NOSTALGIA
De todos los dolores de la Humanidad, posiblemente el más aflictivo sea el que es a causa de la separación de los afectos por el fenómeno de la muerte.
Aunque todos sepamos que la muerte es la etapa final de los que viven en la Tierra, no nos preparamos para recibirla. Es por eso que ella siempre nos sorprende, apretándonos el corazón en una tortura moral.
Para los que acompañan el féretro hasta lo que denomina la última morada del cuerpo, el momento debería ser de serias reflexiones.
¿ En qué consiste ese final más allá del túmulo?. ¿ Para donde van las almas de los que se fueron abrazados por el sueño de la muerte?. ¿ Cómo diluir el dolor de la separación?.
Que existe vida más allá de esta existencia ya fue suficientemente comprobado.
Sea por la revelación religiosa que, desde tiempos inmemoriables se refiere al Espíritu inmortal, sea por avance de la ciencia médica y psicológica que presentó estudios varios, concluimos por admitir la existencia de un mundo invisible, en donde viven los que dejan el cuerpo carnal.
Jesús, el Excelso Maestro,probó mas de una vez que la muerte es una ilusión de los sentidos físicos. En el Tabor al transfigurarse ante el mirar atónito de Pedro, Santiago y Juan, se presenta teniendo al lado derecho e izquierdo las figuras venerables del Legislador Moisés y del Profeta Elías.
Estos, habían vivido entre los hebreos hacía muchos siglos. Con todo, allí se presentaron tan vivos, que Pedro propuso levantar las tiendas para que ellos las habitasen allí mismo, en el Monte Tabor.
Jesús, después de Su muerte en la cruz, se presentó a los apóstoles y a los discípulos varias veces, en ambientes cerrados y al aire libre, demostrando que proseguía vivo.
Tenemos la prueba de que prosiguen vivos,en sueños en los que nos encontramos con ellos, cambiamos confidencias y amenizamos las nostalgias.
Esas son las experiencias individuales de todos nosotros.
A pesar de todo, la nostalgia se alarga en los días, tanto más fuerte cuanto más se demoran los meses y se amontonan los años.
Por eso, solamente la oración puede amenizar la larga espera. Caudo oramos a Dios por los que partieron, ellos sienten las vibraciones, como si fuesen abrazos de cariño y, enla misma intensidad, los retribuyen mediante los hilos del pensamiento.
Un día, tendremos que reencontrarnos en la Espiritualidad, cuando traspasemos los umbrales de la muerte.
Entonces, diremos adiós a los que permanecen, para recibir un ¡ Hola, ya llegaste!, de los que nos precedieron y nos vienen a recibir en el portal de la tumba.
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El Dr.Raymond Moody Jr. escribió varios libros acerca de sus investigaciones del fenómeno de la subrevivencia a la muerte física.
Son relatos de criaturas que tuvieron experiencias de casi muerte y volvieron contando lo que vieron de sus contactos, testimoniando así que la vida no se acaba en la tumba.
- Redacción de Momento Espírita-
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Espirita
Queridas hermanas del alma, queridos hermanos del corazón: Que permanezca con nosotros la admirable luz de Jesús Cristo.
El venerable apóstol Doctor Bezerra de Menezes me confió la tarea de encerrar este Encuentro, en nombre de los Espíritus – espiritas de América, homenajeando de esta manera a la mujer espirita.
Recuerdo los días luminosos en Gracia y Barcelona, de los momentos de júbilos con Colavida y Solanot, con Miguel Vives y Vives cantando el Evangelio de Luz, bajo la sabiduría e interpretación del Espiritismo. Desde aquella época, desde las prisiones barcelonesas, a donde yo iba a llevar la Doctrina liberadora, hasta este momento grandioso de divulgación internacional, hubo un crecimiento ponderable al respecto de la Verdad.
¡Espiritas! ¡Exultad! Cantad la gloria de la inmortalidad, recordando el pensamiento de Jesús Cristo al respecto del amor. Es necesario que no nos olvidemos del apoyo que Allan Kardec tuvo de su devotada esposa Amélie-Gabrielle Boudet, la dulce Gaby.
A la mujer espirita cabe la misión maternal de divulgar la Doctrina como si la Humanidad naciese en sus entrañas y ella tuviese que guiar a todos los seres humanos al aprisco de Jesús Cristo, el buen Pastor. A la mujer espirita cabe la honra de dignificar a la mujer que se hace objeto sexual y se olvidó de la maternidad triunfante para dejarse consumir con el aborto trágico y funesto, con los desvaríos del sexo desequilibrado, buscando negociar la vida por el momento de la ilusión…
A vosotros como a todos los seres humanos conscientes de la verdad, cumple luchar por el establecimiento de la gran transición regenerativa, facultando al ser que piensa su encuentro con Dios.
No más tinieblas de indolencia, no más persecuciones de la intolerancia religiosa, mas si, la música sublime de la fraternidad envolviendo a los pueblos en una sola familia bajo la protección paternal del Señor de la Vida.
Amados, agradecemos con lágrimas de justa emoción estos dos días de iluminación y de hosannas brindados por los Guías Espirituales en nombre del Maestro Jesús, fortaleciéndonos para la lucha de redención a aquellos que nos dedicamos al bien, mirando para el porvenir.
Que Dios nos proporcione la paz, la alegría permanente y el labor dignificante, son los votos de vuestra hermana del ramo de violetas, Amalia Domingo Soler.
(Mensaje psicofónico, en español, recibido por el médium Divaldo Pereira Franco en el cierre de la 3ª Reunión Ordinaria de Coordinación del Consejo Espirita Internacional para América del sur, día 11 de octubre del 2008, realizada en Lima, Perú.
Revista “Reformador”
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EXCESIVA
La credulidad excesiva es un mal, como lo es el escepticismo intransigente. Un buen discernimiento, una cierta educación científica son necesarios para determinar el origen verdadero y el verdadero valor de las comunicaciones y fijar la parte que hayan podido tener diferentes causas en la producción del fenómeno.
La autenticidad de los mensajes es a veces muy difícil establecerla.
El abuso de nombres célebres, de personalidades que tienen gran predicamento entre los hombres, preséntase con alguna frecuencia y se convierte en elemento de duda y de vacilación para lo observadores. Ciertas producciones, de una gran vulgaridad y de un estilo muy incorrecto, firmadas por nombres ilustres, son a propósito para despertad grandes sospechas, inclinando a muchos a considerar el Espiritismo como una grosera e inmensa mistificación. Mas, para el observador frío e imparcial, tales abusos demuestran únicamente una cosa; que el autor del mensaje no es siempre el que dice ser. En el mundo invisible, lo mismo que entre nosotros, hay espíritus dado a la mentira, siempre dispuestos a honrarse con títulos y con méritos que no son suyos, con el único fin de impresionar al vulgo.
Hemos de dar, pues, mucha más importancia al fondo mismo de la comunicación que al nombre y a la firma. Por la obra hemos de juzgar al obrero. Los espíritus más elevados, para darse a conocer, antes que los nombres que llevaron en la Tierra, suelen adoptar términos alegóricos.
En principio, los nombres y los títulos no tienen en el más allá la importancia que les damos nosotros. Los juicios del espacio no son ciertamente los mismos de la Tierra, y muchos nombres que brillan esplendorosos en la historia humana se eclipsan del todo en la otra vida.
Las obras del orgullo gozan allá de muy poca consideración; solamente las obras del sacrificio, de caridad y de amor constituyen en la otra vida títulos duraderos, y no siempre los que las hicieron han dejado su memoria entre los hombres. Han podido pasar oscuramente, tal vez desconocidos aquí abajo; pero la luz divina ha consagrado su existencia, y su alma irradia con esplendor que están lejos de igualar otros espíritus tenidos por grandes entre nosotros.
León Denis
En lo Invisible
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Saludos de Merchita
Jueves,28 de Abril de 2016
Queridos amigos, hola buenos días, una de las primeras y más inmediatas consecuencias del conocimiento espirita es la valoración de la vida.
La vida es un regalo, un don divino, que no siempre es valorado. El mundo no es bueno ni malo, sino es el resultado de lo que el hombre ha hecho de él.
Hay belleza y maldad en todas partes, de acuerdo con la capacidad y estado interior de quien observa las manifestaciones.
Con el conocimiento de la Doctrina Espirita, que demuestra la procedencia y el destino del ser, hay una ética moral envuelta en el sentido de la vida, donde se nos dice que la vida debe ser considerada desde un punto más elevado, y, por lo tanto superior. Que la Tierra es una escuela donde se desarrolla el progreso espiritual de la criatura.
El hombre no es una marioneta sin valor en manos de un destino, sino que transformándose en un ser actuante, con definidos compromisos que lo alcanzan hasta llegar al último punto de su proceso evolutivo…
El dolor es el resultado de su propia elección, de la preferencia que tiene por ampliar sus conquistas intelectuales y morales: ya sea con el esfuerzo y obediencia a las leyes que rigen la vida, y que son inmutables, o por medio de caídas y erguimiento, pero con la carga de perjuicios que son el efecto natural.
La vida es una oportunidad de valiosos aprendizajes que el Espíritu incorpora al mecanismo evolutivo, donde comprendemos que el error es un accidente en el camino de su felicidad y que le enseña lo que debe hacer, y como hacerlo en su beneficio personal, valorando cada paso que le aproxima a la meta final.
La vida a través de la visión optimista del Espiritismo, adquiere la dignidad que merece, inspirando amor por ella, sea por medio del mismo amor a todas las cosas que la constituyen y representan, sea porque solamente de esa forma merece ser aprovechada en beneficio de todos.
Todo lo que se hace por la vida, esta lo devuelve exactamente igual. Es decir, es decir que siempre se cosecha según sembramos lo que es muy digno, porque nadie se transforma en un ser parasito o perjudicial sin que deje de sufrir las consecuencias de su comportamiento.
La ascensión moral, cultural y espiritual es un desafío al alcance de todos, especialmente de aquellos que valoran las oportunidades que se le presentan en lo cotidiano, propiciándoles la liberación de las cuitas que predominan en las etapas más bajas del proceso evolutivo del ser.
La conciencia espirita brinda al hombre responsabilidades morales que le propician la elevación de los sentimientos, el culto de los deberes y la tranquilidad personal.
El sentido de la vida es aproximar a la criatura a su Creador, por medio del bien que se encuentra presentes en todos, como semilla divina que aguarda el sol del amor para germinar y crecer, hasta alcanzar la plenitud a que está destinada.
- Merchita -
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