes que pasan sobre las multitudes en las horas decisivas; de ahí llegan las fuerzas para quienes se doblegan bajo el duro peso de la existencia.
Un lazo misterioso une a lo visible con lo invisible. Nuestro destino se desarrolla en la cadena inmensa de los mundos y se traduce en engrandecimientos graduales de vida, inteligencia y sensibilidad.
Pero el estudio del Universo oculto no se nos presenta sin dificultades. Allí, como aquí, el bien y el mal, la verdad y el error se mezclan, según el grado de evolución de los Espíritus con los cuales entramos en relación.
De ahí la necesidad de abordar el terreno de la experimentación con una extrema prudencia, después de los estudios teóricos preparatorios. El Espiritismo es la ciencia que regula estas relaciones.. El nos enseña a conocer, atraer y utilizar las fuerzas bienhechoras del Mundo Invisible, a apartar las malas influencias y, al mismo tiempo, a desarrollar las potencias ocultas, las facultades ignoradas que duermen en el fondo de todo ser humano.

EL GRAN ENIGMA, DIOS Y EL UNIVERSO
LEÓN DENIS

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