INQUIETUDES ESPÍRITAS
1- La construcción del hogar
2.- Parientes y amigos que nos precedieron
3- Conversando sobre Jesús
4.- Idea de la Reencarnación. Origen e Historia
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LA CONSTRUCCIÓN DEL HOGAR
( VIDA Y VALORES )
488 a. ¿Son ellos sensibles al afecto que les profesamos?
- Muy sensibles, pero en cambio olvidan a quienes los han olvidado..
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS -ALLAN KARDEC
Conversando sobre Jesús
Queridos amigos, hola buenos días, amaneció y mirando a través de la ventana observamos el cielo admirando su inmensidad y contemplando en el la figura más destacada, el sol, recordamos que Dios es grande porque grande e inmensa es Su Obra.
Son muchos los hombres, que aman y adoran a Jesús, el Divino Maestro, se le ha llamado de muchas maneras, porque todos tenemos un Jesús especial en nuestro corazón. El apareció un día en nuestro horizonte y es una figura honorifica a la cual casi todos respetamos, El no puede estar exento en nuestras vidas, porque perderíamos el rumbo. Y, aunque hay muchos que no le conocen, ellos no son desconocidos para Jesús, porque hemos de recordar que somos sus ovejas, y ningún buen pastor deja a ninguna oveja perdida. Es por esa razón y la de que según sus propia s palabras de: “Es a través de mi que llegareis al Padre” si nosotros deseamos ignorarlo, El nos busca, a través, de todas las formas que sabemos cómo llegamos a El.
A veces lo hacemos, por una enfermedad, otras por los problemas que sabemos son propios del hombre y que representan sus angustias y pesares, lamentablemente la mayoría lo hacemos por el dolor, solo cuando adolecemos por las cosas que son difíciles de solucionar, o que no tienen solución, es cuando pensamos en algo sublime, algo por encima de nuestra capacidad y de la de cualquier ser humano, cuando recurrimos al socorro divino.
Jesús es el Ser más notable de la Historia de la Humanidad. Jesús separa el lado oscuro de la sociedad y de las criaturas, iluminando las conciencias con la propuesta de la liberación por medio del conocimiento de la Verdad e integración en los postulados soberanos del amor.
Incomprendido, asediado por la astucia y la perversidad, perseguido tenazmente, jamás se dejó atemorizar o desviar del objetivo para el cual había venido. Jamás la Humanidad volverá a vivir días como aquellos en los cuales “ÉL estuvo con las criaturas, sufriendo con ellas amándolas, ayudándolas y entendiéndolas, al tiempo en que tomaba ejemplos de la Naturaleza y en su pauta incomparable cantaba la melodía extraordinaria de la Buena Nueva.
Su voz alcanza a los oídos de hoy en día de todos aquellos que sufren o que aspiran por los ideales de belleza y de felicidad, ambicionando la plenitud.
El legado dejado por El a la Humanidad, porque nada escribió, sufrió rudas alteraciones a través de los tiempos. No obstante, permaneció la esencia de Sus enseñanzas, que se encuentran sintetizadas en el “Amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”. Jesús, el Hombre excelente, llegó a la tierra y enfrentó a la ignorancia predominante trayendo el mensaje de amor que jamás fuera presentado antes en la formulación de la cual Él era portador.
Jesús no vino a someter a la Humanidad ni a someterse a las leyes vigentes. Era portador de una revolución que tiene por base el amor en su esencialidad más excelente y sutil, y que al ser adoptado transforma los cimientos morales del individuo y de la sociedad.
El traía una nueva versión de la realidad, concentrado en el ser inmortal, procedente del mundo espiritual y que a el volvía, lo que alteraba la estructura de la justicia, que ya no mas debería ser primitiva destructiva, sino educativa rehabilitadora.
El trajo la Buena Nueva cuyos objetivos se centran en el futuro del Espíritu, en su emancipación total, en su incesante búsqueda de Dios.
Tornándose el Camino, la Suya es la Verdad que conduce a la Vida, a la plenitud, al acopio de la sabiduría y del amor. Sus parábolas son discursos de todos los periodos del desarrolló socio psicológico de las criaturas. Y aunque hizo, grandes silencios en torno de verdades más transcendentes que podrían ser desnaturalizadas por falta de madurez evolutiva y psicológica de Sus contemporáneos, imposibilitados hasta registrar el pensamiento, que habría e sufrir, inevitablemente, mutilaciones, adaptaciones, adulteraciones de acuerdo con los intereses vigentes en cada estadio de la evolución.
Toda la terapéutica propuesta por Jesús es libertadora, total y sin retrocesos. El no se detiene al borde del problema, sino lo identifica, despertando al problemático para que no reincida en el error, en el compromiso moral con la conciencia, a fin de que no le acontezca algo peor, tales como la amargura sin consuelo, la expiación sin alternativa, el impositivo del rescate compulsivo.
Jesús es la luz del mundo, y todo aquel que lo instale en su corazón, no se perderá, porque es la luz de la Verdad, tratemos si aun no lo hicimos, de fijarlo en nuestro horizonte como nuestra estrella guía, para que en los momentos de tempestad y cuando el Sol esté tapado por las nubes, sea nuestra estrella guía para que no perdamos el camino por donde hemos de ir.
Amigos os deseo un día feliz, que en este día como en todos, el señor nos colme de bendiciones. Merchita
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Idea de la Reencarnación: Origen e Historia
La idea de la reencarnación es un concepto que se remonta a épocas tan antiguas y remotas casi como el propio Ser humano.
Términos como alma, espíritu, reencarnación (la idea), inmortalidad, etc, no son inventos de esta época, sino que ya aparecía en los pueblos diseminados por toda la Tierra, desde muchos siglos antes de la aparición de Cristo.
En los tiempos primitivos esta idea ya era intuida por el Ser humano con su sentido innato de lo religioso. Se puede comprobar que es así por hallazgos arqueológicos , como por ejemplo, que en la Edad de Piedra, hace unos 10.000 años, se hacían entierros en posición fetal, porque creían que así facilitaban el renacimiento..
El Ser humano desde su origen, ya experimentó la idea de haber vivido antes, al retomar emociones y recuerdos de un pasado desconocido; a estas sensaciones y recuerdos, posteriormente se les llamó “dejá vú ”, (vocablo francés que significa ya visto).
Si nos remontamos unos 50.000 años, podemos comprobar como el hombre de Neanderthal enterraba a sus muertos provistos de alimentos y utensilios, expresando su fe en otra vida semejante a la terrena.
En las tumbas de los etruscos, que florecieron en Italia antes de la época del Imperio Romano, se han encontrado muebles y carrozas para el uso de los Seres que habían partido de este mundo, lo que confirma el concepto que tenían sobre el más allá..
En el antiguo Egipto, 3000 años antes de nuestra era, la supervivencia del espíritu y su reencarnación ya eran conocidas y afectaba a la aristocracia de los reyes cuyos nombres terminaban en “Keres”, porque atribuían que todos ellos eran reencarnaciones de “Keres”. En un principio la reencarnación solo era atribuida a los poderosos, pero ya en la XVIII Dinastía se creía que las personas inferiores también renacían.
De los egipcios esta idea pasó a los Griegos, a través de Pitágoras- unos 500 años antes de C- y sus discípulos Sócrates, Platón, Empedocles, Apolonio, etc
Asimismo fueron figuras históricas destacables que sostuvieron este concepto, Aristóteles, -350 años antes de C. aproximadamente-, Plutarco –( unos cien años a. de C. aprox.) y Herodoto, Este último fue un historiador griego que vivió cinco siglos antes de C. y reflejó las creencias egipcias de su tiempo. Creían en la entrada del alma humana en un animal inferior como castigo por sus pecados. Ya entonces la enseñanza se concretaba en que el alma ascendía a través de todos los grados hasta que se convertía en humana, y después guiada por Espíritus Superiores, continuaba ascendiendo a través de miles de grados hasta la Perfección.
En el oriente viene siendo esta idea sostenida desde hace miles de años, no solamente a nivel religioso, sino también popular. Los induístas y los budistas han sido sus principales paladines, y desde ellos formó parte de las raíces religiosas de casi todas las religiones asiáticas.
En occidente este concepto no ha sido desconocido, pues aunque pueda parecer extraña esta afirmación, la idea de la reencarnación ha sido un pilar básico en la cuna de la cultura occidental.
En Europa, según los galeses, esta idea comenzó con los Celtas y de allí pasó al Este en donde coincidió y se afianzó con el Hinduismo y con el Budismo.
La cultura occidental nació en base a cultura Helénica, en Grecia, en donde filósofos como Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, etc, defendieron y explicaron estos conceptos a sus discípulos.
Posteriormente diversas Escuelas Esotéricas continuaron manteniendo esta idea hasta el momento en que surgió el Cristianismo.
Durante los primeros cuatro siglos del mismo, surgieron por Europa oriental y en la parte occidental de Asia, varias escuelas de pensamiento que trataron de lograr una síntesis del platonismo, conjugando enseñanzas griegas, judías, orientales y cristianas. Constituyeron el Neoplatonismo, cuyos máximos exponentes fueron las escuelas de Alejandría, de Atenas, Siria, Pérgamo y Roma, que buscaron reunificar la sabiduría de oriente y occidente, siguiendo el hilo conductor de la doctrina de Platón.
El Cristianismo fue un fenómeno social de importantísimas y transcendentes dimensiones que en su historia ya presenta testimonios que prueban que la idea de la reencarnación era una creencia firme y consolidada entre los primeros cristianos. Entre las más destacas figuras que la sostuvieron y defendieron estuvieron Orígenes y Tomás de Aquino.
Sin embargo el Cristianismo y posteriormente el Islam, combatieron severamente este milenario concepto que tuvo que quedar oculto y disperso entre grupos minoritarios debido a las discrepancias que presentaba con respecto a la religión oficial impuesta, por lo que la Iglesia de Roma lo persiguió como “herejía”. Así crearon la “Santa Inquisición” que persiguió, torturó y dio muerte en las hogueras a muchos cientos de aquellos primeros cristianos que han pasado a la negra historia de la Iglesia como “Albigenses”.
La Reencarnación no solamente está contemplada en las primeras y más remotas obras escritas, sino que fue adoptada por grandes pensadores, filósofos y reformadores morales que ha tenido la Humanidad, desde los de la antigua Grecia hasta los asiáticos Confucio o Buda, y el mismo Cristo, o también por otros personajes más recientes, como Voltaire, Franklin, Niestzche, Shopenhauer, etc.
- Jose Luis Martín-
“Una vida en la carne no es más que un eslabón en la larga cadena de la evolución del alma”
- Pitágoras -
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