martes, 15 de julio de 2025

Sesión mediúmnica: Dos encarnaciones y un solo deseo

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- El verdadero espírita

2.- ¿ Cómo puede el Espiritismo mejorar tu vida ?

3.- Los milagros y el Espiritismo

4.-Sesión mediúmnica: Dos encarnaciones y un solo deseo

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EL VERDADERO ESPIRITA

Jamil Salomion

  

“El espirita es reconocido por el esfuerzo que hace para su transformación moral y para vencer sus tendencias hacia el mal.” – Allan Kardec

 

El verdadero espirita, es aquél que acepta los principios básicos de la Doctrina Espirita.

Cuando se pregunta al practicante: ¿Usted es espirita? Comúnmente responde: “Estoy intentando”. En verdad, la respuesta debería ser sin vacilación: ¡Soy espirita!

En cuanto al hecho de ser perfecto o no, el calificarnos moralmente, ese es otro asunto, que no exime al que profesa la doctrina, de ser incisivo en su respuesta.

 En este punto, el practicante no tiene que dudar su definición, visto que Allan Kardec fue claro en su esclarecimiento, al afirmar que se reconoce el espirita por su esfuerzo, por su transformación, y no por sus virtudes o presuntas cualidades, difíciles de encontrar en habitantes de este planeta.

Lo que pasa con frecuencia, ya sea un principiante o uno de los más antiguos, es que es más cómodo, no asumir una postura responsable y permanecer con un pie en la canoa y otro el en tierra.

Se admite en determinadas ocasiones, que se quiera dar una demostración de modestia, pero que no se justifica, bajo el punto de vista de una definición personal.

A propósito, recuerdo haber oído en una emisora de radio en Sao Paulo, Brasil, un pronunciamiento de un padre católico, al referirse a los católicos, que frecuentan los Centros Espiritas para recibir los habituales Pases y la “agüita fluidificada” y pasan la vida sin tener la mas mínima noción de que representa el Pase y el agua. Para esos medio-aquí-medio-allá, el mencionado reverendo, los denominó de “catóritas”. ¡Gracioso, no!?

¿Cómo llamar entonces a los espiritas que se dedican a los trabajos en los Centros Espiritas, pero que continúan bautizando los hijos, bajo el pretexto de que cuando sean mayores elegirán su propia religión, o casan los hijos en la Iglesia con las pompas y las ceremonias habituales, hacen la Primera Comunión con las tradiciones de la Iglesia Católica, etc?

Cuando los Centros Espiritas se organizaren verdaderamente, proporcionando a los sus frecuentadores, además del Pase y del Agua Fluidificada , la orientación doctrinaria, para mayor comprensión de los principios básicos que deben tener el aprendiz y los trabajadores en la Siembra Espirita, ciertamente, el verdadero espirita tendrá una nueva postura en la sociedad, más convincente, porque pasará a distinguir lo que es ser espirita, según la analogía explicada por Allan Kardec, en las obras básicas organizadas por el Codificador, bajo la orientación de los Bienhechores Espirituales. 

Bezerra de Menezes

(Publicado en el Jornal “A Voz do Espírito”

  

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¿ CÓMO PUEDE EL ESPIRITISMO MEJORAR TU VIDA ?


El médium y conferenciante brasileño Divaldo Pereira Franco, con sus años de estudio y experiencia, nos responde la siguiente pregunta:

¿Cómo puede el Espiritismo (entiéndase estudio, práctica y vivencia) ayudarnos a mejorar nuestra vida en las áreas educativa, económica, sentimental, social, sensitiva, mediúmnica, sexual, de salud física y mental, religiosa-espiritual ,conducta, alimentación, artística e intelectual?


Divaldo Franco


1. En el Área Educativa

El Espiritismo es una doctrina esencialmente educativa. Todos sus postulados están basados en estructuras de renovación moral y espiritual, trabajando, mediante la educación, el carácter y los sentimientos de sus adeptos.

Al Codificador no le pasó desapercibida la tarea extraordinaria de la educación, emérito educador que fue, fiel discípulo de la doctrina pestalociana, que imprimió en Francia desde cuando concluyó su curso con el notable maestro en Iverdun, Suiza.

En el comentario de la pregunta 685, en «El Libro de los Espíritus», Kardec enfatiza: 

[…] Este elemento es la educación, no la intelectual, sino la moral, y tampoco la educación moral que enseñan los libros, sino la que consiste en el arte de formar el carácter, la educación que da costumbres; porque la educación es el conjunto de costumbres adquiridas.

Nadie vive sin costumbres. Quien no las tiene buenas, equilibradas, sobrias, saludables, las tiene enfermizas, agresivas y descuidadas.

A la educación moral cabe la tarea de crear condicionamientos sanos en los individuos, a fin de que no realicen todo cuanto deseen, aunque puedan.

El Espiritismo, explicando los objetivos reales de la existencia humana, trabaja el cerne del ser, que es el Espíritu, a fin de auxiliarlo en el desarrollo intelecto-moral para la conquista de la felicidad.

Educación y vida, son términos de la misma ecuación existencial –afirma la bienhechora espiritual Amelia Rodríguez, que fue en la Tierra una insigne educadora.

De este modo, la contribución de la Doctrina Espírita, en el área de la educación de la criatura humana, es inestimable.

2. En el área  Económica

En la misma pregunta antes referida, el Codificador Allan Kardec inicia sus comentarios con un abordaje muy feliz, elucidando:

No basta decir al hombre que ha de trabajar, sino que también es preciso que el que cifra la existencia en su trabajo encuentre ocupación, lo cual no sucede siempre. Cuando la suspensión del trabajo se generaliza, toma las proporciones de una calamidad como la miseria. La ciencia económica busca el remedio en el equilibrio de la producción y el consumo; pero este equilibrio, aún suponiendo que sea posible, tendrá siempre intermitencias, durante cuyos intervalos no deja de tener necesidades de vivir el obrero. Hay un elemento con el cual no se ha contado bastante y sin él, la ciencia económica no pasa de ser una teoría. Este elemento es la educación, […]

Operando en la criatura humana su transformación moral para mejor, el Espiritismo le amplía la visión de justicia social, propiciándole percibir que la felicidad consiste en proporcionar oportunidad de trabajo y dignidad a todas las criaturas humanas, desarrollando los medios al alcance para ampliar el progreso, mediante la contribución de los recursos económicos propios para la multiplicación de los servicios.

La vida económica de un pueblo depende de la educación que se le ofrece, así como de la responsabilidad en relación al grupo, permitiéndole crecimiento por el trabajo y dedicación al culto de sus deberes.

Sin combatir a los ricos ni a los poderosos, algunos de los cuales son responsables por la miseria de incontables criaturas, censura la mala aplicación de los recursos acumulados de forma egoísta, sin ninguna utilidad, sólo para compensar la usura y el egoísmo, invitándoos a la utilización honrosa por las oportunidades de multiplicación de bendiciones para todos, que serán honrados con las posibilidades de libertarse de la esclavitud a través del trabajo.

Radicando sus lecciones en la reencarnación, elucida que los responsables por el hambre y abandono en que se contuercen centenas de millones de seres humanos, no huirán de la conciencia perversa que mantiene la situación calamitosa.

3. En el Área Sentimental

Cuidando esencialmente del Espíritu que somos, el Espiritismo nos ofrece la solución más adecuada para todos los problemas que nos afligen, especialmente aquellos referentes a los sentimientos.

Resultante de nuestras experiencias pasadas, los sentimientos se nos presentan conforme nuestras realizaciones. Avanzando inexorablemente desde las primeras aglutinaciones moleculares hasta la angelitud, el Espíritu desarrolla los valores en él adormecidos, herencia del amor de Dios, luchando para vencer las malas inclinaciones, que son el resumen de los instintos agresivos en que se afianzó por millones de años en el cuerpo físico, y equilibrando la razón con la emoción, a fin de alcanzar la armonía.

Todos los conflictos sentimentales están orientados de manera superior, con la finalidad de adquirir la salud emocional, que se agiganta en la plenitud que coronará la trayectoria evolutiva.

4. En el Área  Social

La vida en sociedad es impuesta por las Divinas Leyes, que nos facultaron, desde experiencias remotas, el instinto gregario, a fin de que nos pudiésemos ayudar recíprocamente, defendiendo el grupo que debería sobrevivir a los factores agresivos vigentes.

Lentamente se desarrollaron los sentimientos de amor y de comprensión iluminados por la razón, que hoy nos puede guiar los pasos, de manera que superemos el egoísmo y el orgullo, que son los mayores obstáculos para una vida saludable en la sociedad.

Tomando conciencia de que la felicidad también depende de nuestras relaciones con el prójimo, el Espiritismo contribuye decisivamente para un agrupamiento justo, donde todos se auxilian y se protegen, trabajando por el crecimiento personal y colectivo.

5. En el Área Sensitiva

Orientándonos en el desarrollo de las percepciones de la propia alma, el Espiritismo demuestra que el ser en evolución es siempre la suma de sus conquistas, positivas y negativas, ayudándolo a desarrollar la sensibilidad psíquica, para contribuir con los mejores recursos en favor de sí mismo y de aquellos con los cuales convive.

Mediante el viaje interior, muy bien presentado en la respuesta a la pregunta 919 de El Libro de los Espíritus, San Agustín nos invita al autodescubrimiento, a la auto-iluminación, a la auto-entrega, al amor, que amplía la capacidad de lucha y de resistencia frente a los desafíos de la jornada.

6. En el área Mediúmnica

En relación a las facultades mediúmnicas latentes en todos los seres pensantes, el Espiritismo nos proporciona la clave para solucionar los enigmas antes considerados tabúes, que hicieron que la mediumnidad sea vista como un don, un carisma, un privilegio, un castigo...

También demuestra que se trata de una facultad moralmente neutra, cabiendo a su portador el compromiso de dignificarla a través de los ejemplos morales que deben constituirle un programa de autoiluminación.

Gracias a este conocimiento, se desvendaron los graves fenómenos de la obsesión y de otros tantos disturbios que permanecían desconocidos generando aflicciones indescriptibles y de difícil solución.

Nos dio también la confirmación de la inmortalidad del alma y de su comunicabilidad, permitiéndonos comprender cómo es el mundo espiritual de donde nos originamos y hacia dónde regresaremos.

Gracias a la educación que debemos aplicar a las facultades mediúmnicas, es posible el intercambio consciente con los Espíritus queridos que se transfirieron a la inmortalidad, con ellos obteniendo energías y valor para proseguir felizmente en la jornada terrestre.

7. En el Área  Sexual

En las preguntas 200, 201 y 202 de El Libro de los Espíritus, Allan Kardec aborda el tema sexual con propiedad y sabiduría, demostrando que este noble equipamiento –el sexo– no existe en el Espíritu, siendo una necesidad para la reproducción corporal y para las experiencias del proceso iluminativo. Al mismo tiempo, la Doctrina nos orienta cómo debemos atender a las funciones sexuales con dignidad y respeto, viviendo de su uso equilibrado y no vivir para sus imposiciones.

La visión espírita en torno al sexo le amplía los horizontes emocionales, favoreciendo al Espíritu con el placer y la alegría de vivir, cuando se le otorga la función bajo la inspiración del amor.

Confirma los trastornos neuróticos y psicóticos derivados de su mal uso o de su castigo por el fanatismo de cualquier naturaleza, elucidando que es portador de notables contribuciones para el bienestar y la paz, cuando conducido con el respeto que merece.

8. En el Área de la Salud física y mental

El Espiritismo es el más completo tratado de terapia preventiva y curativa para los diversos fenómenos de desarmonía orgánica, emocional y mental, por explicar que todos los desequilibrios tienen sus raíces en el ser profundo, en el Self, y que, solamente en él se pueden encontrar los recursos hábiles para la preservación de la salud y de la paz.

Portador de una propuesta optimista sin sentimentalismo, favorece al organismo con vibraciones armónicas que proceden de la mente en armonía, evitando las agresiones emocionales disparatadas y los golpes violentos del uso inadecuado de sus diversas funciones.

Disciplinando al individuo, a través de su moralización, le propone templanza y coraje, fe y abnegación, mediante los cuales enfrenta cualquier problema con naturalidad, preservándolo saludablemente, considerando el normal desgaste de la maquinaria.

La verdadera salud no es la falta de enfermedad, sino el estado de bienestar, de armonía y de actividad en cualquier fase de la existencia.

Por lo tanto, el Espiritismo es el seguro y bendecido manual para una vida feliz. 

9. Área Religiosa - Espiritual

Karl Gustav Jung, el eminente neurólogo y siquiatra, creador de la psicología profunda, asevera que el ser humano necesita una vida religiosa. Las personas que son introvertidas, no religiosas, sufren mucho más que aquellos que se vinculan a una religión) a una religión y siguen sus postulados sin fanatismos, naturalmente. Siendo extrovertidos, tienen más facilidad de enfrentar el sufrimiento y librarse de los sentimientos negativos.

El Espiritismo proporciona una creencia racional, motivadora e idealista, que favorece el esfuerzo por la iluminación interior, por el autodescubrimiento, por la armonía –cuerpo, emoción y mente–, favoreciendo a la religiosidad, a la integración y a la vivencia de sus postulados.

Siendo así, nos ayuda a encontrar las causas de las aflicciones y a superarlas a través de realizaciones nobles, lo que constituye una verdadera bendición. 

10. En el Área Profesional

Al dignificar al ser humano a través de las enseñanzas ético-morales de la cual se constituye, el Espiritismo lo llama al trabajo, demostrándole que él mismo es parte de la ley de la vida y nadie le puede o le debe quitar el compromiso de contribuir a favor de sí mismo como del progreso de la sociedad en la cual se encuentra.

Es a través del trabajo que el ser humano progresa, al fomentar los mecanismos que lo promueven, así como lo hace en relación a la humanidad.

El ejercicio de la profesión es un honor que debe ser vivido con dedicación, sea cual fuere su necesidad, puesto que es a través de esa labor que se adquieren los recursos propios para una existencia digna, que proporcione alegría y paz.

Gracias al conocimiento de la reencarnación, que es uno de los pilares de la Doctrina Espírita, los hombres reconocen la necesidad de avanzar con coraje, y conscientes del valor de la profesión elegida, la ennoblecen con su cumplimiento en clima de respeto y no se permiten los deslices morales que la corrompen.

11. en el Área de la Conducta

El Espiritismo, siendo una Doctrina de educación y de nobleza de valores que dignifican la existencia, auxilia la conducta humana con directrices seguras que permiten la plenitud de su autorrealización.

Apoyado en el Evangelio de Jesús, tiene como padrón de conducta la caridad en todos los aspectos considerados.

La caridad sintetiza todas las aspiraciones dignas del ser humano, por tratarse del amor en su más elevada expresión.

Consciente de las propias responsabilidades el espírita se propone comportarse sanamente, aquello que favorece la conquista de sí mismo, consecuentemente, de la salud sobre los más diversos aspectos en que se manifiesta.

Conociendo la ley de causa y efecto, no se permite dirigir de forma perjudicial a su prójimo, trabajando siempre a favor de su propia espiritualización.

12. En el Área de la Alimentación

Alimentarse hace parte esencial del proceso vital. La nutrición es fundamental para la existencia física, especialmente cuando está balanceada, propia para una vida saludable, lo que favorece el desarrollo intelecto-moral de los hombres.

El autoconocimiento adquirido a través de la vivencia de la Doctrina Espírita permite entender al ser humano que él se alimenta para vivir, sin el tormento de vivir para alimentarse, cayendo en exageraciones, en los hábitos viciosos de la mesa, en la continuada búsqueda de gustos extraños como comidas exóticas y especiales.

La alimentación es una necesidad física, pero también emocional, por ofrecer armonía entre el cuerpo y el alma, del cual derivan comportamientos saludables o enfermizos, según la ingestión de sustancias que se permita.

La educación de los hábitos le disciplina la voluntad y le corrige las herencias atávicas de uno de los instintos primarios, que es la alimentación equilibrada, la que mantiene el organismo.

13. En el Área  Artística 

Allan Kardec nos afirma que, así como hubo el arte pagano y el arte cristiano, habrá también el arte espírita.

Podemos verificar que el Espiritismo influye la vida artística, ofreciendo las bases del equilibrio para un comportamiento ético-moral e inspirado para captar la belleza del mundo trascendental, para que la vida en la Tierra esté enriquecida de esperanza y de alegría de vivir.

Ya tenemos hoy, aunque de forma modesta, el arte espírita, pero la fuerza orientadora que el Espiritismo proporciona, ofrece una perfecta integración entre la manifestación de lo bello y la armonía del ser.

14. En el Área Intelectual

Fue Pascal quien afirmó que el ateísmo «es una enfermedad del alma».

El Espiritismo es el antagonista del materialismo y de la crueldad, al trabajar la mente para entender los objetivos esenciales de la reencarnación.

De ese modo, proporciona a la inteligencia los más amplios horizontes del desarrollo, favoreciéndola con lucidez y sabiduría de que se enriquece el ser humano, que tiene Jesús en la condición de Modelo y Guía que debe ser imitado, al mismo tiempo que entiende la grandeza de la vida en todas sus expresiones.

Al demostrar que la inteligencia es patrimonio del espíritu y no del cerebro, todas las conquistas adquiridas son transferidas de una hacia otra etapa, de modo que alcanzará la cumbre del conocimiento sin olvidarse de los sentimientos del amor y del deber para con él mismo y la sociedad. 


(Entrevista concedida a Luis Hu Rivas, para «La Revista Espírita»)

 Luis Hu Rivas

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  LOS MILAGROS Y EL  ESPIRITISMO

Del mismo modo que el magnetismo,el espiritismo revela una ley que, si bien no es desconocida, es lamenos mal comprendida; o mejor dicho, se conocían sus efectos,porque han tenido lugar en todos los tiempos, pero no se conocía  la ley, y fue el desconocimiento de esa ley lo que generó la superstición. Una vez conocida la ley, lo maravilloso desaparece y los fenómenos ingresan en el orden de los hechos naturales. Por eso los espiritas no producen milagros cuando hacen que una
mesa se mueva sola, o que escriban los muertos, del mismo modo que el médico no produce un milagro cuando hace revivir a un moribundo, ni el físico cuando hace que caiga un rayo. Quien
pretendiese hacer milagros con la ayuda de esta ciencia sería un ignorante de la materia, o bien un embaucador.
Dado que el espiritismo repudia toda pretensión relativa a hechos milagrosos, ¿habrá milagros fuera de su ámbito, en la acepción corriente de la palabra?
Digamos, en principio, que entre los hechos considerados milagrosos que ocurrieron antes del advenimiento del espiritismo y que ocurren aún en el presente, la mayor parte, si no todos,encuentran una explicación en las nuevas leyes que este ha venido a revelar. Por lo tanto, esos hechos se incluyen, aunque bajo otro nombre, en el orden de los fenómenos espíritas, y como tales no tienen nada de sobrenatural. Compréndase bien, pues, que sólo nos referimos a los fenómenos auténticos, y no a aquellos que, con la denominación de milagros, son el producto de una charlatanería indigna que pretende la explotación de la credulidad.
Tampoco nos referimos a ciertos hechos legendarios que pueden haber tenido en su origen un fondo de verdad, pero que la superstición ha ampliado hasta el absurdo. Sobre esos hechos viene el espiritismo a arrojar luz, pues proporciona los medios para separar lo verdadero de lo falso.

EL GÉNESIS, ALLAN KARDEC


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   SESIÓN MEDIÚMNICA:                       DOS ENCARNACIONES Y UN SOLO DESEO
                                        


- Hermanos, Dios os guarde.

Si me lo permitís, voy a relataros una pequeña historia para que os enseñe lo que es la vida, lo que es la fe, lo que es el sentimiento y la libertad que da el Padre bendito a todos Sus hijos para que cumplan el destino y la compensación eterna cuando hemos hecho algún bien.

¡  Ojalá yo pueda relataros fielmente esta historia !

- Con mucho gusto e interés te escucharemos, querido hermano.

- Si me lo permitís voy a probar.

- Adelante hermano.

. Yo quiero que omitáis sitios y nombres. Solo los hechos, tal y como han sucedido, tal como se han manifestado y tal como se han producido bajo la Ley, bajo el mandato de Dios.

- Yo era hijo de un honrado matrimonio. Mi padre era escultor. Un imaginero tan perfecto que purificó su sentimiento y su visión, al mover con precisión las gubias para representar la cabeza y el rostro de Cristo. Fue una sensación muy grande de lo que era el sentimiento que es el que produce la imaginación en el arte.

  En el pueblo donde vivíamos yo estudiaba para médico. Elegí estos estudios porque en el pueblo había un organista ciego, en su iglesia, que era muy querido por todos los vecinos que habitaban aquel pueblo. La caridad sobraba, el cariño lo manifestábamos con la bondad que teníamos todos hacia él. Y yo me dije: Si yo estudiase lo suficiente para poder quitar a este hermano su tara, lo haría. Por tal circunstancia yo estudiaba para médico.

   Un día, dando con él un paseo vespertino por los alrededores del pueblo, le dio el deseo de que le cogiera un fruto de un naranjo. Me subí al naranjo con tal alegría y tal deseo de hacerle un bien, que al pisar una rama se partió y caí al suelo con tal desgracia y con tan desastrosas consecuencias para mi, que se descompusieron las retinas de mis ojos, quedando como mi amigo, ciego. Mis padres comprendieron la profundidad de mi dolor y la desgracia que entró en mi casa, así como la desproporción de mi nueva vida con la anterior. Pero yo, hermanos queridos, al relataros esta pequeña historia, que sin duda os va a molestar, es porque estaba deseando contarla a alguien encarnado que comprendiese su significado y enseñanza
   Empecé a sufrir con él y él sufría conmigo. Para ayudarle más en su soledad y en su oscuridad, me enseñó  a tocar el órgano y ensayaba sus piezas religiosas, como avemarías y otras piezas que tiene el arte de la música.

   Pasaban los días, los meses, los años y tuvo que llegar la circunstancia suprema que tenemos todos los mortales: Llegó la muerte de aquel hermanito nuestro que tanto queríamos en el pueblo. Antes de morir me llamó y me dijo: " Mira, no llores por mí. No creas que te quedas solo; que si antes te acompañaba con mi cuerpo, ahora te acompañaré  con mi alma. No llores porque no veo, porque ahora es cuando se abrirán mis ojos y veré la grandiosidad de la Creación, su transformación, los soles, la naturaleza. No lloréis por mí, bendecid la hora en que me voy a recibir el bien celestial."

   Yo, hermanos míos, tomé con cariño aquella despedida y me la adopté para mí.

   Como yo podía recordar lo que había visto, no era igual a los que no habían visto nunca jamás. Era una comparación distinta, porque él nació ciego y yo nací con vista. Recordaba mentalmente lo que era un rosal con bellas flores, y sin quererlo, aquellos rosales los veía en la imaginación, más grandiosos, más floridos, así como aquellos soles que brillaban en el firmamento, aquellas obras portentosas, aquellos mundos que iluminaban las noches. Veía toda la grandeza que hay en los cielos, igual que la había visto con los ojos. Yo me consideraba feliz con mi órgano y mi vista espiritual, porque si mis retinas no tenían capacidad para ver, tenía en mi pensamiento y en mi alma el telescopio que veía, a mi manera, la belleza de cuanto me rodeaba. Llegó mi hora, como llegó la del otro y la de todos. Mi transformación, mi paso a la vida espiritual fue suave, muy sencilla, alegre, porque ya había visto con el alma parte de lo que me esperaba. Pasaron muchos años, que no hay por que mencionarlos, ni viene al caso. Vine nuevamente a la Tierra. Volví a nacer en vuestra patria, en Barcelona. La anterior vida fue en Austria..

  Nací de una familia noble, estudiosa, que tenía asegurado el bienestar,  pero todos  trabajábamos y estudiábamos. Trayendo en mi alma lo que yo deseaba ser, nací con la condición de ser médico. Pasaron los años. Estudié en todas las universidades de vuestra patria. Me hice discípulo voluntario de las mejores eminencias médicas que habían en aquella época. Yo progresaba. Mi sentimiento me ayudaba. El amor que sentía  por el prójimo también aumentaba enormemente. Yo quería ser y hacer algo. Yo quería que la historia me recordase como un hombre bueno, en beneficio de mis hermanos. Seguí estudiando, Al fin me doctoré como médico oficial y ya con eso tenía bastante en mi historia. Haciendo el bien todos los días en mi segunda vida hasta el final de mi existencia. La semana que menos bien hacía era el dar vista a seis ciegos.

   Cuando yo hacía esa labor, cuando yo veía que en aquellas ventanas tan amplias como lo es el ojo humano, no entraba la luz, yo hubiera querido meterles el panorama de luz que yo podía contemplar en toda esa encarnación. Pero hice bastante, porque, operados, al mirar de frente, veían la grandiosidad de la Creación y me veían a mí, para que yo en ellos tuviera la contemplación de la misericordia divina.

   Dejé vuestra patria, como todos vosotros la tendréis que dejar y me llevé la impresión en mi sentimiento y en mi alma, que a  aquellos seres que no veían, les había dado yo la luz a cientos y cientos de ellos, para que vieran con toda confianza y casi todos, no solo contemplaban la creación presente, sino que tenían visiones extraordinarias, y me daban las gracias y besaban las manos.

Hermanos  queridos: Ser todos buenos. No os preocupéis de los sinsabores, lágrimas o dolores. La Ley y el destino no dejan de alejar de nosotros el mal, dejándonos el bien y lo bueno. Tengamos fe y sentimiento para que estemos sin cesar en el arco triunfal de la verdad y de la luz.

Esa es mi pequeña historia. Doy las gracias a Dios, que ha permitido que me comunique con vosotros, porque lo he estado pidiendo algún tiempo. Buenas tardes.

- Querido hermano. Si no es una indiscreción, ¿ nos podrías decir quien fuiste en nuestra patria?. No quisiéramos pasar este detalle.

- Podéis referir la historia entre vosotros, pero sin extenderla, porque no crean que es vanidad. Mi nombre sabedlo vosotros solos. Me conocían por el Doctor.... (1)

( 1 ) Comprendiendo la gran humildad de este hermano, nos resistimos a este anonimato en bien de este libro. Y con perdón de él, manifestamos que fue BARRAQUER.
-  Gracias querido hermano.
 
( Tomado del Libro de la FEE titulado " Desde la otra vida "

                                                                                                                                                                                         ******************************************************* 



                               



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