EL SUICIDIO ES LA NEGACIÓN ABSOLUTA DE LA LEY DE AMOR
En Taiwan, el fabricante de electrónicos Foxconn “anunció que va a contratar dos mil profesionales de salud mental para intentar contener una ola de suicidios en sus fabricas en China”.(1)La empresa cuenta con 700 mil funcionarios – cerca de 300 mil de ellos en China -, fabrica varios productos para multinacionales, como el celular Phone, de Apple, las consolas de juegos PlayStation, de Sony, Wii. De Nintendo, y Xbox, de Microsoft, y el lector electrónico Kindle, de Amazon.
En Francia, como si no bastase el preocupante “Día nacional de prevención contra el suicidio”, la Justicia francesa está investigando la onda de suicidios en la operadora de teléfonos Francia Telecon. En los dos últimos años, 46 funcionarios de la compañía se mataron – 11 de ellos apenas en el 2010, según datos de la dirección de la empresa y de los sindicatos. En los EUA la Universidad de Cornell, en el estado americano de Nova York, lanzó recientemente una campaña de prevención al suicidio. La universidad de Cornell ya carga hace mucho tiempo la fama negativa de ser una escuela marcada por los suicidios. Entre el 2000 y el 2005, hubo 10 casos de suicidios confirmados en Cornell.
El número de suicidios golpea la Tierra: hace diez años fueron “815,000 personas las que cometieron suicidio. Países del Leste Europeo son los recordistas en una media de suicidio por 100.000 habitantes. Lituania (41,9), Estonia (40,1), Rusia (37,6) (la tasa de suicidios en Rusia es la segunda en el mundo, bajo solamente de Letanía y leste europeo), Letonia (33,9). Guatemala, Filipinas, y Albania están en el lado opuesto, con la menor tasa, variando entre 0,5 y 2. Los demás están en la fase de 10 a 16. En números absolutos, sin embargo, la República Popular de China lidera las estadísticas. Fueron 195 mil suicidios en el año 2000, seguido por la India con 87.000, los estados Unidos con 31.000, Japón con 20.000 (en el 2008 el suicidio entre los jóvenes batió un nuevo record en Japón y en Alemania con 12,5 mil. “(2)
El suicidio es un acto exclusivamente humano y está presente en todas las culturas. Sus matrices casuales son numerosas y complejas. Algunos cometen el suicidio como un asunto legitimo de la escuela personal y un derecho humano (absurdamente conocido como el “derecho a morir”), y alegan que nadie debería ser obligado a sufrir contra su voluntad, sobretodo en las condiciones como dolencias incurables, dolencias mentales, y edad avanzada que no tienen ninguna posibilidad de mejoría.
Ninguna religión admite el suicidio. Esa unanimidad evidencia el que se trata de algo contrario a las leyes divinas. Más, algunas sectas paranoicas hacen cultos al suicidio, como la Orden del Templo Solar, a Heaven's gate, a Peoples Temples e otras. Adeptos “notables” de esa escuela de pensamiento incluye el filosofo pesimista Arthur Schopenhauer, Friedrich Nietzsche, y el empirista escocés David Hume.
Bajo el punto psicológico, el suicidio es un acto que se produce en el marco de situaciones anómicas (3), en la que los individuos se ven forzados a tirar la propia vida para evitar conflictos o tensiones inter humanas, para ellos insoportables. En verdad para los espiritas el “suicidio es un acto cobarde de quien opta por huir, despertando en realidad más vigorosa, sin otra alternativa de escapar”, (4)
El suicida no quiere matarse a sí mismo, más si alguna cosa que carga dentro de sí y que, sintéticamente, puede ser nominado de sentimiento de culpa y de voluntad de querer matar alguien con quien se identifica. Como las restricciones morales lo impiden, el acaba por autodestruirse. Así, el suicida mata a otra persona que vive dentro de él que lo incomoda, profundamente. El pensador Émile Durkheim teoriza que la “causa del suicidio, casi siempre, es la raíz social, o sea, el ser individual es abatido por el ser social. Absorbido por los valores [sin valor], como el consumismo, la búsqueda de placer inmediato, la competitividad, la necesidad de no ser un perdedor, de ser el mejor, de no fallar, la persona se aparta de si mismo y de su naturaleza,. Sobrevive de “apariencias”, para representar un “papel social” como protagonista del medio. En esa vivencia neurótica, el deja de desenvolver sus potencialidades, no se abre, ni expone sus emociones y se amarga en su intimidad solitaria.”(5)
Curiosamente, hay casos y casos. En los incendios de edificios, algunas personas atrapadas en pisos superiores, saltan hacia la muerte ante la proximidad de las llamas. No podemos considerar esa situación como un acto suicida. Es apenas un gesto instintivo de fuga. El calor, en esa situación, es tan intenso que, literalmente, puede llevar a la persona al estado absoluto de inconsciencia.
Situación grave que merece ser analizada es la obsesión que puede ser definida como un constreñimiento que un individuo, suicida en potencial o no, siente, por la presencia perturbadora de un obsesor (encarnado o desencarnado). Hay suicidios que se figuran como verdaderos asesinatos, cometidos por perseguidores desencarnados (y encarnados también). Esos seres envuelven de tal forma a la victima que la inducen a matarse. Obviamente que el suicida en ese caso no estará exento de responsabilidad. Hasta porque un obsesor no obliga a nadie al suicidio. El sugiere telepáticamente al acto, sin embargo la decisión será siempre del autocide.
La simple idea, repetida varias veces, lleva al individuo a la fascinación, a la subyugación, y, por fin, al suicidio. Emmanuel advierte que el suicidio es como alguien que “ pula en lo oscuro sobre un precipicio de brasas. Después del acto, sobrevén la infeliz sede, el hambre, el frio, el cansancio, el insomnio, los irresistibles deseos carnales, la promiscuidad y las tempestades con constantes inundaciones de las llamas fétidas.” (6) En verdad, “de todos los desvíos de la vida humana el suicidio es, tal vez, el mayor de ellos por su característica de falso heroísmo, de negación absoluta a la ley del amor y de la suprema rebeldía a la voluntad de Dios, cuya justicia nunca se hizo sentir, junto a los hombres, sin la luz de la misericordia” (7)
¿Reflexionando sobre la cuestión 945 de “El Libro de los Espíritus”, qué pensar del suicido que tiene como causa el hastió de la vida? Los Espíritus respondieron: ¡Insensatos! ¿por qué no la trabajaron? ¡la existencia no les sería una carga!(8) El suicidio es la más desastrosa manera de huir de las pruebas o expiaciones por las cuales debemos pasar. Es una puerta falsa en la que el individuo, juzgando liberarse de sus males, se precipita en una situación mucho peor. Arrojado violentamente para el Más Allá del Túmulo, en plena vitalidad física, revive, intermitentemente, por mucho tiempo, las llamadas de conciencia y las sensaciones de los últimos momentos, además de quedar sumergido en las regiones de penumbra, donde sus tormentos serán importantes para el sacrosanto aprendizaje, flexibilizándolo y enseñándolo a respetar la vida con más empeño.
En la literatura espirita encontramos libros que comentan el asunto. Tenemos como ejemplo: “El martirio de los Suicidas”, de Almerindo Martins de Castro, y “Memorias de un Suicida”, de Yvonne A. Pereira. El maestro de Lyon, en el libro “El Cielo y el Infierno” deja enorme contribución en examen comparado con las doctrinas sobre el pasaje de la vida corporal a la vida espiritual y, específicamente, en el capitulo V, de la Segunda parte, donde aborda la cuestión de los suicidas.
Cuando un individuo pierde la capacidad de amarse, cuando la autoestima está debilitada, pasa a tener dificultad de mantener la salud física, psíquica y somatica. André Luiz explica que “los estados de la mente son proyectados sobre el cuerpo a través de los bioforos que son unidades de fuerza psicosomáticas, que se localizan en las mitocondrias. La mente transmite sus estados felices o infelices a todas las células de nuestro organismo, a través de los bioforos. Ella funciona como un sol, irradiando calor y luz, equilibrando y armonizando todas las células de nuestro organismo, y ora como tempestades, generando rayos y fajas destructoras que desequilibran al ser, principalmente actuando en las células nerviosas”(9)
Jorge Hessen |
Ante el impositivo de la Ley de la fraternidad, debemos orar por nuestros hermanos que dieron fin a sus vidas, compadeciéndonos de sus angustias, sin condenarlos. Hasta porque, todos los suicidas, sin excepción, lamentan el acto practicado y son acordes en la información de que solamente la oración en su favor alivian los atroces dolores de la conciénciales en que se encuentran y que les parecen eternos.
Jorge Hessen
************************
En la oración, el sentimiento es todo. El Divino Maestro siempre Se hizo presente al lado de los sencillos y de los necesitados.
Al enseñarnos una fórmula para orar,se ofreció como intermediario entre Dios y los hombres. De esta forma, si tu corazón está herido, si te sientes solo, comienza hoy mismo a orar a Jesús.
Regina Lucia de Souza
**********************
NOTA IMPORTANTE: Los lunes,miércoles y jueves a las 22,30 horas, pueden participar en el chat de la Federación Espírita Española.
Los viernes a las 23,00 horas se os invita a asistir a una conferencia en la misma sala.
Los domingos a las 21,00 horas tenemos la clase de Estudio del Espiritismo por el "Grupo espírita Sin Fronteras".dirigido por Carlos Campetti-
Y además recomiendo los Blogs: El espirita albaceteño.- elespiritadealbacete.blogspot.com.es
Albacete espírita: espiritismoalbacete.blogspot.com.es
kardeciano.blogspot.com
elblogdeazucena.blogspot.com
marinamiesdeamor.blogspot.com
boletin-nuevaesperanza.blogspot.com
ade-sergipe.com.br
ceesinfronteras.es/eventos.htm
espiritistas. es
Revista virtual AMOR, PAZ Y CARIDAD : www.amorpazycaridad.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario