viernes, 5 de julio de 2024

La depresión en los médiums

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1,. Pensamiento de Kardec sobre el Espiritismo ( 3º Apunte)

2.- El sexo en la reencarnación

3.- Muerte e inmortalidad

4.- La depresión en los médiums

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PENSAMIENTO DE  KARDEC SOBRE  EL ESPIRITISMO

(3º Apunte)

 

REVISTA ESPÍRITA – ABRIL DE 1860.

Consideraciones sobre el objetivo de la “Sociedad”

No imponemos nuestras ideas a nadie. Los que las adoptan es porque las consideran justas. Los que vienen a nosotros es porque piensan encontrar aquí la oportunidad de aprender, pero esto no es como una filiación, pues no somos una secta, ni un partido.

REVISTA ESPÍRITA – SEPTEMBRE DE 1860.

Lo maravilloso y lo sobrenatural- pg. 281

Los fenómenos espíritas, tal como los magnéticos, deben haber pasado por prodigios, antes que sus causas fuesen conocidas. Ahora, como los escépticos, los espíritus fuertes, esto es, los que tienen el privilegio exclusivo de la razón y del buen sentido, no creen que una cosa sea posible si no la comprenden. Por eso, todos los hechos tenidos como prodigiosos son objeto de sus mofas; y como la religión contiene gran número de hechos de ese género, no creen en la religión. De ahí a la incredulidad hay solo un paso. Explicando la mayoría de esos  hechos, el Espiritismo les da una razón de ser. Él, pues, viene en auxilio de la religión, demostrando la posibilidad de ciertos hechos que, por no tener carácter milagroso, no por ello son menos extraordinarios; y Dios ni es menos grande, ni menos poderoso por no haber derogado sus Leyes.

- Allan Kardec- 

( Continuará )

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EL SEXO EN LA REENCARNACIÓN 

    El espíritu en sí mismo, el Ego como ser espiritual, es asexual, carece de sexo; pero, sí lo contiene el cuerpo que le envuelve: alma o psicosoma. Este es un cuerpo fluídico, de sustancia etérea, más o menos sutil, más o menos densa, según su condición moral; conservando el sexo de su última existencia terrena, ya que, en cuanto a la forma, es análogo al cuerpo físico. Cada alma humana conserva su característica sexual intrínseca. Sigue sintiéndose como mujer o como hombre, según cual haya sido; con los mismos gustos y tendencias, ya que el alma no cambia (mentalmente) con el simple tránsito a la vida espiritual.  

    El sexo en la reencarnación, está supeditado a la necesidad de progreso espiritual del ser reencarnante, y generalmente se efectúa en el mismo sexo durante un número de veces NO prefijado, hasta que es necesario un cambio de identidad sexual, para un mayor progreso del Espíritu y de acuerdo con el programa a realizar o destino en cada nueva vida. 

     Como el Espíritu tiene que pasar por todas las experiencias a fin de adquirir la sabiduría que el mundo pueda ofrecerle, llega un momento de su vida inmortal, que necesita ensayar, que necesita vivir la vida del sexo opuesto. Entonces se efectúa el cambio, en el plano astral, mediante la ayuda de guías espirituales superiores, colaboradores en la obra divina de progreso de la humanidad (1). Para ello, necesita condicionar, con los fluidos del alma reencarnante, el molde fluídico o periespiritual que da forma a los elementos celulares, fijando el sexo.

     En los casos de espíritus elevados, no reencarnantes, que comienzan un nuevo ciclo, no hay cambio de sexo propiamente, ya que en los planos elevados no necesitan del psicosoma o cuerpo astral, que hubo sido ya, y situándolo en el vaso uterino de la que va a ser la madre (ésta en estado de sueño), a cuyo molde o modelo dínamo-espiritual van uniéndose, por atracción, las moléculas orgánicas en el proceso de gestación, hasta completar la formación del feto (2).      

 Aun cuando esta tesis no está admitida por la ciencia oficial todavía, ya que el sexo del feto es atribuido solamente a la influencia de los cromosomas sexuales (X-Y); otras fuentes del conocimiento sostienen que el sexo es fijado ya en el molde fluídico del reencarnante. Naturalmente que, el psiquismo de la nueva personalidad sufre, en grado mayor o menor, el cambio de sexo cuando éste se efectúa; según sea también su grado de evolución. De aquí que, presenciemos con alguna frecuencia, ciertos casos de mujeres con ademanes varoniles y hombres con ademanes femeninos, además de otras anomalías, tales como aversión al sexo opuesto, afición al propio sexo y otras más, que son consideradas como psicopatías congénitas por los psicólogos y psiquiatras. Y esta aversión al sexo opuesto, es la que produce el mayor número de célibes voluntarios. Cuando el Espíritu ha vivido muchas vidas humanas en un mismo sexo, resulta peligroso para él, salirse ya del estado que ha formado en él una segunda naturaleza. La energía del sexo es de origen psíquico. 

Necesario es aclarar que, esta descripción es más bien para dar una idea de este proceso; pero, así como los casos de muerte o desencarnación varían mucho entre unos y otros, igualmente en  el proceso reencarnatorio difieren unos de otros en los detalles, según el grado de evolución.

      Otro aspecto que, aun cuando es ajeno a la reencarnación, consideramos de suma importancia dar a conocer, relacionado con el sexo del alma o psicosoma. es el caso de aquellos individuos que, falleciendo impregnados de fluidos concupiscentes, continúan con los mismos deseos que tenían antes de desencarnar. Y a estos seres, les es difícil adaptarse a la nueva vida, ya que, careciendo de cuerpo físico para satisfacer el deseo, sufren fuertes angustias y son causa de múltiples perturbaciones a los humanos. Éste es el origen de los llamados íncubos (masculino) y súcubos (femenino) que acuden a las personas con deseos sexuales no satisfechos o caídos en la lujuria, atraídos por las vibraciones —ondas pensamiento— de estas personas, uniéndose algunas veces a su aura magnética (3), por afinidad; y pueden ser causa de grandes trastornos y hasta de promover toda clase de aberraciones sexuales. Son los demonios a que aluden las diversas iglesias del cristianismo. 

 Nuestros deseos y pasiones, crean sentimientos y pensamientos que salen, se proyectan hacia el espacio en forma de vibraciones (ondas electromagnéticas) y que, por ley de afinidad, se unen y atraen otras de la misma naturaleza. (3) El aura es una vibración magnética, un efluvio o irradiación que emana de todo el cuerpo y le circunda.

 El fluido ódico de Reichenbach, en los humanos, es como un halo luminoso de tonalidades diversas, según el estado mental y emocional. Quienes llevan una vida dentro de la Ley del Amor, en sentimientos y acciones, su aura será clara y hasta brillante; pero opaca y en diversas tonalidades oscuras, en quienes practiquen el mal. Esta cambia de tonalidad en cada momento, según sean los sentimientos y pensamientos. Ciertas personas con facultades psíquicas de clarividencia (percepción extrasensorial) pueden verla y apreciar sus tonalidades. Toda persona que acaricie deseos sexuales con frecuencia, emite vibraciones que en el espacio etéreo son percibidas por almas en el bajo astral, desencarnadas en plena esclavitud de la lujuria. Y en las horas de sueño, suelen ser visitadas por esas almas viciosas. Casos hay, de mujeres sentirse poseídas (en estado de sueño) y tener la sensación de la unión sexual; fenómeno que se efectúa en el plano etéreo, por los llamados íncubos, lo cual es grandemente dañino, debido a los fluidos groseros que dejan impregnados en el psicosoma. Mujeres hay, que su conciencia les indica que algo malo hay en esto; pero, las más no se percatan de este peligro. Si estas personas pudiesen apreciar la catadura de esos seres bajos, viciosos y depravados, se horrorizarían. Igual acontece a los hombres (especialmente los jovenzuelos) dominados por el sensualismo, siendo visitados y uniéndose (cuando duermen) a esos súcubos, almas de mujeres viciosas, repugnantes, que han pasado al Más Allá dominadas por la concupiscencia; y a veces, todavía encarnadas.  desprendidas en las horas de sueño y atraídas por esos deseos.  Cuando la muerte física les sorprendió con esos deseos groseros, así como con odios y otras pasiones, corren el riesgo de ser atrapadas por entidades perversas, al traspasar el umbral de lo desconocido; a dichas entidades los teólogos les denominan como: Satanás, Lucifer, o simplemente demonios. De aquí la necesidad de superar voluntariamente estos aspectos negativos que tanto retardan el progreso espiritual del individuo. 

La vejez, establecida por las leyes sabias de la Vida, esa fase de la vida humana tan temida por algunos, viene a desempeñar esa importante función de debilitamiento del sexo, a la vez liberadora del deseo sexual, con su función neutralizadora de las fuerzas psicogenésicas

-Sebastián de Arauco- (Tres enfoques sobre la Reencarnación)

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MUERTE E INMORTALIDAD

  “Para liberarse del temor de la muerte es importante poder encararlo bajo el verdadero aspecto. Esto es, haber penetrado por el pensamiento en el mundo espiritual, haciendo de este una idea tan exacta como posible.- Allan Kardec.”  

Cuando llegue el día 2 de noviembre, se celebrará nuevamente el ya conocido día de los fallecidos, y las personas acudirán a los cementerios a homenajear a sus muertos en la confianza de que con eso les están ayudando o se están reencontrando con sus seres queridos que ya partieron. ¿Será esto así? En realidad vamos a encontrar el lugar donde quedaron los cuerpos de esos seres, finados, pero vivos, pues la muerte no existe con el final de la vida, pues sabemos por el Espiritismo es somos inmortales.  

En realidad morir no es lo mismo que desencarnar. La muerte ocurre cuando nuestras funciones vitales orgánicas entran en colapso y después que el electroencefalograma demuestra que nuestras ondas cerebrales no funcionan más, por tanto, ocurre la muerte cerebral, siendo irreversible su retorno a la vida mental o del cuerpo. Y la desencarnación es un proceso más delicado, pues envuelve la participación de los Espíritus, que vienen a hacer el desligamiento con las delicadas operaciones magnéticas para separar el cuerpo espiritual del cuerpo físico. Este cuerpo espiritual es llamado por Kardec como periespíritu conteniendo propiedades energéticas y que se une al cuerpo físico de molécula a molécula, célula a célula, cuando estamos en el cuerpo orgánico. 

André Luiz, Espíritu de elevada jerarquía espiritual, en su libro Obreros de la Vida Eterna, psicografiado por el médium Francisco Cándido Xavier, relata la desencarnación de cinco personas, explicando como ocurre todo esto, desde la preparación de los enfermos y las visitas de los espíritus para proceder a su desligamiento, explicando, finalmente, que se da la desencarnación con el corte del cordón plateado.      

El Espíritu André Luiz fue un importante médico en la Tierra. Jerónimo mentor espiritual de gran elevación. El sacerdote Hipólito. benefactor católico y Juliana, importante enfermera, vinieron al servicio de la Colonia Nuestro Hogar, localizada en el mundo espiritual para proceder ayudar en la desencarnación a Dimas Fabio, Cavalcante, Albina y Adelaida, personas que fueron socorridas en el momento de la muerte por estos mensajeros espirituales.

João Bautista Cabral – Presidente de ADE-SERGIPE. Periodista y locutor de Radio. 

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                  DEPRESIÓN EN LOS MÉDIUMS

                                               


Entrevista; Aspectos espirituales y científicos de la depresión en los médiums Dr. Roberto Lúcio Vieira de Souza Vice-Presidente de la Asociación Médico Espírita de Brasil Asesor de Pesquisas de la AMEMG

1. ¿Hay alguna semejanza entre la depresión y la mediumnidad atormentada?


Antes que todo es necesario que se defina lo que es depresión y lo que se entiende por mediumnidad atormentada. Sin ese entendimiento estaremos refiriéndose a conceptuaciones laicas, no necesariamente dentro de los aspectos que un estudio como este pretende. La expresión depresión se encuentra en boga en la actualidad, usándola no sólo en su sentido verdadero, como también, en el aspecto de stress o inclusive en el de esconder la verdadera sintomatología del individuo (alcoholismo, vicios, disturbios de personalidad, etc.). Laicamente, depresión significa tristeza, cualquier sentimiento asociado a la contrariedad. En el sentido patológico, su significado es más amplio y sus matices de los más variados. Depresión es un estado psíquico donde la criatura se presenta triste, sin interés para las cosas que antes realizaba o buscaba, aparte de falta de energía.

Generalmente, es acompañada de falta de apetito, insomnio, perdida del interés sexual y de la capacidad de trabajo. En sus formas más graves, se asocia a un sentimiento de ruina, un deseo de muerte y hasta de auto-exterminio, llegando, en las melancolías involutivas, al desinterés tan grande de la vida asociado con contenidos delirantes, que la criatura pasa a creer que tiene partes del cuerpo muertas o que ya murió, pasando el organismo a no absorber los nutrientes que le son ofrecidos. Algunas veces, la depresión puede presentarse enmascarada, ocultando el sentimiento de tristeza, dejando como forma de expresión la ansiedad o diversos síntomas psicosomáticos, dando la impresión de una verdadera enfermedad orgánica. Esos procesos depresivos pueden tener las causas más variadas, desde los disturbios neuroquímicos, pasando por patologías orgánicas y situaciones traumáticas, hasta las cuestiones espirituales, en especial, las obsesivas. Del punto de vista espiritual, en su condición más íntima, el deprimido es una criatura rebelde, no acepta los límites que la vida le impone, se recusa a aceptar sus pruebas y se posiciona contra la divinidad al ver sus deseos o voluntades negadas «por la vida». Prefiere morir psíquicamente (apatía y la hipobulia) o físicamente (auto-exterminio o el suicidio indirecto) a vivir conforme la Ley.

La expresión mediumnidad atormentada nos lleva a pensar en diversas situaciones, en las cuales la criatura portadora de la facultad mediúmnica se ve en sufrimiento con la manifestación de la misma. Puede ocurrir en los médiums iniciantes, donde la mediumnidad de prueba o expiación acarrea energías espirituales más difíciles, oriundas de otras vivencias de la criatura. Surge, también, en aquellos que se recusan al ejercicio de la misma por rebeldía o preconcepto; en los que traen su mediumnidad vinculada a procesos espirituales de odio y venganza, con presencia de entidades obsesoras; en las mediumnidades asociadas a patologías mentales, propiciando campo para las entidades sufridoras y mofadoras; y en los casos en que el sensitivo abandone su trabajo de intercambio sin motivos justos, para su bello placer, donde la culpa, al compromiso asumido y la retención de esas energías asociadas a procesos obsesivos provocarán las manifestaciones tormentosas. Dentro de ese abanico de opciones, tanto en el sentido de la depresión cuanto en el caso de la mediumnidad atormentada, podremos encontrar varios puntos de intercesión entre la mediumnidad conturbada y los procesos depresivos. Necesariamente, estos últimos no tienen que ser acompañados de la primera, pero la mediumnidad atormentada siempre presentará aspectos depresivos. En la presencia de sintomatología que identifique la depresión es importante que se procure un especialista que pueda diferenciar los dos procesos, introduciendo medicamentos y terapéuticas cuando necesarias u orientando para casa espírita y los tratamientos que se hagan imprescindibles o, aun, asociándolos cuando necesario. En el caso de los médiums que se recusan a ejercer su facultad mediúmnica, en una expresión clara de rebeldía, probablemente el proceso depresivo estará presente o se instalará, debido a la postura rebelde de la individualidad.

2.¿Por qué los médiums, casi en su generalidad, presentan disturbios afectivos?

Nuevamente, es necesario que definamos lo que son disturbios afectivos, pues esa es una terminología clínica, aceptada en los medios académicos, que identifica los cuadros psicopatológicos caracterizados por la presencia de alteraciones de humor desde los procesos depresivos hasta los de manía (donde la criatura se encuentra en estado enfermizo de euforia) o en la presencia de ambos intercalados o simultáneos. Dentro de ese punto de vista, no es verdadero que los médiums, en su generalidad, sean portadores de disturbios afectivos. En realidad, la gran mayoría de los médiums son criaturas en proceso de retomada de la caminada evolutiva, individualidades que se presentan comprometidas con las leyes morales, portadoras de serios disturbios en el área de las emociones y de los sentimientos, tornándolos individuos afectivamente desequilibrados. Ese desequilibrio puede ser explicado, por otro lado, por la propia facultad mediúmnica, donde el intercambio vibratorio siendo más ostensivo provoca graves distorsiones en las manifestaciones afectivas de esas criaturas. Muchas de las llamadas alteraciones de humor serian de otros espíritus, que al vincularse a aquel médium, lo harían exteriorizar sentimientos no necesariamente presentes en su campo psíquico, en aquel momento. Otro factor, merecedor de estudios más profundos, seria la condición de organicidad de la mediumnidad. Ciertamente, existen estructuras, mediadores y mecanismos cerebrales, todavía poco conocidos por nosotros, dirigidos por los centros vitales del periespíritu, que interferirían en la condición emocional de los médiums facilitando esos desequilibrios. El cerebro es un «simple» computador que, estimulado electro-químicamente, decodifica esas señales, dando a la conciencia de los más diversos fenómenos, sensaciones y sentimientos, que la criatura encarnada pueda presentar. Así, para que el médium pueda decodificar y expresar concientemente las impresiones recogidas, durante el intercambio mediúmnico, probablemente, es necesario que sean manipulados los canales cerebrales identificadores de esas mismas vivencias. O sea, es bien probable, que el mecanismo mediúmnico envuelva los mismos mediadores químicos responsables por la depresión, cuando de la presencia de un espíritu deprimido, en el campo de comunicación del medianero. Ese mecanismo facilitaría algunos tipos de desequilibrios emocionales para el sensitivo, sin embargo, la presencia de la predisposición íntima para esas mismas vivencias sólo hará agravar las influencias y los procesos psíquicos enfermizos del médium serán de mayor intensidad.

3.¿Los portadores de mediumnidad presentan un campo mental y cerebral propicio a las depresiones? ¿Por qué?

Esta pregunta, dentro de los conocimientos que poseemos no puede ser respondida claramente, ya que son todavía desconocidos los campos mentales y cerebrales de los médiums. Entretanto, dentro del buen sentido común de que la mediumnidad es una facultad neutra, no responsable por los cuadros psicopatológicos instalados en los médiums, cuando de la ausencia de obsesión, como nos afirma Kardec en El Libro de los Médiums, podemos verificar en la práctica de los consultorios psiquiátricos y de los centros espíritas, que nos es permitido ponderar que la facultad mediúmnica no predispone al ser vivir esas formas enfermizas de sentir sólo por su presencia.

4.¿Existen medicamentos anti-depresivos que actúan en el psiquismo mediúmnico neutralizándolo o excitándolo? ¿Puede citar ejemplos? ¿Cuál es la influencia que tiene el Litio en el psiquismo mediúmnico?

Dentro de las informaciones más objetivas acerca de la acción de los psicotrópicos en el aparato mediúmnico, no tenemos ninguna orientación específica sobre los anti-depresivos. En realidad, tenemos relatos de algunos espíritus sobre la acción de tranquilizantes en los canales mediúmnicos. Afirmándonos algunos orientadores que los tranquilizantes mayores, usados para el tratamiento de las psicosis, tales como el haloperidol, la clorpromazina, la tioridazina, son capaces de bloquear los canales mediúmnicos, reduciendo la posibilidad de la acción de los espíritus obsesores. Por otro lado, los tranquilizantes originados de los benzodiazepínicos, aparte de disminuir el grado de conciencia de la criatura, abrieron aquellos canales, dejando los usuarios de esos productos a merced de sus enemigos espirituales y hasta de influenciar otras de carácter medianímico. Tales informaciones merecen nuestra consideración, a pesar de que no tenemos todavía la confirmación a través del «control universal de las enseñanzas de los espíritus» o de investigaciones bien orientadas. En la práctica, nos parece que son lógicas y confiables. Los anti-depresivos son medicamentos que excitan la individualidad, predisponiéndola a participar más activamente de la propia vida; ese mecanismo excitador podría facilitar el proceso mediúmnico. Ese pensamiento, sin embargo, es parte de nuestras reflexiones, quedando para otros observadores que levanten informaciones más precisas. Cuanto al litio, él no es un psicotrópico propiamente dicho, es una sal que fue descubierta que está en menor cantidad en el organismo de los portadores de depresión, pero mucho más en los casos de manía y en los trastornos bipolares del humor. Por si mismo no tiene acción excitadora o depresiva sobre la criatura, participando de la estructura de neuro-transmisión. Inclusive en el campo médico, las informaciones sobre las acciones del litio en el mecanismo de control del humor todavía carecen de comprobaciones y mejor comprensión, lo que nos lleva a ver la precariedad de cualquier evaluación sobre esa sustancia en relación a la mediumnidad.

5.¿Un médium en crisis depresiva aguda debe alejarse del ejercicio mediúmnico? En caso afirmativo: ¿por qué? ¿Y por cuánto tiempo?

Como dijimos en otras respuestas, existen depresiones y depresiones, o sea, grados de los más variados, precisando que sea hecho un diagnóstico claro del cuadro para una posterior orientación al médium. Para eso, es necesario que se busque un profesional del área, conocedor de la Doctrina Espírita, capaz de orientar en ambos sentidos. En sus grados más simples, en los procesos reactivos, cuando la criatura presenta síntomas depresivos por problemáticas de lo cotidiano, sin tener la pérdida de la capacidad de raciocinio y de trabajo, donde la depresión no impide las actividades diarias, creemos que no haya necesidad de un alejamiento del trabajo mediúmnico. En los cuadros agudos, donde ocurre una desvitalización del medianero, con pérdida parcial o total y temporal de su condición «normal», sería interesante un alejamiento por lo menos por igual período del comprometimiento, para evitar el desgaste psíquico y energético del mismo, no el alejamiento, sin embargo, de actividades doctrinarias otras capaces de auxiliarlo en su recuperación, como reuniones de estudios, utilización de la fluidoterapía y actividades asistenciales. En los cuadros más graves, en especial, en aquellos con presencia de síntomas psicóticos es totalmente contra-indicado la participación en reunión de intercambio mediúmnico. Si el enfermo ya frecuentaba la actividad debe ser alejado, manteniéndose en tratamiento a distancia, solamente retornando en cuadro de franca recuperación y por orientación de profesional espírita y de los orientadores de esas reuniones. Los pacientes que precisan mantenerse en el uso de anti-psicóticos por tiempo indeterminado y cuya sintomatología compromete su condición orgánica y mental, deben ser orientados para buscar otro tipo de actividad doctrinaria más condecente con su situación actual. Es importante que frisemos que las reuniones de intercambio deberían servir para la asistencia a los desencarnados y no para la atención a los encarnados.

El equipo mediúmnica debe ser como un equipo médico, en la tierra, afinado en sus propósitos y capacidad para la atención. El desequilibrio de uno de sus participantes puede perturbar todo el grupo, alejándolo de su real objetivo. Un hecho que necesita de reflexión, por parte de la comunidad espírita, es sobre la dificultad que los espiritistas, en su mayoría, tienen que aceptar en buscar un psiquiatra o psicólogo, cuando delante de una problemática en el campo emocional. Es claro, que existe un gran preconcepto por parte de la propia persona, pero, también, por los compañeros de la Casa Espírita, enbasado en un orgullo y vanidad, que no son condecentes con nuestra necesidad de reforma íntima. Ese tipo de acción sólo dificulta la recuperación de la criatura. La mediumnidad no es panacea. Vemos muchos dirigentes y espíritas que indican el desarrollo mediúmnico para cualquier uno, por cualquier problema, como si el contacto con las entidades espirituales fuese suficiente para terminar con todas nuestras enfermedades. Esta actitud (muchas veces, llena de mejor intención) es por si sólo peligrosa, cuando no liviano, siendo la causadora de muchas de las agresiones que son dirigidas al Espiritismo, fruto del poco estudio y reflexión sobre tema tan importante dentro del Movimiento Espírita.

6.¿La obsesión puede causar o agravar un caso de depresión? ¿Cómo se da la actuación de los obsesores a nivel de los neurotransmisores?

Si. Los procesos obsesivos pueden causar y agravar los cuadros depresivos. Tal vez, fuese más interesante que sustituyésemos la palabra causar por inducir, ya que toda obsesión comienza en el campo mental de la criatura, que por culpa o por falta de vigilancia, se predisponen a la acción maléfica de entidades espirituales sufridoras. Como nos afirma el orientador Joseph Gleber, en el libro «El Hombre Sano – Una Nueva Visión», obsesión no es causa es efecto. En el caso en que las criaturas se presentan en franco cuadro de depresión, podemos afirmar que el campo mental es propiciador para los procesos obsesivos, estando, probablemente, la criatura bajo la acción de una o más entidades obsesoras. Cuanto a la acción de entidades espirituales a nivel de neurotransmisores, ella debe ocurrir siempre, por acción indirecta, como hablábamos en otra pregunta, y estar presente, por actuación conciente, cuando de la presencia de entidades del mundo inferior de profundo conocimiento del asunto. Serían científicos del astral inferior, a actuar por estímulos electroquímicos en los sistemas cerebrales específicos, que controlan el humor, bloqueando o estimulando la producción de determinadas sustancias, o sea, los neurotransmisores.

7.¿Si un desencarnado está en depresión, el médium podrá asimilar ese cuadro?


Ciertamente. Y esa asimilación tendrá una relación directa con el grado de relación y sintonía entre encarnado y desencarnado. Siendo así, la presencia de culpa, la predisposición orgánica y mental, la sensibilidad mediúmnica y la falta de vigilancia, en las acciones de lo cotidiano, serán elementos determinantes de esa asimilación. Esa acción espiritual podrá ser temporal o crónica, de conformidad con el estado de sintonía del médium.

8.¿La oración tiene una acción profiláctica sobre los neurotransmisores cerebrales?

Desde el punto de vista del conocimiento científico, del mecanismo de acción de la oración en los neurotransmisores no tenemos informaciones claras, que pudiesen responder de forma más objetiva la pregunta que nos fue propuesta. Entretanto, recordándonos del Maestro Jesús, al afirmarnos que «todo lo que pedimos en oración, nos será dado», creemos que el estado vibratorio oriundo de una oración sentida, en toda su expresión, es capaz de mover estructuras y mecanismos, en nuestro organismo, llevándonos a los estados más sanos, de nuestra condición evolutiva.

9.¿El ejercicio mediúmnico correcto es factor de equilibrio en las depresiones? ¿Por qué?

Como dijimos anteriormente, no creemos que el ejercicio mediúmnico deba ser usado como forma de tratamiento para las criaturas que están pasando por los procesos depresivos más serios. Sin embargo, el ejercicio correcto de la mediumnidad con Jesús es un instrumento profiláctico para nuestra mente, disminuyendo nuestra propensión a los procesos patológicos de toda monta o proporcionándonos mejores condiciones de que enfrentemos nuestras pruebas. La mediumnidad equilibrada ofrece enseñanzas varias a los portadores de esa facultad, entre estos, el del contacto con el dolor del otro, que entendida y auxiliada, creará para nosotros una aura de armonía y salud. El médium, al asumir espontáneamente su trabajo, huye de sus actitudes pretéritas de rebeldía y egoísmo, y así, se aleja de las causas espirituales de la depresión.

10.¿El tratamiento de la depresión puede ser hecho solamente utilizando la terapia espírita de los pases y del agua fluida, dispensando el tratamiento médico?
 
El hombre es un ser integral, una entidad trinitaria, compuesta de espíritu, periespíritu y cuerpo físico; necesita, por lo tanto, de un tratamiento que lo atienda en todos los seguimientos de su ser. De la misma forma que ocurre una laguna en la asistencia cuando el facultativo materialista se atiene a la atención del cuerpo físico, el espírita que no cuida de su instrumento orgánico deja que desear. La búsqueda de asistencia espiritual ostensiva, cuando la medicina terrestre ya posee formas de asistencia positivas, es una manera de ocupar los espíritus superiores, con tareas para las cuales ya estarían dispensados, ocupándoles una fracción de tiempo, que podría ser utilizada en trabajos, que sólo ellos pueden realizar. Por otro lado, la no utilización de las orientaciones espirituales, en los casos de enfermedad para los cuales la medicina todavía no tiene tratamiento o que no encontramos solución adecuada, es señal de falta de fe o de la presencia de orgullo. Y tanto una como la otra situación nos exige ponderación y cambio íntimo.

(Entrevista concedida al Departamento de Orientación de la Mediumnidad de la Unión Espírita Minera) Traducción LILY DOMIC-Santiago de Chile.

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