EL EGOISMO
4º--No es necesario tener mucho conocimiento en psicología para percibir que la fuente de todos los vicios que caracterizan la imperfección humana es el egoísmo. De él dimanan la ambición, los celos, la envidia, el odio, el orgullo y toda clase de males que hacen infeliz a la Humanidad, por las amarguras que producen, por las disensiones que provocan y por las perturbaciones sociales a que dan oportunidad. Lo vemos manifestarse en este mundo bajo las más variadas formas: Egoísmo individual, Egoísmo familiar, Egoísmo de clase, Egoísmo de raza, Egoísmo de nación, Egoísmo sectario. En su aspecto individual, se funda en un sentimiento exagerado de interés personal, en el cuidado exclusivo de sí mismo, y en el desamor a todos los demás, inclusive a los que habitan bajo su mismo techo, los cuales, no es raro, son los primeros en sufrir sus efectos.
El egoísmo familiar consiste en el amor a los padres, hermanos hijos, en fin a aquellos que están unidos por el lazo de la consanguinidad, con exclusión de los demás. Limitados por ese espíritu de familia, son muchos, aún, los que desconocen que todos somos hermanos (porque somos hijos de un solo Padre celestial), y se afanan a cualquier expresión de solidaridad fuera del círculo restringido de la propia parentela. El egoísmo de clase se hace sentir a través de los movimientos reivindicativos tan en boga en nuestros días. Ahora es una clase profesional que entra en breve, ahora es otra que promueve disensión, o son servidores públicos que presionan a los gobiernos a fin de forzar la atención a sus exigencias, actuando cada grupo solamente en función de sus conveniencias, sin atentar al equilibrio y a los sacrificios que eso pueda costar a la colectividad.
El egoísmo de raza es responsable, también, de una serie de dramas y conflictos dolorosos. Que lo digan los negros, víctimas de crueles discriminaciones en varias partes del mundo, así como los enamorados que, en tan gran número, no pudieron ser marido y mujer, en consonancia con los anhelos de sus corazones, porque los prejuicios raciales de sus familiares hablaron más alto, impidiendo llevar a cabo sus sueños de felicidad. El egoísmo de nación es el que se disfraza o se esconde bajo el rótulo de “patriotismo”. Los habitantes de un país, con el pretexto de engrandecer su patria, invaden otros países, esclavizando a sus pueblos, destruyendo su nacionalidad, generando, así, odios insospechables que, antes o después, han de explotar en nuevas luchas sangrientas.
El egoísmo sectario es aquél que transforma a creyentes en fanáticos, a cuyos ojos sólo su iglesia es verdadera y salvadora, siendo, todas las otras, fuentes de error y de perdición, fanáticos a los cuales se les prohíbe oír o leer cualquier cosa contraria a los dogmas de su organización religiosa, a los cuales se les prohíbe auxiliar a instituciones de asistencia social cuyos dirigentes tengan principios religiosos diferentes a los suyos, y a los cuales se les inculca ser un deber de conciencia defender tan gran escasez de sentimientos. Ese tipo de egoísmo es, seguramente, el más funesto, por revestirse de un fanatismo religioso, obstaculizando que los ingenuos y desprevenidos lo reconozcan por lo que es, en realidad.
Fue ese egoísmo sectario el que, en el pasado, promovió las llamadas guerras religiosas y la “santa Inquisición”, de tan triste memoria, infligiendo torturas y muertes tormentosas a centenas de millares de hombres, mujeres y niños, y, aún hoy, despierta, alienta y mantiene la animosidad entre millones de criaturas, retardando el establecimiento de aquella Fraternidad Universal que Cristo vino a preparar con su Evangelio de Amor. ¡El Espiritismo, por la poderosa influencia que ejerce en el hombre, haciéndolo sentirse un ser cósmico, destinado a ascender por el progreso moral a las más esplendorosas moradas del Infinito, es el más eficaz antídoto al veneno del egoísmo; practicarlo es, pues, seguir el camino de la Evolución y prepararse un futuro incomparablemente más feliz!
(Cap. XII, preg. 913 y siguientes. El Libro de los Espíritus)
Rodolfo Calligaris
Extraído del libro “Las leyes morales”
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LA AMISTAD ES EL AMOR SUBLIMADO
Nacer y morir son dos situaciones que deberían ser encaradas por los encarnados como una cosa normal.
La persona, para nacer, recibe ayuda de personas especializadas; en mi época de vida, eran parteras dispuestas a la llegada de una vida.
Allí era cortado el cordón umbilical, la criatura respiraba por sus pulmones y comenzaba una etapa reencarnatoria; más experiencias, más vivencias, el rescate de deudas, y el asimilar conocimientos, y la vida era recibida, en su gran mayoría, con manifestaciones de alegría. Era un bebé que llegaba, era una vida nueva.
Cuando la persona desencarna, tiene los mismos preparativos que cuando nace; ella parte para el mundo espiritual.
Así como existe para los que nacen, el cordón umbilical, también existe en el plano espiritual el cordón fluídico, sea cual fuere la forma por la que la persona desencarnó, con excepción de las muertes violentas o el suicidio, que cuando no sucede en el tiempo previsto, el cordón fluídico se rompe con violencia, pues allá existen los mismos aparatos que acá. Cortar el cordón fluídico, la importancia de ese seccionar del cordón fluídico para que el espíritu permanezca en un mundo espiritual sin aquella fuerza vital que le puede traer algunos disturbios.
Es la misma técnica que para nacer, porque si usted no corta bien el cordón umbilical, o lo deja sin cortar, la criatura puede desangrarse . Entonces, la vida material depende de ese cortar del cordón, como la vida espiritual, en su equilibrio, depende de ese cortar del cordón fluídico.
Mas el ser humano encara la vida como una promesa y el desencarne como una fatalidad. El desencarne material programado, aquel desencarne que es el cese de la prueba y es visto en el plano espiritual con mucha alegría por aquellos que se encuentran en el más allá, pero con mucha tristeza cuando alguien parte por accidente, por invigilancia o por suicidio, porque sabemos que en esos casos, a la criatura, su fluido vital se le va escapando con gran sufrimiento y no tendrá toda aquella preparación para terminar con su energía vital y la ayuda: esta persona, entonces, quedará dejada a su propia suerte, porque se rebeló contra los designios divinos y contra el dolor que ella misma programó para sí.
Porque si nosotros sufrimos, si lloramos, si pasamos por pruebas difíciles, si el desespero nos golpea la puerta del alma, todo eso fue conquistado por nuestra voluntad, con nuestros esfuerzos, con nuestras opciones de vida como resultado de nuestras decisiones tomadas en vidas pretéritas.
Existen aquellas vidas en que en la propia carne, la persona va complicando su cuadro kármico, con actitudes, con vicios, con imprevisión, con liviandad, con deshonestidad, con indignidad, todo eso son agravantes serios para la criatura que ya trae una programación reencarnatoria, dificultades para ser superadas, y todo eso representará también agravantes muy serios en el plano espiritual para la persona que vino a rescatar o que lleva en su bagage algunas cuentas para saldar.
En general, el saldo aún queda deudor.
Sabemos cuan dificil es enfrentar el mundo con sus luchas, tomar las decisiones acertadas, en los momentos más imprevistos.
Nosotros estamos junto a todos vosotros, sentimos el dolor de todos vosotros, compartimos este dolor y procuramos aminorarlo cuanto sea posible, pero respetando siempre el dolor de cada aullido, porque si nosotros no respetamos ese trazado kármico, estaremos impidiendo crecer a las personas que amamos.
Una criatura aprende a escribir con su propia mano, ella no aprende a hacerlo con la mano de la madre o del padre.
La madre que hace los ejercicios del hijo, no está ayudando a su hijo; ella tiene que ayudar al hijo a superar sus dificultades, enseñándolo a estar presente, a tener un tono manso, no aquel traumático y agresivo, no un tono del castigo sino un tono de apoyo, para que el hijo aprenda sin traumas, adquiera conocimientos de forma agradable.
Pero la criatura tiene que hacerlo por ella misma, tiene que amontonar conocimientos, tiene que incorporar en su cerebro informaciones que obtiene en el curso que está realizando, y en el curso de la vida, las experiencias naturales de todo espíritu en desarrollo.
Por esto, hacer grandes dramas delante de la muerte solo complica el cuadro kármico de aquellos que están en la Tierra y el de aquellos que partieron, porque la nostalgia desequilibrada, el amor desajustado, provoca sufrimientos enormes, incluso para aquellos que ya estuvieron en 5 colonias, ya están en hospitales y enfermerías.
Ellos pasarán por convulsiones, espasmos violentísimos, pasan días y horas en la inconsciencia, recibiendo solamente aquellas emanaciones envenenadas de la Tierra.
Por eso, en relación a aquellos que partieron de una forma violenta, desajustada o suicidio, no se debe pensar en imágenes negativas que ellos dejaron.
Se debe pensar en los instantes en que ellos fueron felices, se debe pensar en momentos jubilosos, en los instantes dolorosos, para que ellos tengan fuerza y se alimenten de esas energías sanadoras que son emitidas por el pensamiento.
Bendito aquel que sabe orar por los que partieron, porque nosotros sabemos la terapia de apoyo que representa, incluso para los desajustados en el mundo espiritual, A veces nos encontramos con ellos, en los corredores radiantes, felices, y les preguntamos:
¿ Por qué estás tan feliz?
- Recibí hoy una oración de una persona amiga. Y esa noticia me causo mucho placer.
Entonces, cuando alguien está dando una clase, impartiendo una conferencia o recibiendo una terapia, y llega aquella vibración buena, ahí es proyectado en los telones de la oración, lo que nosotros llamamos telas de oración, en donde es proyectado el rostro de la persona. Muchas veces ellos lloran.
- ¿ Por qué esta persona que yo no conozco está orando por mi?, ¿ Por qué no están orando por mi mis parientes, mis hijos, mis amigos?
En aquel instante él percibe, el ser que está recibiendo la oración, que realmente la amistad no está ligada a los lazos biológicos, la amistad y el amor sublimado en su más alta esencia divina. La amistad es el sentimiento más puro que envuelve la Tierra.
Amor y pasión pasan en varias experiencias reencarnatorias, pero la amistad son los compañeros de siempre, en las alegrías de siempre.
Autor: Bezerra de Menezes
Psicografia de Shyrlene Soares Campos
(Tomado de la Revista Verdad y Luz )
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¿El
desarrollo mediúmnico puede acompañar
con síntomas físicos ?
Son
muchos y variados los síntomas que presenta la mediumnidad en cada
caso. Hay quien es médium sin saberlo, pero sin embargo para muchas
personas este desarrollo supone toda una serie de trastornos físicos
y mentales, sufrimientos, desarmonías, cambios emocionales,
desequilibrios, escalofríos, malestares, taquicardias, síntomas de
resfriado, colapso, ansiedad y hasta enfermedades y dolores físicos
punzantes e intermitentes en muy diversas partes del cuerpo, y sin
tener una causa aparente.
Estos síntomas resultan
típicos ante la presencia cercana de espíritus que mediante la
aproximación al aura espiritual del médium en desarrollo, le
transmiten su desequilibrio o sus padecimientos por su deplorable
estado en el plano del más allá en donde se encuentran; sin embargo
otras veces estos síntomas no son causados propiamente por entidades
espirituales, sino por la propia expectativa mental y anímica del
médium.
También,
como síntoma del desarrollo mediúmnico que supone una especial
sensibilidad, pueden notar las sensaciones y dolores que sienten o
padecen otras personas cercanas. El médium que desconoce esto cree
estar enfermo, deprimido, etc, cuando en realidad solo está
reflejando el estado físico o anímico de alguna persona o espíritu
cercano.
En
muchos casos estos mediums incipientes, cuando se concentran no
saben diferenciar entre sus propias emociones y sensaciones, y las
que experimentan ajenas a ellos, debido a no tener sus centros
psíquicos lo suficientemente entrenados y disciplinados.
Todos
estos síntomas, como se ha señalado, pueden significar que se están
llevando a cabo aproximaciones de Seres espirituales que con su
presencia afectan y estimulan la mediumnidad en desarrollo.
Esto
se explica porque todas las personas tenemos alrededor el aura o
campo de energía psíquica y física que se mezcla aun sin
notarlo, con el de otras personas o Espíritus. En el caso del
médium, este expande involuntariamente su campo de energías,
facilitando así también el contacto psíquico con Seres
espirituales, generalmente desencarnados, que sintonizan la vibración
de sus auras con la de él. Cuando existe la suficiente afinidad
vibratoria, esta relación y comunicación se establece a través del
campo energético de los Periespíritus de ambos Seres: el del
médium y el del Ser espiritual que se manifiesta. Por eso si un
Espíritu en desarmonía se comunica con el médium, lo primero que
le transmite es su vibración negativa, causándole sensaciones
desagradables por este motivo.
Esto
se puede evitar cuando el médium mantiene una tónica moral
vibratoria elevada, y pidiendo auxilio, al menor síntoma, a su
Ayuda Espiritual o espíritu guía que le protege durante toda su
vida, porque si no se puede dejar vía libre para que cualquier
Espíritu indeseado cree lazos con él.
Hay
también otros síntomas de este despertar mediúmnico, como por
ejemplo sentir presencias más o menos desagradables, o percibir
interferencias en los pensamientos como si conversase alguien, e
incluso oír voces en el interior, o sentir inclinaciones y deseos
extraños, o ver fugazmente algo que desaparece al momento.
A
veces se siente sobre el rostro o las manos, la expresión o los
gestos de otra persona, hasta el punto de llegar a notar que sus
pensamientos son de otro Ser. La persona que esto siente debe de
intentar controlar su mente, pedir ayuda y no dejarse dominar por lo
que siente, consciente de que eso no es de él.
El
médium en desarrollo si no consigue saber dominar en cualquier
momento las influencias negativas que le lleguen, no podrá ser un
buen médium y los comunicados de los espíritus que a través de él
se manifiesten serán poco fiables.
Existen
casos en que el desarrollo de la facultad es bastante más rápido
después de la liberación de un Espíritu obsesor que durante un
tiempo haya estado ligado a la persona, perturbándola y haciéndola
sufrir. Cuando hablemos de la Obsesión entraremos en más detalle;
ahora basta añadir que estos casos de interferencias espirituales
de una vibración inferior, suelen suceder con el propósito
acelerar el desarrollo mediúmnico.
Al
médium en formación se le puede ayudar también en su desarrollo,
con la aplicación de “pases magnéticos” que reciba,
recibiendo con ellos la necesaria energía vital y psíquica que
facilita su desarrollo y activa los chacras, elevando su tónica
vibratoria. Esto es especialmente útil en niños, que así se
sienten más reforzados.
La mayor parte de las
veces, la mediumnidad suele ser una prueba para el Espíritu del
médium, lo cual le resulta también una expiación que al mismo
tiempo le sirve para impulsar enormemente su propia evolución,
porque con este valioso instrumento que es la mediumnidad, se puede
ayudar a Entes desencarnados sufridores o ignorantes, lo que
facilita el ejercicio de la caridad por parte del médium.
Por último, no envidiar a
ningún médium en su facultad, pues casi siempre es señal de que
con ella están saldando una deuda de su pasado como espíritu, y un
pasado de errores y deudas no es precisamente envidiable, porque si
se envidia su facultad, se envidia la causa que la motivó.-
Jose Luis Martín
“Muchos
sufrimientos derivan a veces del esfuerzo por forzar su prematuro
desarrollo; quien así los posee es a menudo alucinado por engañosos
espíritus, o llega a envanecerse y piensa que no puede equivocarse;
y en cualquier caso, el tiempo y la energía que su adquisición
requiere, podrían haberse empleado en trabajar por los demás”.
-Krishnamurti-
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MIEDOS INFANTILES
Existen criaturas que tienen miedos inexplicables.
Sin que nadie las haya amedrentado con figuras monstruosas, con la oscuridad o
ahogamientos, ellas demuestran temer a la oscuridad, al mar, el rio, a las
armas.
Se atemorizan y corren asustadas para el cuello de los padres, o quedan
paradas, llorando escandalosamente, frente a determinadas situaciones.
Hay hasta incluso bebes que duermen tranquilos en el
regazo materno. La madre les deja dormiditos, los besa con dulzura y los cubre,
llena de cariño.
Mientras tanto, en cuanto ella sale del cuarto y apaga la luz, ellos despiertan en gritos,
con tremendo temor, demorando para calmarse, en la secuencia.
Algunas criaturas tienen dificultad con la oscuridad. No
consiguen entrar en un local a oscuras, aun mismo que estén acompañadas.
Registran su descontrol agarrándose a las manos de quien están con ellas y aun
mismo así, lloran, piden con insistencia que se encienda la luz.
Algunos padres, deseosos de que sus hijos crezcan sin
miedo, los obligan a enfrentar tales situaciones, llamándolos maricas, bobos, y
otros adjetivos aun más infelices.
Obligan al hijo a entrar en una sala oscura y tomar algún objeto, a propósito, enojándose
si la criatura llora, grita o no hace lo que le piden.
Para vencer el miedo al agua, se adentran en el mar, en el rio, o en la
piscina con el hijo en los brazos, obligándolo a quedar allí. La criatura llega
a la desesperación, arañando y gritando asustada.
Los miedos infantiles de ese orden no son fruto de esta
vida, en vidas anteriores, es que son registrados desde los primeros meses, sin
ninguna explicación razonable del ahora.
Son registros que el espíritu trae, de vidas anteriores,
por haber sufrido algún mal, tal vez hasta la muerte, en lugares oscuros o en el agua. Quién sabe
si sufrió algún derrumbamiento, quedando a oscuras por algún tiempo hasta
consumar la muerte física.
O tuvo la muerte
por agotamiento, algunas veces por imprudencia propia.
Es porque tales miedos infantiles nos merecen todo
respeto y cuidado.
La criatura deberá ser llevada, poco a poco, con
extremado cuidado, a entender que ahora está segura.
Los padres podrán asegurarle esto, muchas y muchas veces,
diciendo que la amana y la protegerán. Que el no precisa temer la oscuridad,
que ella desaparece cuando encendemos la luz.
Llevarla al mar, para mojar los pies descalzos,
saltar en la arena, y poco a poco, ir hablándole de la necesidad de la
prudencia más, también, que no hay motivo para tanto miedo.
Quizás llevar al hijo a la piscina y quedar con
él, incentivándolo asaltar en el agua.
Jamás, en ninguna circunstancia, reírse de sus temores o
calificarlos de forma negativa.
Son problemas muy profundos del espíritu y de forma
delicada, cuidadosa y profunda deben ser trabajados.
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El hijo que nos
llega es siempre un espíritu pidiendo ayuda para su crecimiento interior.
Confía en nosotros y por esto nos toma por padres.
No le faltemos en los momentos más importantes.
Ayudémoslo a superar sus dificultades, con calma.
No nos importe el aplauso del mundo, ni si el no
ostentara jamás las medallas del
hombre corajoso o del mejor nadador. Lo
importante es que se torne un hombre equilibrado superando las dificultades una
a una, seguro y feliz.
Redacción
de Momento Espírita
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Niños enfermos
Abrigas en los brazos al pequeño robusto que el hogar te trajo y con razón te enorgulleces de esa perla viviente. Los dedos recuerdan a los pimpollos cuando se abren, los ojos son portadores del fulgor de los astros, los cabellos parecen guedejas de luz y la boca es semejante a un estuche nacarado en el que tus besos tiernos desfallecen de amor.
Consérvalo junto a tu pecho como un tesoro celestial, pero tiende compasivamente las manos a los niños enfermos, que arriban a la Tierra como lirios deteriorados por el granizo del sufrimiento. Para muchos de ellos el día luminoso está todavía muy lejos…
Son aves ciegas que no reconocen su propio nido, pájaros mutilados que mendigan socorro en los rincones sombríos del bosque del mundo… A veces parecen ángeles clavados en la cruz de un cuerpo paralítico o muestran, en la mirada, la profunda tristeza de la mente obnubilada por densas tinieblas.
Habrá quien diga que deben ser exterminados para que los hombres no se inquieten; no obstante Dios, que es la Bondad Perfecta, nos los confía hoy para que la vida, mañana, se yerga más hermosa.
¡Delante de tu hijito favorecido por el confort, piensa en ellos!… Son nuestros otros hijos del corazón, que al regresar de las existencias pasadas nos mendigan comprensión y cariño, a fin de desembarazarse de las deudas contraídas consigo mismos… Entretanto, no aguardes de ellos ruegos de compasión, puesto que por ahora saben solamente padecer y llorar.
¡Enternécete y auxílialos cuanto puedas! … Y cada vez que les ofrezcas una hora de asistencia o una migaja de servicio, el lecho abrigado o la mamadera, la prenda de vestir o la caricia del talco, percibirás que el júbilo del Bien Eterno envuelve tu alma con el perfume de la gratitud y la melodía de la bendición.
Meimei
Médium Francisco Cândido Xavier y Waldo Vieira
Extraído del libro “El Espíritu de la Verdad”
Traducción al castellano: Marta Haydee Gazzaniga
Médium Francisco Cândido Xavier y Waldo Vieira
Extraído del libro “El Espíritu de la Verdad”
Traducción al castellano: Marta Haydee Gazzaniga
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