INQUIETUDES ESPÍRITAS
1- Facultades mediúmnicas
2- Reuniones mediúmnicas espíritas
3- Muerte que no es muerte
4- El mito de Adán y Eva
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FACULTADES MEDIÚMNICAS
El mito de Adán y Eva
Tal vez lo que aquí aparece escrito pueda parecer descabellado, aunque a otras personas nos parece una teoría razonable, pero en cualquier caso creo que es digno de ser tenido en cuenta y comentado.
El relato bíblico, de apariencia ingenua y simple, pero con unas raíces significativas profundas, nos habla de Adán y Eva, como si fuesen dos personas creadas directamente por Dios: Los dos primeros padres de toda la raza humana, y cuenta que por desobediencia a Dios o Yavé, fueron expulsados del Paraíso.
Por supuesto que estos relatos de la Biblia no se pueden tomar literalmente, porque se comprende que son una figura alegórica de otra realidad diferente. Estos relatos a veces podrían parecer fábulas o cuentos infantiles poco creíbles si no representaran realidades más complejas de comprender por las mentes humanas en aquellas remotas épocas cuando fueron elaboradas.
En realidad todas las figuras y personajes que aparecen en el relato de la creación de los llamados “nuestros primeros padres", Adán y Eva, son alegorías y fueron dadas por Moisés al pueblo judío de aquella época de modo adecuado a su nivel de comprensión.
Bajo mi humilde opinión, muy bien podrían significar lo siguiente: La palabra hebrea “Haadam”, de donde procede el nombre de Adán, representa a la humanidad en general.
El “árbol de la vida y de la ciencia del
bien y del mal ” representa la conciencia de la vida espiritual y el crecimiento espiritual con
arreglo al uso de la responsabilidad del libre albedrío que Dios les
otorgó. Asimismo el fruto del árbol
representa la evolución espiritual y los
deseos y atracciones materiales del hombre a los cuales sucumbe, representado en la figura de Adán.
Comer del fruto prohibido significa sucumbir a las
tentaciones materiales que el fruto representa, en detrimento de las conquistas
espirituales que debiera realizar.
Asimismo la muerte con que es amenazado Adán si desobedece, son las consecuencias inevitables de orden físico y moral, por transgredir las leyes divinas que lleva grabadas en su conciencia. La serpiente que los invita a desobedecer representa la perfidia de los malos Espíritus que con sus consejos tratan de hacer daño y pervertir.
Por último, el paraíso personifica el lugar idílico o mundo de donde procedían los seres humanos llegados a la Tierra y del que fueron expulsados y arrojados a la Tierra por no haberse hecho merecedores de continuar en su mundo, un Mundo de Regeneración. Estos seres de origen extraterrestre conformaron la raza adámica, representada en el relato bíblico por la figura de Adán .
Como vemos, Adán y Eva no fueron en realidad una sola pareja humana. Eva es una figura representativa de la raza humana primitiva que habitaba la Tierra, procedente de los primitivos humanoides recién llegados evolutivamente a la etapa humana, en cuanto a lo físico y en lo psíquico, procedentes del reino animal llegado a la cúspide de su evolución ( ciertas especies de grandes primates), mientras que Adán es la figura representativa de una raza o estirpe espiritual más evolucionada, desterrada a este mundo desde otro mejor y más evolucionado, el "Paraíso" de donde fueron arrojados,
El Ser humano primitivo solamente pudo aparecer de modo simultáneo en diversos
lugares de la Tierra; esta hipótesis científica esta basada en la existencia de múltiples
fósiles de una antigüedad
muy superior en miles de años a la que señala la Biblia para la aparición de Adán, de la que se han
encontrado en diversos lugares muy
alejados entre sí, por muy diversos
puntos del planeta. Este
dato de carácter científico coincide con
lo que sobre este punto habla la Codificación Espírita.
Cuando Caín- figura alegórica- hijo de Adán y Eva, y representante de toda la especie humana posterior-, fue desterrado tras haber matado a su hermano Abel, cuenta la Bíblia que en su destierro encontró otros pueblos en donde obtuvo descendencia con algunas de sus mujeres. Llegados a este punto, de nuevo nos podemos preguntar: Si todos fuésemos descendientes de una sola pareja humana, ¿de dónde podrían haber salido esos pueblos que encontró Caín fuera del Paraíso?. Las mujeres que conoció no podían ser sus hermanas, porque como cuenta la Biblia, las encontró en pueblos lejanos; entonces, ¿ quienes eran esos pueblos y de dónde habían salido?. Además si se pudiese admitir que estas mujeres, madres de sus hijos, eran además sus hermanas carnales, se tendría que admitir que Dios creó a los humanos a base de repetidos incestos perpetuados a través de los tiempos y las generaciones, lo que desde cualquier punto de vista, científico, filosófico o moral, es un disparate.
Hay otro detalle bíblico muy sugestivo que nos indica la existencia de una raza superior que se mezcló con otra inferior. Nos cuenta como “los hijos de Dios encontraron a las hijas de los hombres hermosas, y se casaron con ellas y tuvieron hijos que formaron una raza de gigantes que tenían seis dedos”. Este detalle de los gigantes con seis dedos, no puede por menos de recordar a los estudiosos y seguidores del tema “Extraterrestre”, el aspecto físico coincidente en muchos casos con estos referidos Seres cuando han sido avistados u observados por diversos testigos en diferentes escenarios y momentos, guardando estos Seres “humanoides” una muy estrecha relación con el llamado “ Fenómeno OVNI”, ya que está largamente comprobado que son ellos mismos quienes los tripulan.
La raza Adámica era más evolucionada en cuanto a desarrollo intelectual, científico y técnico, pero con un grave atraso moral que les hacía seres inferiores y atrasados espiritualmente, ( tal como vemos en la actualidad que acontece en nuestro mundo con determinadas personas), por lo cual muchos de sus componentes fueron traídos a nuestro planeta, desde el que habitaban anteriormente ( un planeta de la estrella Capela o Capilla, de la constelación de Cochero, situado a 45 años luz de la Tierra. Esta estrella se distingue como un astro amarillento situado a la izquierda de las Pléyades, y forma un triángulo equilátero con Júpiter y Saturno) .
Esta migración o destierro de espíritus hasta la Tierra debió deberse a un cambio de ciclo planetario en ese lejano mundo que pasó a ser un “mundo de regeneración” inhabitable para ellos desde un punto de vista evolutivo espiritual. Estos espíritus expulsados de su mundo o paraíso lo merecieron por su atraso evolutivo en medio de la humanidad social, tecnológica y moralmente más adelantada que habitaba aquel planeta y a la que ya comenzaban a entorpecer a causa de su retraso moral. De paso, con el desarrollo de su inteligencia y sus conocimientos o reminiscencias de tecnología superior a la del primitivo humano terrestre, con los recuerdos de sus adelantos y de sus organizaciones sociales, ayudaron e impulsaron al primitivo ser humano de la Tierra en sus primeros pasos evolutivos. Como ya se señaló anteriormente, la mayoría de los desterrados de Capella, fueron desalojados de allí en espíritu hasta nuestra psico-esfera para seguir reencarnando en la Tierra, pero otros fueron transportados íntegramente, con su cuerpo material (los llamados “dioses” de la antigüedad, llegados en “carros de fuego”, por las humanidades mas primitivas).
Estos espíritus desterrados hasta la
Tierra, fueron acogidos por Cristo, el Espíritu Guía y Tutor de este planeta,
que despertó en ellos esperanzas de redención mediante el trabajo y el progreso
en la misma, prometiéndoles su venida entre ellos para enseñarles el verdadero
camino de regreso a su patria perdida.
Estas dos razas, Capellinos y Terrícolas,( Adán y Eva), se mezclaron, generando una nueva raza humana que pobló la Tierra hasta nuestros días; estos recién llegados eran más avanzados evolutivamente, en todos los aspectos, que la raza humana que habitaba este planeta, “ la raza de Eva ”( terrestres), que habitaba nuestro planeta desde antes de que llegase la raza de Adán ( Capellinos), y de la cual proceden los fósiles humanos a los que se atribuyen antigüedades de tantos miles de años.
Para la raza “de Adán” esta venida a la Tierra que era un mundo
primitivo, supuso un destierro, una expulsión de su mundo original con una sociedad más adelantada que la que aquí encontraron, (“Paraíso Perdido”).
La raza adámica, tras muchas generaciones en el planeta Tierra, no olvidó nunca su origen, como una reminiscencia que finalmente se plasmó en las páginas de la Biblia con la idea de “el Paraiso perdido”.
Aquellos seres procedentes de aquel planeta de la estrella Capella, tras el paso de muchas generaciones se fueron agrupando en cuatro grandes grupos que forjaron los pueblos más antíguos de la raza blanca: Los ários de donde descienden los pueblos indo-europeos, que incluyen a los latinos, los celtas, los eslavos, los germanos y los griegos, también a los hebreos y los indúes con sus castas, así como la misteriosa civilización egipcia. Sin embargo antes de la llegada de los “desterrados de Capella”, ya habían llegado en épocas anteriores otras civilizaciones extraterrestres procedentes de otros remotos mundos de entre los millones que se encuentran diseminados en el universo. De ellos derivan las razas amarilla y negra que ya existían en la Tierra a la llegada de estos cuatro grandes grupos descritos, formados directamente a partir de la raza adámica.
La mayoría de aquellos espíritus
desterrados hasta la Tierra ya pudieron regresar e incorporarse a su mundo de origen pero,
según datos de confianza procedentes del “más allá”, aún quedan muchos de ellos
obstinados en el mal, que continúan reencarnando y presentes en la Tierra.
“Todas
las leyendas antiguas hablan de una raza superior que, procedente de los
espacios cósmicos, trajo a los hombres los principios culturales que hicieron
grandes a las primitivas civilizaciones”.
Robert Coppel (“Las Religiones”)-
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