viernes, 17 de mayo de 2024

Síntomas de la Mediumnidad

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-¿ Qué es un médium ?

2.- Depresión infantil

3.-Algunas respuestas de los Espíritus

4.- Síntomas de la Mediumnidad

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             ¿ QUE ES UN MÉDIUM ?                               


- Un médium es alguien que tiene un contacto con el mundo espiritual más directo y evidente que el resto de personas, como si tuviera una conexión a Internet de tipo ADSL, mientras el resto tienen una conexión telefónica normal. Para la mayoría de personas la existencia de un mundo más allá del físico no resulta nada evidente, porque apenas perciben de lo que les rodea lo que sus sentidos físicos son capaces de captar. Pero un médium tiene una sensibilidad adicional, como si tuviera una potente antena que le permitiera sintonizar con emisoras que emiten en un rango de frecuencias diferente, que el resto de gente, con sus antenas convencionales, no puede captar.

- Pero entiendo yo que no todos los médiums son iguales ni todas las capacidades mediúmnicas tampoco. Quiero decir ¿existen diferentes tipos de mediumnidad?

- Sí. Se pueden clasificar según la manifestación o el tipo de contacto con el mundo espiritual que predomine. De acuerdo con esta forma de clasificar encontraremos el médium vidente, que es aquel que puede ver a los espíritus o el médium auditivo, que es aquel que puede oírlos.
     Un médium escribiente es aquel que recibe los mensajes a través de la escritura, pudiendo ser o no consciente de lo que escribe.
     Un médium intuitivo es aquel que recibe los mensajes espirituales directamente en su
mente, inspirado por los espíritus. Un médium de incorporación es aquel que se presta o permite que temporalmente un espíritu desencarnado utilice su cuerpo y sus sentidos, total o parcialmente, para manifestarse en el plano físico, recuperando después el control del mismo.  Un médium terapeuta es aquel que canaliza energías trasmitidas por espíritus elevados con la intención de mejorar el estado vital de un espíritu encarnado. Un médium sensitivo es aquel que puede percibir su presencia, su estado de ánimo y sus mensajes pero no lo hace a través de ningún sentido físico. Un médium clarividente es aquel que puede
captar escenas futuro o del pasado, etc.

- Entonces alguien que sea médium es un privilegiado respecto a los demás, ya que está más favorecido que el resto para contactar con sus guías de forma más sencilla.

- La mediumnidad innata se le da al espíritu que lo necesita en ciertas circunstancias para que la aproveche para evolucionar más rápidamente, como instrumento que debe utilizar para ayudar los demás, encarnados y desencarnados. Lo que ocurre es que la mayoría, una vez encarnados, o bien preferiría no tenerla, debido a la incomprensión que recibe de parte de los que no la tienen, o bien la intentan utilizar para su lucro personal. La capacidad de contactar no es exclusivamente con los guías espirituales, sino con el mundo espiritual en general, y en este mundo, como pasa en el vuestro, no todos son buenos. Hay espíritus en distintos grados de evolución y el canal está abierto para todos, de manera que podemos recibir influencias positivas y negativas. Dependiendo del uso que el médium quiera hacer de ese canal, se atraerá la influencia de espíritus más o menos avanzados.

- ¿ También pueden influirnos los espíritus inferiores?

- También. Todo encarnado recibe influencias y sugestiones de los espíritus, sea o no sea médium, y también de los espíritus inferiores. Pero al igual que los superiores, sólo pueden entrar si uno les deja. Al ser seres de baja vibración, sólo sintonizan contigo si tú bajas tu vibración.
     Aprovechan las debilidades espirituales, los defectos, para colarse. Los sentimientos dañinos, los actos que van contra la ley del amor son su puerta de entrada.

- ¿Siempre un espíritu poco avanzado se acerca para molestar, por ejemplo, a un médium?

- No. También se puede acercar porque necesita ayuda para salir de una circunstancia dolorosa. Si se trata de un espíritu que por cualquier razón se ha aferrado fuertemente a la vida material, no percibe la ayuda que se le está ofreciendo directamente desde el mundo espiritual. El médium es para ellos como un faro en medio de la niebla, por el estado de turbación en que se encuentran, y puede servir de intermediario para proporcionarle la ayuda necesaria para encaminarle hacia su destino en el mundo espiritual.

V.G

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DEPRESIÓN INFANTIL

                                (Llamada de atención a los padres)

                                                                     


 (Alfredo Zavatte Filho 28 07 2012)

Hemos recibido a un gran número de padres  hablando de perturbaciones  de la clase más variada en sus hijos buscando ayuda en esta casa que,  conversando con ellos, percibimos que hay algo más  que simples perturbaciones para ser tratadas solamente  la parte espiritual, más que esos niños  están entre los siete y catorce años de edad, presentan un perfil que necesita  ser analizado por un buen profesional del área   de la psiquiatría pues esas criaturas necesitan urgentemente   un soporte médico, pues están  con depresión.

Si, no se asusten, pues es eso mismo  lo que afirmo: DEPRESIÓN INFANTIL

La depresión  infantil  tiene somatologías  que muchos padres imaginan que sus hijos  se encuadran en todos los diagnósticos que hacen, más que en verdad no les pasa por la cabeza que ellas, pueden  estar siendo víctimas de esa terrible dolencia que avanza a pasos agigantados en todo el mundo.

“El cuadro depresivo en la infancia han sido descrito desde el inicio de este siglo, no en tanto, fue solamente a partir de la década de los 60, que comenzaron sus investigaciones.

El objetivo de esa pesquisa efectuada en esa década fue la de detectar la prevalencia de síntomas depresivos en escolares de la red escuelas privadas de la ciudad de Ribeirao Preto.

 A través de un dispositivo llamado CDI (inventario de Depresión Infantil), fue aplicada en una sala del aula en alumnos entre siete y catorce años de edad, en presencia de un investigador  y una profesora de  la escuela, en un total de  135 niños, 44% del sexo masculino y el %6% del sexo femenino. La prevalencia de la sintomatología depresiva  encontrada fue de 1,48%. Concluimos que factores  regionales, socioeconómicos  y culturales deben ser considerados en relación  a los resultados  con el uso de este instrumento”. (1)

Muchos dudaban de su existencia por el hecho de considerar que los niños eran portadores de estructuras de personalidad inmadura”, o sea  no podrían presentar trastornos  de humor, de ahí solo comenzaron a interesarse por el asunto a partir de los años 60, cuando fue realizado los primeros experimentos sobre esa prevalencia de depresión en los niños, siendo hoy objeto  de estudios  en varios países de forma integral, y a partir de ahí fue confirmado un campo psicopatológico infantil, aunque la literatura  comprobara que la depresión infantil  sea distinta de la depresión  adulta en varios aspectos, sin embargo carecen esos niños de ser  tratados por un profesional del área  específica.

Lo que me llamo mucho la atención fue los datos sobre  suicidios que acontecen en esa edad.

Como no somos la persona más indicada para dar detalles de esa dolencia, buscamos informaciones de un especialista, para que los padres  para que los padres  puedan tener algunos cuidadosos parámetros  que puedan avalar a sus hijos y a los profesionales con sus alumnos, presentamos así  el articulo de Dr. Alejandro Loiola, cuyas palabras están abajo en su integridad, para que sirva de ayuda a todos.

DEPRESIÓN INFANTIL                                                                                       (Por el Dr. Alessandri Loiola)

Quien ya enfrento una crisis de Depresión sabe que este es un desafío respetable, algo como golpear de frente  con masivas de elefante de tristezas  y frustraciones. Ahora cierre los ojos por un instante e intente imaginar a alguien con un decimo  de su bagaje de vida teniendo que enfrentar el mismo elefante… En lo mínimo, una cobardía; en lo máximo, una carnicería. Es exactamente este tipo de amenaza lo que la Depresión Infantil representa.

Se estima que la Depresión Infantil  afecta  a una de cada 20 criaturas por debajo de  los diez años de edad. El problema mayor 

(es el gran riesgo) está  en el hecho de que muchas de sus manifestaciones  son absolutamente diferentes de aquellas observadas en las personas adultas. Ya presencie casos  de criaturas rotuladas como difíciles maleducadas, cuando, en verdad, estaban sufriendo de severas crisis depresivas .  y nadie parecía estar entendiendo cosa alguna.

Los niños no poseen vocabulario suficiente para expresar sus sentimientos. En general, hacen eso mejor a través de actitudes. ¿Y quien tiene paciencia hoy en día `para prestar atención en actitudes que perturban? ¿Quién nunca  creó un rotulo instantáneo y descartable para un hijo o sobrino de comportamiento irritante? Infelizmente, en algunos casos, la crisis de broma o agitación toda eran manifestaciones de un cuadro depresivo. Y usted quedo asombrado.

Por ejemplo, un niño con menos de 6años de edad que se torna desinteresado, ansioso, no quiere ir a la escuela, se queja frecuentemente del cansancio, dolor de cabeza o dolores de abarriga asociados a miedos  irracionales, puede estar sufriendo Depresión.  La Depresión Infantil puede afectar el rendimiento   escolar, el desenvolvimiento emocional normal  y la estabilidad de toda la familia, resultando en una mayor incidencia de violencia doméstica y abuso de drogas. Sin tratamiento adecuado, el 40% de las criaturas afectadas presentaran una crisis  grave de Depresión  en los dos años siguientes, la mitad de ellas intentaran el suicidio y el 7% tendrán éxito.

Aun no se sabe exactamente la causa  de la Depresión Infantil. Se habla mucho  en factores genéticos, orgánicos y ambientales. Sinceramente, en la inmensa mayoría de los casos que atiendo, el niño está simplemente reflejando la falta de atención, cariño y estructura familiar a su alrededor.

Si usted despertó con el problema  y quiere evitar que la Depresión amenace el pequeño tesoro que está bajo su responsabilidad, guarde estas Reglas de Oro en su corazón

-redoble su atención  cuando lacriatura este atravesando situaciones de riesgo:  cambios, separaciones de los padres, muerte  en la familia, llegada de un nuevo hermanito etc.

-Si el niño presentó un cambio súbito de comportamiento (agresividad, irritación, agitación  o desinterés), alteraciones en el apetito (Tienen dificultad para ganar peso  ) o en el sueño (sufre pesadillas y terrores nocturnos), baja auto estima(vive diciendo “todo el mundo me odia”)  o dificultad en la concentración ( caída en el rendimiento escolar) , llévela para ser  tratada  por un profesional  capacitado de la salud.    Cuanto antes sea  detectada la Depresión, más fácil y efectivo será el tratamiento.

  - Una criatura sana, que crece a la sombra  de una orientación afectuosa y honesta  difícilmente desarrollará  un disturbio depresivo. Por eso, demuestre siempre su amor  en la misma proporción  en que cobra  disciplina. Ese,  tal vez, sea el gran secreto de todo (2)                                                                                                                                                                                                                         

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       RESPUESTAS DE LOS ESPÍRITUS A

 ALGUNAS PREGUNTAS

 Preg. –¿Cómo pueden los Espíritus obrar sobre la materia? Esto parece contrario a todas las ideas que nos hacemos de la naturaleza de los Espíritus. 

Resp. «–Según vosotros, el Espíritu no es nada; esto es un error; nosotros ya hemos dicho que el Espíritu es algo, y es por eso que puede obrar por sí mismo; pero vuestro mundo es demasiado grosero para que pueda hacerlo sin intermediario, es decir, sin el lazo que une el Espíritu a la materia.» 

Nota – El lazo que une el Espíritu a la materia, si no es inmaterial, es por lo menos impalpable; esta respuesta no resolvería la cuestión si no tuviésemos el ejemplo de fuerzas igualmente imponderables que obran sobre la materia: es así que el pensamiento es la causa primera de todos nuestros movimientos voluntarios y que la electricidad derriba, levanta y transporta masas inertes. De lo que no se conoce el móvil, sería ilógico concluir que éste no existe. Por lo tanto, el Espíritu puede tener palancas que nos son desconocidas; la Naturaleza nos prueba todos los días que su fuerza no se detiene ante el testimonio de los sentidos. En los fenómenos espíritas, la causa inmediata es indiscutiblemente un agente físico, pero la causa primera es una inteligencia que obra sobre este agente, como nuestro pensamiento obra sobre nuestros miembros. Cuando queremos golpear, es nuestro brazo que obra, no es el pensamiento el que golpea: éste es quien dirige al brazo. 

Preg. –Entre los Espíritus que producen efectos físicos, los que llamamos golpeadores ¿forman una categoría especial o son los mismos que producen los movimientos y los ruidos? 

Resp. «–El mismo Espíritu puede ciertamente producir efectos muy diferentes, pero los hay quienes se ocupan más particularmente de ciertas cosas, como entre vosotros tenéis los herreros y los hacedores de proezas.» 

Preg. –El Espíritu que obra sobre los cuerpos sólidos, ya sea para moverlos o para golpear, ¿penetra en la propia substancia de los cuerpos o actúa fuera de la misma?

 Resp. «–Lo uno y lo otro; hemos dicho que la materia no es un obstáculo para los Espíritus; ellos penetran todo.» 

Preg. –Las manifestaciones materiales, tales como los ruidos, el movimiento de los objetos y todos esos fenómenos provocados frecuentemente, ¿son producidos indistintamente por los Espíritus superiores y por los Espíritus inferiores? 

Resp. «–Sólo los Espíritus inferiores se ocupan de esas cosas. Los Espíritus superiores se sirven de ellos algunas veces, como tú lo harías con un changador, 12 a fin de que ejecute su cometido. ¿Puedes creer que los Espíritus de un orden superior estén a vuestras órdenes para divertiros con trivialidades? Es como preguntar si, en vuestro mundo, los hombres sabios y serios hacen cosas de juglares y bufones.» 

Nota – En general, los Espíritus que se revelan por efectos físicos son de un orden inferior. Ellos divierten o impresionan a aquellos para los cuales el espectáculo visual tiene más atractivo que el ejercicio de la inteligencia; son, de cierto modo, los saltimbanquis del mundo espírita. A veces actúan espontáneamente; en otras ocasiones, por orden de los Espíritus superiores. Si las comunicaciones de los Espíritus superiores ofrecen un interés más serio, las manifestaciones físicas tienen igualmente su utilidad para el observador; nos revelan fuerzas desconocidas en la Naturaleza y nos dan los medios de estudiar el carácter y –por así decirlo– las costumbres de todas las clases de la población espírita. 

Preg. –¿Cómo probar que el poder oculto que actúa en las manifestaciones espíritas está fuera del hombre? ¿No podría pensarse que reside en sí mismo, es decir, que obra bajo el impulso de su propio Espíritu? 

Resp. «–Cuando una cosa se hace contra tu voluntad y tu deseo, ciertamente que no eres tú quien la produce; pero a menudo eres la palanca de la que se sirve el Espíritu para obrar, y tu voluntad viene en su ayuda; tú puedes ser un instrumento más o menos conveniente para él.» 

Nota – Es precisamente en las comunicaciones inteligentes que la intervención de un poder extraño se vuelve patente. Cuando esas comunicaciones son espontáneas y ajenas a nuestro pensamiento y a nuestro control, cuando responden a preguntas cuya solución es desconocida por los asistentes, es necesario buscar la causa fuera de nosotros. Esto se hace evidente para cualquiera que observe los hechos con atención y perseverancia; los detalles de sus matices escapan al observador superficial. 

Preg. –¿Todos los Espíritus son aptos para dar manifestaciones inteligentes? 

Resp. «–Sí, puesto que todos los Espíritus son inteligencias; pero como los hay de todos los grados, es como entre vosotros: unos dicen cosas insignificantes o estúpidas y otros cosas sensatas.» 

Preg. –¿Todos los Espíritus son aptos para comprender las preguntas que se les propone? 

Resp. «–No; los Espíritus inferiores son incapaces de comprender ciertas preguntas, lo que no les impide que respondan bien o mal; es igual que entre vosotros.» 

Nota – Esto demuestra que es esencial ponerse en guardia contra la creencia en el saber indefinido de los Espíritus. Sucede con ellos lo mismo que con los hombres: no es suficiente con interrogar al primero que llega para obtener una respuesta sensata; es necesario saber a quién uno se dirige. 

El que quiere conocer las costumbres de un pueblo debe estudiarlo desde lo más bajo hasta lo más alto de la escala; sólo ver una clase es hacerse una idea falsa, puesto que se juzga el todo por la parte. 

La población de los Espíritus es como la nuestra; hay de todo: bueno y malo, sublime y trivial, sapiente e ignorante. Cualquiera que en filosofía no haya observado todos los grados, no puede jactarse de conocerlo. 

Las manifestaciones físicas nos hacen conocer a los Espíritus de bajo nivel; son la calle y la choza. Las comunicaciones instructivas y sabias nos ponen en relación con los Espíritus elevados; son la élite de la sociedad: el castillo y el instituto. 

- Revista Espírita 1858. Periódico de Estudios Espíritas-

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   SÍNTOMAS DE LA MEDIUMNIDAD

 Manuel Philomeno de Miranda

La mediumnidad es una facultad inherente a todos los seres humanos, que algún día aparecerá de forma más ostensiva, de la que ocurre en el presente momento histórico.
Muchas enfermedades de difícil diagnóstico, por la variedad de síntomas, tienen sus raíces en los disturbios de la mediumnidad de prueba, esto es, aquélla que se manifiesta con la finalidad de invitar al espíritu a rescates aflictivos de comportamientos perversos o daños realizados en existencias anteriores. Por ejemplo, en el área física: dolores en el cuerpo, sin causa orgánica; cefalalgia periódica, sin razón biológica; problemas de sueño –insomnio, pesadillas, pavores nocturnos con sudor-; taquicardias, sin motivo justo; colapso periférico sin ninguna disfunción circulatoria, constituyendo todos ellos o apenas algunos de ellos, perturbaciones que derivan de la mediumnidad en surgimiento o con sintonía desequilibrada.
A medida que se perfeccionan los sentidos sensoriales, favoreciendo con más amplio caudal de comprensión del mundo objetivo, se amplía la embrionaria percepción extrafísica, motivando el surgimiento natural de la mediumnidad.
No pocas veces, es detectada por características especiales que pueden ser confundidas con síndromes de algunas psicopatologí as que, en el pasado, eran utilizadas para combatir su existencia.
No obstante, gracias a los notables esfuerzos y estudios de Allan Kardec, así como de una pléyade de investigadores de los fenómenos paranormales, la mediumnidad viene siendo observada y perfectamente aceptada con respeto, con respecto a benditas contribuciones que faculta al pensamiento y al comportamiento moral, social y espiritual de las criaturas.
Sutiles o vigorosos, algunos de esos síntomas permanecen en determinadas ocasiones generando mal estar y sinsabor, inquietud y trastorno depresivo, en cuanto que, en otros momentos surgen en forma de exaltación de la personalidad, sensaciones desagradables en el organismo, o antipatías injustificables, animosidades mal disfrazadas, como consecuencia de la asistencia espiritual de que se es objeto.
En el comportamiento psicológico, aún se presentan: ansiedad, fobias variadas, perturbaciones emocionales, inquietud íntima, pesimismo, desconfianzas generalizadas, sensaciones de presencias inmateriales –sombras y bultos, voces y tocamientos- que surgen inesperadamente, en tanto que desaparecen sin ninguna medicación, representando disturbios mediúmnicos inconscientes, que son provocados por la captación de ondas mentales y vibraciones que sintonizan con el periespíritu del enfermo, procedentes de entidades sufridoras o vengadoras, atraídas por la necesidad de rehacer los conflictos en que ambos –encarnado y desencarnado- se ven envueltos.
Esos síntomas, generalmente pertenecientes a los capítulos de obsesiones simples, revelan la presencia de facultad mediúmnica en desarrollo, requiriendo los cuidados pertinentes a su educación y práctica.
Sin embargo, no todos los individuos en los que se presentan síntomas de tal porte, necesitan ejercitar la facultad de que son portadores. Después de la conveniente terapia que es enseñada por el estudio del Espiritismo y por la transformació n moral del paciente, que se hacen indispensables al equilibrio personal, recuperan la armonía física, emocional y psíquica, prosiguiendo,  con otra visión de la vida y diferente comportamiento, para que no le acontezca nada peor, conforme elucidaba Jesús, después del atener y la recuperación de aquéllos que Lo buscaban y tenían el cuadro de sufrimientos anterior.
Sin embargo, gran número de portadores de mediumnidad, tienen un compromiso con la tarea específica, que le exige conocimiento, ejercicio, abnegación, sentimiento de amor y caridad, a fin de atraer a los espíritus nobles, que se encargarán de auxiliar a cada uno de en el trabajo del ministerio iluminativo.
Trabajadores de última horanuevos profetas, transformándose en los modernos obreros del Señor, están comprometidos con el programa espiritual de modificación personal, así como de la sociedad, con vistas a la Era del Espíritu inmortal que ya se encuentra en sus cimientos afincados en la corteza terrestre.
Cuando sin embargo, los disturbios permanecen durante el tratamiento espiritual, conviene que sea tenida en consideración la psicoterapia consciente, a través de especialistas propios, con el fin de auxiliar al paciente-médium a realizar el auto descubrimiento, liberándose de los conflictos y complejas perturbaciones, que son consecuencia de experiencias infelices tanto del ayer como del hoy.
El esfuerzo por el perfeccionamiento interior aliado a la práctica del bien, abre los espacios mentales a la renovación psíquica, que se enriquece de valores optimistas y positivos que se encuentran en el Espiritismo, favoreciendo a la criatura humana con la alegría de vivir y de servir, al tiempo que la misma adquiere seguridad personal y confianza irrestricta en Dios, avanzando sin cualquier impedimento rumbo de la propia armonía.
Naturalmente, cuando se está encarnado, el proceso de crecimiento espiritual ocurre por medio de factores que constituyen el tejido celular, que siempre puede padecer enfermedades, desconciertos, problemas que forman parte de la psicoesfera terrestre, dentro de la condición evolutiva de cada uno.
La mediumnidad, sin embargo, ejercida noblemente, se transforma enbandera cristiana y humanitaria, conduciendo mentes y corazones al puerto de seguridad y de paz.
La mediumnidad, por tanto, no es un trastorno del organismo. Su desconocimiento, la falta de atención a sus impositivos, generan disturbios que pueden ser evitados, o cuando se presentan, reciben la conveniente orientación para que sean corregidos.
Tratándose de una facultad que permite el intercambio entre los dos mundos –el físico y el espiritual- proporciona la captación de energías cuyo tenor vibratorio corresponde a la calidad moral de aquéllos que la emiten, así como de aquellos otros que las captan y transforman en mensajes significativos.
En este capítulo, no pocas enfermedades se originan de este intercambio, cuando proceden de las vibraciones de entidades enfermas o perversas, que perturban el sistema nervioso de los médiums incipientes, produciendo disturbios en el sistema glandular e incluso afectando el inmunológico, facultando el campo para la instalación de bacterias y virus destructivos.
La correcta educación de fuerzas mediúmnicas proporciona equilibrio emocional y fisiológico, aportando salud integral a su portador.
Es obvio que no impedirá la manifestación de los fenómenos consecuentes de la Ley de Causa y Efecto, de los que necesita el espíritu en su proceso evolutivo, pero facultará la tranquila conducción de los mismos sin daños para la existencia, que proseguirá en clima de armonía y salud, a pesar de los acontecimientos impuestos por la necesidad de evolución personal.
Cuidadosamente atendida, la mediumnidad proporciona bienestar físico y emocional, contribuyendo para mayor captación de energías revitalizantes, que alzan la mente a las regiones felices y nobles, de donde se pueden obtener conocimientos y sentimientos inhabituales, que embellecen el espíritu y lo enriquecen de belleza y de paz.
Superados, por tanto, los síntomas de inicio de la mediumnidad, surgen las responsabilidades ante los deberes que irán a constituir el clima psíquico dichoso del individuo que, comprendiendo la magnitud de la situación, crecerá interiormente rumbo del Bien y de Dios. 
Mensaje de Manuel Philomeno de Miranda, psicografiado por el médium Divaldo P. Franco, en la reunión mediúmnica realizada en el Centro Espírita en la ciudad de Paramirim (BA), Brasil, el 10 de julio de 2000.
Extraído del libro "Reencontro com a vida".
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