domingo, 9 de noviembre de 2025

Resumen histórico de la Mediumnidad ( 2ª Parte )

  INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Resumen histórico de la Mediumnidad ( 1ª Parte)

2.-  Espejo del alma

3.-  El voto espírita

4.- Resumen histórico de la Mediumnidad ( 2ª Parte )

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RESUMEN HISTÓRICO DE LA MEDIUMNIDAD                                ( 1ª Parte )


     La facultad mediúmnica, tanto la natural  como la de pruebas, siempre existió desde que existe el hombre, y gracias a eso, los Espíritus directores de la evolución del mundo, pudieron interferir en ella, orientándolo, guiándolo y protegiéndolo.

     Ellos vinieron a convivir con el hombre, a través de la mediumnidad; les inspiraron y les dieron las enseñanzas necesarias; ellos, guías abnegados y solícitos, son los elementos decisivos en la evolución humana.

   La mediumnidad en sí, es una facultad que casi no se modifica desde hace milenios, manteniendo los mismos aspectos. Poco han variado los fenómenos y sus manifestaciones, lo que acredita que la evolución del hombre es muy lenta.

    Antiguamente el asunto no era bien conocido y era menos generalizado, por lo que dejó de ser admitido, estudiado y analizado, para provecho del colectivo.

    En las épocas, cuando la humanidad vivía en régimen patriarcal de clanes o tribus, la Mediumnidad era atributo de unos pocos que ejercían con ella un verdadero reinado espiritual sobre los demás.

    Después pasó a los círculos cerrados de los colegios sacerdotales, creándose castas privilegiadas de inspirados, para después poco a poco irse difundiendo por el pueblo, dando nacimiento a los videntes, profetas, adivinos y pitonisas, que pasaron a su vez a ejercer una notable influencia en los medios en donde actuaban.

   Siempre fue utilizada como instrumento de poder y dominación en Persia, Egipto, Grecia o Roma; tan apreciada era que originó la circunstancia de solo ser concedida por una iniciación a unos pocos individuos de determinadas sectas y fraternidades.

    Aun hoy se verifica la existencia de algunas sectas y fraternidades que prometen la iniciación bajo rigurosas condiciones de misterio y formalismo, todo con resultados mediocres, como es natural.

    Solo después del advenimiento del Espiritismo, las prácticas mediúmnicas se popularizaron y fueron puestas al alcance de todos, sin restricciones ni secretos.

    A partir de Homero, el poeta legendario de la antigua Grecia, indirectamente se refirió a la mediumnidad al narrar los episodios heroicos de la vida de Ulises, muchos otros pueden servirnos como ejemplo, así, Sócrates, quien decía tener sus "demonios familiares"; Pitágoras, que era visitado por los dioses; Apolonio de Triana, médium extraordinario de videncia y levitación; Simón de Samaria, contemporáneo de los apóstoles. Todos ellos ejercían públicamente en mayor o menor grado.

  En la antigüedad la mediumnidad se ejercía en templos en los que había lechos para acostarse los consultantes que a ellos concurrían para recibir inspiraciones durante el sueño.

   En Grecia los enfermos iban al templo de Esculapio; en Babilonia al templo de Mylata, en especial mujeres; en Esparta los magistrados procuraban el templo de Parsiphoe. Naturalmente que el obtener respuestas para las preguntas realizadas, dependía de la mediumnidad de cada uno.

   En la misma Roma Imperial, a pesar de su conocida amoralidad, los césares no olvidaban esa consulta, sometiéndose de buen grado a las inspiraciones y a los consejos de los "dioses".

  Actualmente, se sabe que los Espíritus del Señor, desempeñan en el plano material, y se comprende que los llamados demonios, dioses y genios. eran entidades operantes, no del todo benéficas, que actuaban como siempre suelen hacerlo: detrás de todos los fenómenos naturales y sociales.

   Es por eso tan positiva y evidente la antigüedad de las manifestaciones mediúmnicas, y precisamente son la prueba evidente de que la Doctrina Espírita ha sido una realidad en todas las épocas y la base fundamental de todas las religiones, a pesar de las restricciones que la desvirtuaron.

   En China, por ejemplo, 3000 años antes de Cristo, la mediumnidad era  practicada en ceremonias, mediante el uso de un dispositivo especial para recibir la palabra del muerto dirigida a sus descendientes. El culto a los antepasados es fundamental en China, Japón y otros países orientales.

   En cuanto al Cristianismo, valiéndose de un concepto de León Denis, "este afirma sobre hechos de apariciones y manifestaciones de fallecidos, y suministra inmensas pruebas de la existencia del Mundo Invisible y de las almas que lo pueblan".

   La misma Biblia está llena de semejantes manifestaciones espirituales obtenidas a través de la mediumnidad.

   En el Antiguo Testamento, vemos a los profetas videntes y oyentes inspirados, que transmitían al pueblo la voluntad de los guías, y es de señalar que de todos los tipos de mediumnidad, la videncia aparece como la más generalizada.

   Samuel IV, cáp 9, así lo demuestra diciendo : "Antiguamente en Israel, cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: "Venid y vamos al vidente, porque el que ahora se llama profeta, antiguamente se llamaba vidente".

   Es de citar la consulta hecha por Saúl al espíritu de Samuel en la gruta de Endor.

   Asimismo tenemos el llamativo relato bíblico de las "plagas sobre Egipto" y otros fenómenos ocurridos en el desierto sobre el pueblo hebreo durante los 40 años de travesía por el mismo, con Moisés al frente. Así, aparecen en el relato bíblico: la "columna de fuego" que marchaba al frente del pueblo errante ; la inscripción del "Decálogo" sobre las tablas de piedra entregadas a Moisés;  el "maná " y las bandadas de codornices que les eran arrojadas cada mañana desde una "nube" para su alimentación; las fuentes de agua que les hicieron brotar sobre las rocas, etc. Todo este relato bíblico son afirmaciones extraordinarias del poder mediúmnico del gran  receptor de la Primera Revelación, aunque modernamente también se han relacionado aquellos hechos con la presencia e intervención del fenómeno Ovni-Extraterrestres, pues parece lógico traducir que aquella " columna de fuego" que marchaba con ellos; que les daba de comer y de beber a diario desde una "nube", etc, sencillamente se trataba de una nave extraterrestre dirigida por un ser llamado "Yavé", ( al que tomaron por Dios en persona) . Tengamos presente además, que la presencia "Ovni" en la Tierra, no es un fenómeno moderno, sino histórico, tal como se acredita por las huellas visibles y evidentes que han dejado por muchos puntos de nuestro planeta.

   Volviendo al hecho mediúmnico en la Biblia, vemos también como Jeremías ofrece un claro ejemplo del fenómeno de incorporación, cuando tomado por un Espíritu, predicaba por las calles contra la guerra a los ejércitos de Nabucodonosor. Otro muy significativo de videncia es el de Juan. discípulo de Jesús-, cuando escribió el Apocalipsis.

  Se observa así que, desde los más remotos tiempos del Antiguo Testamento, los fenómenos en sí mismos, no se diferencian casi nada de los observados en los tiempos actuales. Se pueden citar los de transporte, los de levitación, los de escritura directa, los fenómenos luminosos, etc.

  Y tan semejantes eran las prácticas antiguas como las actuales, que incluso era empleada la música para la preparación del ambiente. El profeta Eliseo reclama un "tañedor" ( el que "tañe "un instrumento músico) para profetizar. Y es muy conocida la cita en la que el rey David  tañendo su arpa, calma y aleja a los Espíritus obsesores.

   Volviendo a citar a León Denis, este pregunta: ¿ Los apóstoles de Jesucristo fueron elegidos por ser sabios o notables, o porque tenían capacidades mediúmnicas?

  Estos apóstoles y sus discípulos, como sabemos, durante el periodo de sus trabajos, actuaron como verdaderos médiums. Basta citar a San Pablo y a San Juan, uno dinámico y culto, y el otro más místico.

 - Por Merchita- ( continúa en la segunda parte)

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                   ESPEJO DEL ALMA


     Cuando somos jóvenes, generalmente tenemos una buena relación con el espejo.
     Paramos ante él y nos miramos de cuerpo entero y desde todos los ángulos.
     Tenemos el coraje de observarnos y de enfrentar posibles desajustes físicos,  y el futuro está a nuestro favor.
     Somos más flexibles, desarmados, versátiles, y mas dispuestos a los cambios. Gustamos de cambiar opiniones y acatamos ideas nuevas con facilidad.
     Nuestra alma, tanto como nuestro cuerpo, está en constante transformación. Estamos siempre buscando nuevos significados para las viejas ideas.
     Con el paso del tiempo vamos evitando espejos que reflejen nuestro cuerpo por entero. Buscamos si  acaso aquellos que reflejen solo del cuello hacia arriba.
     Huimos de nuestra apariencia porque no nos gusta o porque aún deseamos ver reflejado aquel cuerpo joven de cabello abundante y piel lisa y brillante.
     Y porque no nos gusta nuestra imagen huimos del espejo, como si eso resolviese nuestro problema.
     Así  también acontece con las cuestiones del alma´
     Cuando somos jóvenes tenemos el coraje de reflexionar sobre nuestras actitudes, nos gusta aprender cosas nuevas y estamos dispuestos a enfrentar desafíos.
     Buscamos respuestas para nuestras dudas y no tememos las críticas por entender que ellas nos ayudan a crecer.
     Pero cuando las gorduras del comodismo se van acumulando en nuestra alma, comenzamos a huir de espejos que nos muestren tal como somos.
     Las ideas se van cristalizando y ya no tenemos tanta disposición para reciclar nuestra memoria.
     Nos posicionamos en un área de confort y nos dejamos llevar por las circunstancias, sin tantos esfuerzos.
     Para muchos es como si una influencia paralizante les tomase por asalto.
     Ya no se interesan más por el conocimiento ni por hacer nuevas amistades o cuidar un poco su cuerpo y su salud.
     Olvidados de que la sabiduría no está en la espina dorsal ni en la piel joven o en una espesa cabellera, se entregan al desánimo como si estuviesen llegando al final de la línea.
     No se dan cuenta de que en cuanto respiramos ya es tiempo de aprender a crecer, de hacer ejercicio y eliminar las gorduras indeseables.
     En cuanto podemos contemplar el espejo físico, nos podemos observar y hacer esfuerzos para corregir lo que juzguemos necesario.
     En cuanto la vida nos lo permite, debemos volver a mirar el espejo de la conciencia y ajustar lo que sea preciso, para que quedemos más bellos y más sabios.
     Arreglar los pensamientos y reciclar las memorias infelices que teníamos archivadas en los rincones del ser.
     Repensar conceptos, rehacer ideas, resisar actitudes y posturas.
     Solo así anularemos el deseo constante de huir del espejo, de huir de nosotros mismos, fingiendo que somos felices enmascarando la realidad.
     No luche contra la naturaleza, deseando asegurar el tiempo con las manos.
     No deje que su sabiduría se esconda en las arrugas de la piel, ni pierda el brillo de los cabellos blancos.
     La belleza de su alma es independiente del cuerpo físico.
     Que su grandeza se refleje en su forma de pensar, sentir y actuar, y no en la imagen proyectada en el espejo.
     Piense en eso y obsérvese de cuerpo y alma, por entero.
     Acuérdese que solo a usted cabe la decisión de asumir la realidad y modificarla cuando y como se juzgue necesario.
¡ Piense en eso !
      Es peor estar insatisfecho con el cuerpo y con la insatisfacción de la propia conciencia. Esa insatisfacción le roba la paz, la alegría, la voluntad de crecer y ser feliz. Por eso es importante recordar que usted puede modificar esa realidad cuando lo desee.
     Basta invertir en su mejoría íntima aireando su mente, eliminando preconceptos y adquiriendo conocimientos que le traigan satisfacción y paz de conciencia.
¡ Piense en eso, pero piense ahora, antes de que sea tarde!

(Eliane de Pádua)
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                                              VOTO ESPIRITA 

El espirita es alguien que se asegura a sí mismo ser efectivamente: 

Tan confiado en las Leyes Divinas que jamás se confía a la desesperación, por más agudo que le sea el sufrimiento; 

Tan optimista que nunca pierde el coraje, en las dificultades por las que se ve enfrentado, aguardando lo mejor y haciendo lo mejor que puede en las actividades de cada día; 

Tan diligente que jamás abandona el trabajo, aun cuando ganancias o pérdidas lo induzcan a eso; 

Tan comprensivo que fácilmente descubre los medios de justificar las faltas del prójimo; 

Tan firme en los ideales edificantes que, en ninguna circunstancia, encuentra motivos para caer en desánimo; 

Tan sereno que no se aparta de la paciencia, sean cuales fueren los sucesos   desagradables; 

Tan conocedor de sus propias flaquezas que no encuentra oportunidad o inclinación para registrar las flaquezas de los demás; 

Tan estudioso que no pierde la mínima ocasión para la adquisición de nuevos conocimientos; 

Tan realista que no alimenta ninguna ilusión a su propio respeto, aceptándose hoy imperfecto o desajustado, como tal vez sea, pero siempre haciendo el esfuerzo máximo para ser mañana como debe ser; 

Tan entusiasmado ante la Creación y la Vida Eterna que jamás permite que vengan dificultades o pruebas a solaparle la alegría de vivir o a oscurecerle el don de servir. 

El espirita, en fin es alguien consciente de que Dios está al lado de todos, pero procura afirmarse, sentir, pensar y actuar incesantemente, al lado de Dios.. 

Albino Teixeira  ( Espíritu )
Francisco Candido Xavier. 

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RESUMEN HISTÓRICO DE LA MEDIUMNIDAD                                ( 2ª Parte )                                  

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  La fiesta de Pentecostés fue la otorgación de las facultades mediúmnicas a los apóstoles y discípulos.

  Y precisamente por ejercer la mediumnidad, es que sabían de sus peligros, de los cuidados que  su práctica exigía, y sobre eso llamaban la atención constantemente a sus discípulos.

  San Pablo decía: " Los Espíritus de los profetas, están sujetos a los profetas". Y San Juan agregaba: " Carísimos, no creáis a todos los Espíritus; antes probad que son Espíritus de Dios". Advertía así contra la  acción de Espíritus obsesores y mistificadores.

  Era tan común la mediumnidad  entre los primeros cristianos, que eran enviadas instrucciones escritas a las comunidades de las diferentes ciudades para regular su práctica y tales instrucciones fueron con el tiempo, encuadernadas en libros para su mejor conservación. Esas instrucciones dadas hace siglos, continúan en plena vigencia en los tiempos actuales, incluso en lo que se refiere a las ganancias de algunos y a la vanidad de muchos.

  Las manifestaciones mediúmnicas continuaron dándose, pero a medida que el Cristianismo se fue transformando en la religión oficial, fue perdiendo su espiritualidad y ganando carácter mundano, y a partir del Concilio de Nicea el año 325, se formaron corrientes opuestas, la una queriendo permanecer en el Cristianismo primitivo y la otra queriendo avanzar en el mundo de los valores efímeros. A partir de ahí la Iglesia, más tarde llamada Católica Romana, olvidando tres siglos de vida ejemplar y repudiando las enseñanzas del Maestro, en su verdadero sentido, se asoció con las fuerzas del mal para obtener, como objetivo, el dominio del mundo por el poder temporal.

  Esa Iglesia se hizo muy poderosa, gracias al poder que le otorgó Constantino, y declaró que la mediumnidad era ilegal, herética, obra de la magia del demonio, y en consecuencia se la sometió a una sistemática persecución.

  Renegó de los actos mediúmnicos practicados por Jesús y sus discípulos, que los fariseos del Sanedrín, ya en su tiempo, calificaban como prácticas del demonio- y en eso fue coherente consigo misma, puesto que habiendo creado su sistema de dogmas oscurantistas y de privilegios sacerdotales, comprobó que el ejercicio público de la mediumnidad vendría a derretir, socabando por la base el edificio material que estaba construyendo laboriosa y arduamente, para consolidar su poderío avasallador.

  A pesar de los testimonios y de las protestas presentadas, honesta y sinceramente, por varias de sus propias luminarias como San Gregorio de Niza, San Clemente de Alejandría, Santo Tomás de Aquino, San Agustín y otros que admitían y practicaban la mediumnidad, no se volvió atrás y durante siglos procuró, como lo procura hoy en día, frenar el pensamiento y el espíritu de comprensión de los fenómenos mediúmnicos, perseverando en sus `propósitos iniciales.

  Empleó una prolongada época de oscurantismo para destruir la  revelación divina por el odio, la venganza, la persecución y la muerte, por el hierro, por el fuego, por el veneno o por la espada.

  La Edad Medía fue el periodo perfecto para esa larga noche espiritual.

  Los círculos que cultivaban la espiritualidad pura se fueron cerrando, restringiéndose, desapareciendo, y la palabra de la Verdad solamente se podía transmitir en secreto, de boca a oído, en débiles susurros, de una forma tal, que realmente, nunca pudo ser expresada libremente en una gran parte del mundo.

  Al terror del fanatismo religioso, siguió el de la venganza popular desenfrenada, y en el crisol de aquella dura prueba, los destinos del mundo comenzaron de nuevo  a ser fundidos-

  Los Espíritus Directores tuvieron que intervenir de nuevo para orientar el movimiento e impedir que las pasiones desencadenadas ultrapasaran los límites permitidos, perjudicando el progreso general o retardándolo demasiado.

  Eso sucedió hace un par de siglos y hasta nuestros días y en diferentes lugares al mismo tiempo, pero principalmente en América del Norte, donde los fenómenos objetivos y por sí mismos impresionantes, se revelaron y llamaron la atención del mundo.

  Los Guías, aprovechando el Positivismo que había traído cierto adelanto, querían enfocar el aspecto nítidamente espiritual de la vida, elevándose sobre lo material y especulativo, hacia los cuales, en ese momento, se inclinaban todas las fuerzas vivas del hombre.

  El interés despertado por esas manifestaciones fue considerable; todas las clases intelectuales se movilizaron y los sabios tuvieron la incumbencia de examinar el asunto a la luz de la ciencia contemporánea.

  Esos médiums, que eran realmente excepcionales, se sometieron a toda clase de controles y los informes firmados por comisiones científicas de América, Inglaterra, Francia, Italia y  Alemania, estuvieron de acuerdo en reconocer que la vida realmente continúa más allá del sepulcro y que era innegable el intercambio entre vivos y muertos.

  Esa fue la misión de Kardec -el Codificador-  y de los notables Espíritus de William Crookes, Ochorovicz,  du Prel, Lombroso,  Myers, Stead, Flammarión, León Denis, Aksakov, Nontzing, seguidos luego por Lodge, Richet, Doyle, Geley, Bozzano y Delanne, por citar solamente alguno de los más conocidos.

  Con el auxilio de estos sabios se puso un freno al materialismo dominante, dando una nueva orientación al pensamiento religioso y a la verdad, que hasta hoy, mantiene el impulso dado en aquella época, y sigue creciendo con rapidez su importancia, produciendo un triple resultado: la derrota del materialismo estéril, la destrucción del fanatismo religioso medieval y la implantación de los fundamentos de la verdadera espiritualidad.

  Desde entonces el mundo evoluciona más deprisa, en una fermentación interior y silenciosa, cuyos efectos notaremos en el transcurso de este tercer milenio.

  Los científicos y los médiums fueron, innegablemente, los artífices materiales de esa gran victoria.

                             

                              - Extraído del libro "Mediumnidad" de Edgar Armond


     

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