INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- ¿ Existen los Espíritus? (1)
2.- Dolencias congénitas y aborto
3.- El alma del Clon
4.- El hombre como ser material
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¿ EXISTEN LOS ESPÍRITUS
La causa principal de la duda relativa a la existencia de los Espíritus radica en la ignorancia de su verdadera naturaleza.
Por lo general, las personas imaginan a los Espíritus como seres aparte en la creación, cuya necesidad no está demostrada.
Muchas sólo los conocen a través de los relatos fantásticos con que fueron acunadas en la niñez, a semejanza de las que sólo conocen la historia a través de las novelas.
No intentan averiguar si esos relatos, despojados de sus accesorios ridículos, encierran algún trasfondo de verdad, y sólo las impresiona el lado absurdo que ellos revelan.
Como no se toman el trabajo de quitar la cáscara amarga para descubrir
la almendra, rechazan todo, tal como los que, al verse afectados por ciertos abusos en el ámbito religioso, incluyen la totalidad de la religión en una misma censura.
Sea cual fuere la idea que se tenga de los Espíritus, la creencia en ellos se basa, necesariamente, en la existencia de un principio inteligente fuera de la materia.
Esa creencia es incompatible con la negación absoluta de dicho principio.
Así pues, tomamos como punto de partida la existencia, la supervivencia y la individualidad del alma, de la cual el espiritualismo es su demostración teórica y dogmática, y el espiritismo su demostración patente.
Dejemos de lado, por unos instantes, las manifestaciones propiamente dichas, y razonando por inducción veamos a qué consecuencias llegamos.
Desde el momento en que se admite la existencia del alma y su individualidad después de la muerte, es necesario admitir también:
1.º, que la naturaleza del alma es diferente de la del cuerpo, puesto que, una vez separada del cuerpo, el alma ya no tiene las propiedades de aquel;

Representación de una mente iluminada por el conocimiento.
2.º, que el alma tiene conciencia de sí misma, puesto que se le atribuye la alegría o el sufrimiento; de otro modo, sería un ser inerte y de nada nos valdría poseerla.
Una vez admitido esto, se sigue de ahí que el alma va a alguna parte.
¿Qué sucede con ella y a dónde va?
De acuerdo con la creencia generalizada, el alma va al Cielo o al Infierno.
Pero ¿ dónde se encuentran el Cielo y el Infierno? Antaño se decía que el Cielo estaba arriba y el Infierno abajo.
Pero ¿ qué es lo de arriba y lo de abajo en el universo, a partir de que se conoce la redondez de la Tierra y el movimiento de los astros –movimiento que hace que lo que en un determinado momento está en lo alto, se encuentre abajo al cabo de doce horas–, así como lo infinito del espacio, a través del cual nuestra mirada penetra para alcanzar distancias inconmensurables?
Es verdad que con la expresión “lugares inferiores” también se designan las profundidades de la Tierra.
Pero ¿en qué se convirtieron esas profundidades después de las investigaciones hechas por la geología?
¿En qué se convirtieron, igualmente, esas esferas concéntricas denominadas “cielo de fuego”, “cielo de las estrellas”, después de que se verificó que la Tierra no es el centro de los mundos, que incluso nuestro Sol no es el único, sino que millones de soles brillan en el espacio, y que cada uno de ellos constituye el centro de un torbellino planetario?
¿A qué quedó reducida la importancia de la Tierra, perdida en esa inmensidad?
¿Por qué injustificable privilegio este imperceptible grano de arena que no se distingue por su volumen, ni por su posición, ni por un papel particular, habría de ser el único planeta poblado por seres racionales?
La razón se rehúsa a admitir la inutilidad de lo infinito, y todo nos dice que esos mundos están habitados.
Ahora bien, si están poblados, aportan también sus contingentes al mundo de las almas. Con todo, una vez más inquirimos, ¿ qué sucede con esas almas, puesto que tanto la astronomía como la geología han destruido las moradas que les estaban destinadas y, sobre todo, después de que la teoría tan racional de la pluralidad de los mundos las multiplicó hasta lo infinito?
Como la doctrina de la localización de las almas no puede concordar con los datos de la ciencia, otra doctrina más lógica demarca como dominio de ellas, no un lugar determinado y circunscrito, sino el espacio universal.
Se trata de todo un mundo invisible en medio del cual vivimos, que nos circunda y se codea con nosotros permanentemente.
¿Acaso hay en eso algo imposible, algo que se oponga a la razón?
De ningún modo. Por el contrario, todo indica que no puede ser de otra manera.
Pero, entonces, ¿en qué se transforman las penas y las recompensas futuras, si se suprimen los lugares especiales donde se hacen efectivas?
Tengamos en cuenta que la incredulidad en lo relativo a esas penas y recompensas está provocada, en general, por el hecho de que tanto unas como otras son presentadas en condiciones inadmisibles.
En vez de eso, afirmemos que las almas encuentran en sí mismas su dicha o su desgracia; que su destino se halla subordinado al estado moral de cada una; que la reunión de las almas buenas y afines constituye para ellas una fuente de felicidad; que, conforme al grado de purificación que hayan alcanzado, penetran y entrevén cosas que las almas groseras no captan, y entonces todo el mundo comprenderá sin dificultad.
( Continuará en el siguiente)
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DOLENCIAS CONGÉNITAS Y ABORTO

Otros microbios, sin embargo, no llegan a determinar la muerte, pero ocasionan malformaciones de extrema gravedad.
La gran polémica que se establece en algunos círculos, es relativa a la educación ética y moral de los abortos, que buscarían impedir la viabilización del nacimiento de un ser con expresivas malformaciones congénitas.
No nos referimos aquí a la postura legal, sino que se hará bajo un punto de vista filosófico, apoyado en los conocimientos de la doctrina palingenésica.
Del punto de vista de la ética médica, también encontraremos en cada país una flexibilidad de conducta, que va desde las más rigurosas a las más permisivas. Hay que considerar en este menester, que la influencia religiosa de diferentes religiones y grupos étnicos, determina sus diversas posiciones.
Bajo el prisma reencarnacionista ampliado por los conocimientos que el intercambio mediúmnico nos faculta, tendremos una óptica más amplia.
La gran cuestión es comprender ante la gran Ley Universal, el motivo por el que un padre o una madre recibirán en el nido doméstico a un deficiente físico.
Tomemos como ejemplo el caso de la Rubeola Congénita, cuyo razonamiento aproximado podremos extender a otras patologías. La Rubeola, que fuera del embarazo llega a pasar hasta desapercibida por la poca monta de los síntomas que origina, durante el primer trimestre de gestación es un verdadero terror para los padres.
Criaturas que nacen ciegas, o con defectos de naturaleza cardiaca o con limitaciones neurológicas, pueden venir con este virus que podría ser evitado con la vacuna aplicada después de los diez meses de edad, o hasta la época pre-nupcial.
Sucede, sin embargo, que la gran mayoría de las gestantes que contraen rubeola, aunque sea en el primer trimestre de la gestación, no presentan hijos con defectos; un porcentaje menor serán los afectados. ¿ A qué se debe esto ?.Siempre razonando y uniendo conceptos de la ciencia médica y la espírita, sabemos de la individualidad de cada organismo, como de cada espíritu. Cada ser provino de un huevo diferente de cualquier otro en la base del planeta. El manantial genético es específico y determinará la mayor o menor resistencia o fragilidad del embrión a la virulencia del virus.
Si es verdad que el daño físico transcurre de la programación de sensibilidad, conferida por la estructura del A.D.N., también es verdad que la predisposición del espíritu reencarnante está íntimamente ligada a este proceso. Ya estudiamos que la entidad reencarnante se fija a a energía vital del óvulo y atraerá entre los millones de espermatozoides, aquel que sintonizará con su merecimiento.
El Espíritu que ya vivió aquí en la Tierra numerosas veces, trae grabados energéticamente en núcleos de potenciación, los registros de sus adquisiciones anteriores y de sus desatinos.
Al unirse al óvulo, fijará en el mismo el patrón energético de su nivel evolutivo. Con la frecuencia de onda resultante, el óvulo atraerá a los genes, contenidos en el espermatozoide, los cuales tendrán las predisposiciones orgánicas consecuentes.
En resumen: El merecimiento del espíritu es el que determinará su inmunidad.
Con relación a los padres, los amigos espirituales nos esclarecen que solo tendrán hijos acometidos de malformaciones congénitas, aquellos que antes de renacer fueron preparados para esa circunstancia. Muchos padres, por la mayor visión del proceso evolutivo, solicitaron esta oportunidad para auxiliar a alguien que necesita pasar por esta prueba, como consecuencia de actos del pasado. Otros, no tan esclarecidos, fueron alertados por sus benefactores y amigos del plano extra-físico, del hecho que iría a ocurrir por los débitos comunes en que se vieron envueltos con aquel que ahora reciben como hijo.
Es de señalar que a nivel inconsciente, todos son trabajados por la espiritualidad, principalmente durante el sueño fisiológico.
La expulsión de la entidad reencarnante, solo determinará la gravedad de los débitos delante de la Ley Universal. Cuando hay necesidad, por razones kármicas, de que la familia viva la difícil situación de tener un hijo deficiente físico o mental, solo la aceptación del hecho podrá facilitar una asistencia espiritual más amplia. Los llamados abortos profilácticos o preventivos, en la situación enfocada aquí. desde que la gestación sea biológicamente viable, agrava profundamente la ya difícil situación del trío familiar.
Considerando que la tensión emocional es bastante influyente sobre el psiquismo del Espíritu en vías de renacer, recordaremos el hecho de que numerosas gestantes que han tenido rubeola al inicio del embarazo, tienen hoy a sus hijos perfectamente saludables.
Debemos tener fe y amor.
- Ricardo di Bernardi- ( Gestación: Sublime intercambio)
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EL ALMA DEL CLON
Pero, ¿El Clon tiene Alma?

No hay duda de que La
clonación humana es una de las grandes discusiones del momento, intensificada,
sobre todo, después que los investigadores Severino Antinori y Panayotis Zavos
declararan, el 7 de agosto de este año, ante la Academia Americana de Ciencias,
en Washington, que están listos para copiar seres humanos.
De hecho, desde
1996, la clonación humana quedo mucho más próxima, con el nacimiento de la
oveja Dolly, el primer clon mamífero, obtenido a través de la técnica
desarrollada por el Instituto Roslin, en Escocia.
Cuando
hablamos de clonación humana es preciso resaltar que estamos refiriéndonos a
dos modalidades: la reproductiva, que produce bebés que son xerocopias de seres
ya existentes, y la clonación terapéutica, que elabora embriones humanos con la
finalidad de fabricar tejidos orgánicos diversos. En esta último caso, las
células tronco, conocidas como "semillas de vida", presentes en los
primeros catorce días del desarrollo embrionario, son empleadas en la formación
de tejido nervioso, pancreático, muscular, etc., con la finalidad de curar
enfermedades, como, por ejemplo, el mal de Parkinson, la diabetes, el músculo
infartado.
En los
últimos meses, miles de religiosos y especialistas vienen reuniéndose, en
varias partes del mundo, para discutir esos avances de la ciencia y sus
complicadas cuestiones éticas.
Para
nosotros, espíritas, las preocupaciones no son diferentes y precisan ser
discutidas. ¿El hombre tiene el derecho de hacer copias humanas? ¿De manipular
embriones? ¿El clon posee alma?
Algunas
respuestas son más fáciles, otras no tanto, exigiendo una madura reflexión,
libre de preconceptos y fanatismo.
Con relación
a la cuestión espiritual: Antes de responder si el clon tiene o no alma, es
preciso definirlo y recordar el proceso por el cual se pretende copiar seres
humanos.
El clon es un
ser vivo que tiene la misma constitución genética de otro.
Clonar, por
lo tanto, significa hacer xerocopias de seres vivos. Hace miles de años, la
naturaleza nos brinda clones humanos auténticos - los gemelos univitelinos -
portadores del mismo genoma.
En la Clonación
artificial, se hace la reproducción asexuada de un ser, manteniendo su carga
genética. Para fabricar a la famosa oveja Dolly, fueron necesarias tres ovejas. Una de ellas,
la negra, donó el óvulo o gameto femenino, del cual se retiró el núcleo; en el
lugar de este, se introdujo el núcleo de una célula mamaria adulta, retirada de
otra oveja, la blanca, que se deseaba clonar. Por procedimientos técnicos
especiales, se llevó esa célula recién-formada, al estado embrionario inicial,
obteniéndose un embrión que fue trasplantado en el útero de una tercera oveja,
que dio a la luz a la famosa oveja.
En líneas
generales, ese mismo proceso, está siendo pensado para la clonación humana.
Sin duda,
Dolly tiene alma, o mejor, tiene principio inteligente. Si así no fuera no
sería un ser vivo. En la clonación humana, el raciocinio es el mismo. Basta
recordar la enseñanza básica: "todo niño que ha sobrevivido a su
nacimiento, tiene forzosamente encarnado en él un Espíritu", de lo
contrario, “no sería un ser humano”. (El Libro de los Espíritus, pregunta 356
b). Así, si la clonación humana fuera un hecho, ciertamente, no producirá
robots, sino seres auténticos. ¿ Cual es el factor que atrae al Espíritu al
proceso reencarnatório? El principal de ellos es la sintonía magnética que
funciona tanto en la reencarnación normal como en la clonación.
“Cuando un
Espíritu debe encarnar en un cuerpo humano en vías de formación, un lazo
fluídico, mera extensión de su periespíritu, lo une al germen hacia el cual se
siente atraído por una fuerza irresistible, desde el momento mismo de la
concepción", afirma Kardec (La Génesis, capítulo 11). Esta fuerza
irresistible es el magnetismo.
En verdad,
para reencarnar, basta el magnetismo de los padres, aliado al fuerte deseo del
Espíritu reencarnante (ver “Entre la Tierra y el Cielo”, cap. 28). No se puede
olvidar que la “sintonía magnética” no obedece a las leyes clásicas de la
Física, sino está relacionada a la comunicación no local, que no depende del
espacio y del tiempo.
En la
clonación, los científicos llevan los genes de una célula adulta al estado
embrionario, con eso, las moléculas de ADN comienzan a vibrar como un diapasón,
repletas de poder magnético, constituyéndose, juntamente con el citoplasma del
óvulo, en un verdadero polo de atracción para el Espíritu.
Con respecto
a los problemas de la clonación: Vimos que el clon humano puede tener éxito; el
Espíritu puede reencarnar si las condiciones son favorables. Esto, sin embargo,
lleva a otra pregunta: ¿El clon humano es defendible?
De entrada, es
preciso resaltar que la clonación es una técnica muy ineficiente, con un alto
índice de fracaso. Para fabricar a Dolly, fueron hechas 277 tentativas, con un
único éxito. Y aun así, ella ha envejecido precozmente; a pesar de tener cinco
años, sus células son equivalentes a la de una oveja de 12 años, exactamente la
edad de la oveja cuyo ADN fue utilizado en la experiencia.
En cinco años
de clonación de mamíferos, hay menos de 50 animales clonados, lo que representa
muy poco para la investigación científica. En ese periodo, han sido incontables
las malformaciones, crías que nacen con enfermedades congénitas o se enferman
inmediatamente; algunos viven con serias limitaciones y muchos son
sacrificados.
La única
manera de llegar a la perfección en la clonación es por la práctica, por la
repetición, por la tentativa y el error; esto viene siendo hecho en animales,
utilizándose, ampliamente, el aborto y la eutanasia. Y con embriones humanos,
¿como será?
Severino
Antinori dice que practicará el aborto en todos los casos necesarios, porque es
legal en el país donde pretende trabajar. Y la eutanasia, ¿la aplicará también?
Los
especialistas calculan que serían necesarios mil clones de animales, con
acompañamiento de 50 años para poder afirmar que la clonación humana es segura.
Desde el
punto de vista espiritual, la clonación de animales viene indicando que hay
problema con el fluido vital, porque los seres clonados envejecen precozmente.
Así, no son sólo los problemas biológicos a ser considerados, sino también los
relativos a los diversos envoltorios del Espíritu, los cuales, a rigor,
presiden la formación corpórea.
El hecho es
que la utilización del aborto y de la eutanasia, en las experiencias de
clonación, demuestran el irrespeto a la vida. Y el científico espírita debe
abstenerse de trabajar bajo tales condiciones.
La realidad
es que es muy temprano para clonar humanos, no sólo del punto de vista de la
Ciencia, sino también de la evolución espiritual de los terráqueos, que
necesitan, urgentemente, de mayores progresos en el campo del sentimiento.
Extraído del boletín SEI editado por el Hogar Fabiano de Cristo.
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Sebastian de Arauco.
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