INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- ¿Usted se considera espírita?, ¿Por qué ?
2.- Moral extraña
3.- Mediumnidad en los niños
4.- Educación para la muerte
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¿USTED SE CONSIDERA ESPIRITA?
¿POR QUÉ ?
Por Maria das Graças Cabral
Ante tantos conflictos de entendimiento que rodean al Espiritismo, lance la siguiente pregunta a los compañeros que frecuentan un Grupo que cree en una red social: ¿Usted se considera espirita? ¿Por qué?
El grupo es llamado “Doctrina Espirita – Allan Kardec”, y cuando lo cree mi objetivo era abrir espacio para la divulgación y el estudio de la Doctrina Espirita con las bases kardecianas. Solo que este fue caminando como todo en la vida, eligiendo sus propios caminos y agregando a nuevas personas. Y fue a través de esos caminos y de las personas fueron “agregándose” que tuve el tino y el placer de conocer “virtualmente” a muchos compañeros (as) de jornada (algunos sin conocerlos personalmente, pero ya sentíamos un sentimiento de afecto y admiración propio de los amigos) y con ellos, pase a constatar las más acerbas divergencias en relación a la Doctrina de los Espíritus.
Leo sus comentarios, me encanto con todos los posicionamientos, pues veo la inteligencia, los sentimientos y las precepciones propias de la individualidad humana. Discordó radicalmente de algunos, concuerdo en parte con otros, y por increíble que parezca no concuerdo plenamente con ninguno. Por consiguiente constate que la complejidad y el desencuentro envolviendo la Doctrina de los Espíritus es mucho mayor de lo que mi “santa” ignorancia imaginaba.
De ahí, día 18 de octubre del 2012, en la víspera de cumplir los 60 años de edad, yo me pregunté: ¿Usted se considera espirita? ¿Por qué? Y mi respuesta vino enseguida, sin titubear. Sí, soy Espirita. Me siento Espirita.
¿Por qué? Bien, para responder el por qué, fui un poco a la búsqueda de mi historia, pues todo tiene que ver.
Primeramente, mi madre era hija de padres espiritas, pero ella no era espirita. Hoy entiendo que ella era devota de San Jorge. Recuerdo que siempre tenía delante alguna imagen de aquel santo guerrero sobre un caballo, matando a un dragón con su enorme lanza y con una vela encendida. Era la devoción de mi madre.
Mi padre venia de una familia profundamente católica. No obstante, él siempre fue categórico en afirmar que no tenía religión. Creía en Dios y procuraba vivir de una forma armoniosa con su familia, y respetando a las personas. Por tanto, mis padres siempre me dejaron a mi voluntad desde niña para elegir mi camino de la fe. Y yo elegí ser católica. Vale resaltar que en la época que elegí ser católica (a los 10 años) no tenia ningún contacto con la familia paterna. Por tanto, mi elección no tuvo la interferencia familiar.
Hasta que ya en edad temprana de la vida, ante los muchos conflictos y discusiones con los padres de la parroquia que yo frecuentaba, obtuve de regalo “El Libro de los Espíritus”. ¡Y ahí yo me encante! encontré respuestas que ya traía dentro de mí. Comprendí ciertos fenómenos espiritas que vivenciaba. Pude acompañar de forma criteriosa la mediúmnidad de gran potencialidad de mi hijo. Más allá, él siempre afirma que si no fuese hijo de una madre espirita, tal vez lo considerarían un loco.
Mas hasta ahí, yo vivía el Espiritismo dentro de una Casa Espirita, siendo conducida y dejándome conducir por todo ese misticismo que se conecta con el bagaje trazado por el catolicismo. Y en la Casa Espirita me torne monitora de ESDE, adoctrinadora en las reuniones mediúmnicas de desobsesión, conferenciante, ayude a crear una ONG, y hasta ahí me parec todo perfecto!
Entretanto, cuanto más yo estudiaba las Obras Fundamentales espiritas más identificaba las incongruencias doctrinarias que eran repasadas en la Casa Espirita por monitores, dirigentes y conferenciantes. Y como no me gusta omitir, pase a incomodar, a sentirme incomoda, y resolví ser espirita fuera del Centro Espirita.
Y ahí fui a la búsqueda de aplicar el Espiritismo en la vida. Como profesora, con mis alumnos y alumnas, con mis colegas de profesión, con amigos, hijos, y con ese “personal” que como dicen los jóvenes “yo no concuerdo mucho”. Fue solo entonces cuando yo “caí en la cuenta” y pase a comprender por que Kardec decía que el Espiritismo no era religión. ¡Si, no es lo mismo!
La Doctrina Espirita al contrario de todo lo que hasta hoy nos fue presentado, es libertadora, porque educa! Ella nos consuela y fortalece para las batallas de la vida, sin precisar hacernos “santos” de un momento para otro. Nos dicen los Maestros Espirituales que “la virtud no consiste en una apariencia severa y lúgubre, o en repeler los placeres que la condición humana permite”, más si que busquemos en todos nuestros actos elevar el pensamiento al Creador.(El Hombre en el Mundo . ESE, cap. XVII, 10) O sea, que la Doctrina Espírita nos emancipa, nos libera de la “muletas” donde nos apuntalábamos a través de las religiones, de los líderes religiosos, de los gurús, etc. Somos autores de nuestro propio destino, más no estamos en el desamparo, pues la doctrina espirita nos habla de los ángeles guardianes y amigos espirituales.
¿Y porque me considero actualmente más Espirita que nunca? Porque creo en la seriedad y competencia de Allan Kardec y en su trabajo como Codificador de la Doctrina de los Espíritus. Porque entiendo y acepto plenamente los principios doctrinarios espiritas. Porque busco aplicar las enseñanzas de los Espíritus en mi vida, y eso me hace desenvolver una mayor responsabilidad conmigo misma, pues no puedo atribuir a nadie ese legado.
Para finalizar, me apropio de un trecho del Evangelio Según el Espiritismo, titulado: “Los Buenos Espiritas”, cuando nos es dicho que: “Se reconoce al verdadero espirita por la transformación moral, y por los esfuerzos que hace para dominar sus malas inclinaciones. Mientras uno se complace en su horizonte limitado, el otro, que comprende la existencia de alguna cosa mejor, se esfuerza para liberarse, y siempre lo consigue, cuando dispone de una voluntad firme”. Por tanto, me considero Espirita en una condición de espíritu imperfecto, que está en la lucha, de una forma consciente, en busca del equilibrio y de la paz.
Ofrecido por el Blog de los Espiritas, y traducido al Español por M. C R
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MORAL EXTRAÑA
Los sanos no tienen necesidad de médico
Y acaeció que estando Jesús sentado a la mesa en la casa, vinieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con El, y con sus discípulos.
- Y viendo esto los fariseos, decían a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores? - Y oyéndolo Jesús, dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico sino los enfermos. (San Mateo, cap. IX).
Jesús se dirigía, sobre todo, a los pobres y a los desheredados, porque éstos son los que tienen más necesidad de consuelos; a los ciegos dóciles y de buena fe porque quieren ver, y no a los orgullosos, que creen poseer toda la luz y no faltarles nada.
Estas palabras, como otras muchas, encuentran su aplicación en el Espiritismo.
Algunos se admiran de que la mediumnidad se concede a gentes indignas y capaces de hacer mal uso de ella; parece, dicen, que una facultad tan preciosa debería ser atributo exclusivo de los más meritorios.
Digamos, ante todo, que la mediumnidad consiste en una disposición orgánica de la que puede todo hombre estar dotado, como la de ver, oir y hablar. De todas puede abusar el hombre en virtud de su libre albedrío, y si Dios no hubiese concedido la palabra, por ejemplo, sino a los que son incapaces de decir cosas malas, habría más mudos que parlantes. Dios, que ha dado al hombre facultades, le deja libre para usar de ellas, pero castiga siempre al que abusa.
Sin el poder de comunicar con los espíritus se hubiese dado sólo a los más dignos, ¿quién se atrevería a solicitarlo? Además, ¿en dónde estaría el límite de la dignidad? La mediumnidad se ha dado sin distinción a fin de que los espíritus puedan llevar la luz a todas partes, a todas las clases de la sociedad, así a la casa del pobre como a la del rico, lo mismo entre los prudentes para fortificarles en el bien, que entre los viciosos, para corregirles. ¿Acaso no son éstos últimos los enfermos que necesitan el médico? ¿Por qué Dios, que no quiere la muerte del pecador, le privaría del socorro que puede sacarle del cenagal? Los espíritus buenos vienen, pues, en su ayuda, y los consejos que recibe directamente son de tal naturaleza que le impresionan con más viveza que si los recibiera por caminos indirectos. Dios, en su bondad, para ahorrarle el trabajo de ir a buscar la luz más lejos, se la pone en la mano; ¿no es mucho más culpable si no la mira? ¿Puede excusarse con la ignorancia cuando él mismo haya escrito, visto, oído y pronunciado su propia condenación? Si no se aprovecha entonces es cuando es castigado por haber pervertido sus facultades, apoderándose de ella los malos espíritus para observarle y engañarle, sin perjuicio de las aflicciones reales con que Dios castiga a sus servidores indignos y a los corazones endurecidos por el orgullo y el egoísmo.
La mediumnidad no implica necesariamente relaciones habitales con los espíritus superiores, sino que es sencillamente una "aptitud" para servir de instrumento más o
menos flexible a los espíritus en general. El buen medium no es, pues, el que comunica
fácilmente, sino el que es simpático a los buenos espíritus y sólo está asistido por ellos.
Unicamente en este sentido es poderosa la excelencia de las cualidades morales sobre la
mediumnidad.
EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC
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MEDIUMNIDAD EN LOS NIÑOS
Divaldo Pereira Franco
1 - Divaldo, películas como "Sexto Sentido" retratan el caso de niños con mediumnidad ostensiva. ¿Cuándo podríamos identificar el caso de un "niño médium"?
El Espiritismo es una ciencia experimental y todos los casos, a fin de merecer credibilidad, deben pasar por el tamiz de la observación, del estudio y de la confirmación.
Sin duda, en el período lúdico, el niño tiene la imaginación muy rica y crea imágenes, hechos fantasiosos, que tienen que ver con su propio desarrollo psicológico.
De este modo, cuando un niño informa que ve seres espirituales, la mejor metodología es la observación, acompañando sus narrativas con tranquilidad y confiriéndolas con la realidad.
A través de la conversación natural y sin disfraces, se debe explicarle que dicho caso es verdadero y que debe mantenerse perfectamente tranquilo, evitando la generación de miedos injustificables o de deslumbramientos innecesarios.
2 – ¿Qué deben hacer los padres cuando detectan que su hijo es un "niño médium"? ¿Pueden llevarlo a la evangelización, sesión mediúmnica, tomar pase, etc.?
Los padres que perciban mediumnidad en sus hijos aún niños, deben considerar el fenómeno como natural, conduciéndolos a los estudios de la evangelizació n espírita infanto-juvenil, recurriendo a los pases, cuando hubiera necesidad, manteniendo el estudio del Evangelio en el hogar y orientándolos con naturalidad.
Una buena sugerencia es evitar que los niños participen en reuniones mediúmnicas de cualquier naturaleza, puesto que, encontrándose en fase de desarrollo psicológico y sin discernimiento para las profundas consecuencias de la mediumnidad, la prisa por educar la facultad puede ocasionar graves daños en el comportamiento infantil.
3 – ¿Cómo deben actuar los dirigentes de los Centros Espíritas cuando reciben niños médiums en su institución? ¿Cómo CONDUCIRLOS correctamente?
La actitud más compatible con la metodología educacional propuesta por la Doctrina es conducir a actividades de evangelizació n espírita, a conversación saludable de orientación moral y espiritual.
4 – Muchos niños afirman que hablan con un "amigo invisible", ¿se trata de mediumnidad?
Desde que exista comunicación entre un encarnado y otro desencarnado, estamos ante un fenómeno mediúmnico. En este caso, constatamos, cuando es auténtica la información infantil, que se trata de un intercambio de esta naturaleza.
5 – En Hechos, 2:17 vemos la afirmativa de Jesús: "Y en los últimos días, dice Dios, derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne, y sus hijos y sus hijas profetizarán, y sus jóvenes verán visiones y sus viejos soñarán sueños;" Observamos, hoy en día, muchos niños con actitudes y sensibilidad espiritual; ¿estamos en estos tiempos mencionados en el evangelio?
¿Se trata del surgimiento de una nueva generación de Espíritus reencarnando con mediumnidad elevada?
Nos encontramos en los denominados días anunciados por las Escrituras. Esta profecía de Joel, repetida por Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, es uno de los más bellos argumentos de anuncio de la mediumnidad generalizada, eliminando los viejos conceptos de don, privilegio, concesión especial, y conduciéndola a la realidad de conquista intelecto-moral del Espíritu en su proceso de evolución.
En todas las épocas siempre hubo niños médiums, y ahora, en la gran transición de mundo de pruebas y expiaciones para el mundo de regeneración, Espíritus de otra dimensión reencarnan en la Tierra, a fin de adelantar este proceso iluminativo.
Allan Kardec, en "La Génesis", en el capítulo XIV, se refiere a esta nueva generación.
Psicólogos, psicoterapeutas, educadores modernos se sorprenden con muchos de los niños actualmente reencarnados, lo que viene dando margen a estudios profundos, algunos de los cuales resultaron en las indebidas denominaciones de niños índigo y cristal, así como de otros con diversos trastornos que vienen siendo cuidados de manera especial, en los cuales se ocultan fenómenos espirituales variados.
6 – ¿Los niños médiums pueden sufrir obsesión?
Claro que sí, porque infantil es solamente el cuerpo. Los Espíritus que habitan los cuerpos son viajeros del tiempo y del espacio, portadores de títulos de ennoblecimiento y de graves débitos para con las Leyes Divinas. Es natural que estando incursos en delitos, experimenten desde la infancia la presencia de sus cobradores entonces desencarnados.
7 – En los Estados Unidos, los fenómenos de Hydesville, contaron con la participación de niños médiums: las hermanas Fox y en el trabajo de la Codificación Espírita en Francia, Allan Kardec contó con la colaboración de diversos niñas médiums como las hermanas Baudin. ¿Por qué sucedió?
Estas jóvenes que participaron en los fenómenos de Hydesville y de la codificación del Espiritismo eran mayores de 13 años, encontrándose en la adolescencia. Pienso que los nobles guías de la humanidad las prefirieron, con el objetivo de demostrar que no eran ellas las responsables por las profundas respuestas que daban a las preguntas que les eran formuladas, en vista de la falta de cultura y de conocimientos generalizados.
Además, estando con el inconciente actual liberado de impresiones perturbadoras, eran más fácilmente conducidas por los desencarnados que utilizaron sus facultades.
8 – ¿Los niños médiums, cuando se convierten en adultos, continuarán siendo médiums?
Siendo la mediumnidad una facultad orgánica que el cuerpo reviste de células, prosigue durante el desarrollo infanto-juvenil, edad adulta, provecta hasta la desencarnació n, pudiendo sufrir alteraciones, bloqueos e inclusive pérdida, como enseña el noble Codificador. Normalmente, los niños médiums prosiguen en el ejercicio de la facultad cuando alcanzan la edad de la razón, lo que sucedió, por lo menos, con aquellos que quedaron conocidos y prosiguieron en la labor mediúmnica.
9 – Finalmente, ¿podría contarnos su experiencia como niño médium y cómo fue útil en su vida actual?
Conviviendo con los Espíritus desde los cuatro años y medio de edad, nunca me perturbé con su asistencia en el período infantil. Solamente, más tarde, cuando comencé a identificar aquellos que eran portadores de sentimientos malos y perversos, fue que experimenté conflictos y aflicciones.
Gracias al conocimiento del Espiritismo y a su estudio sistematizado, he podido mantenerme en equilibrio posible, a través de los tiempos, marchando en dirección del amor inefable del Padre.
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EDUCACIÓN PARA LA MUERTE
El
misterio de las formaciones de ageneres, que Kardec llamó apariciones tangibles,
en donde las personas muertas se presen-tan a amigos y parientes como aún vivas
en el cuerpo, capaces de todos los actos de una persona común, deshacen el
misterio del ectoplasma de Richet y derrumban el dogma de la resurrección
carnal de Jesús, dándole razón al Apóstol Pablo, quien enseña en la I Epístola
a los Corintios: “El cuerpo espiritual es el cuerpo de la resurrección.” Es
significativo que hubiese cabido a los científicos soviéticos, en la
Universidad de Kirov, probar a través de pesquisas tecnológicas la realidad de
estas ocurrencias. La reacción ideológica del poder soviético no pudo
científicamente anular los resultados de estas pesquisas ni escamotear la
calidad científica de los pesquisadores.
Frente a
estos datos, una persona normal comprenderá que el problema de la sobrevivencia
del hombre después de la muerte y el de su regreso a la existencia a través de
la reencarnación no son residuos de un pasado supersticioso o de religiosismo
ilógico, por lo tanto fanático, son, por lo contrario, problemas científicos de
nuestro tiempo. No se trata de creer en esto u en aquello, de pertenecer a esta
u aquella religión, sino de plantear la cuestión espiritual en términos
racionales para poder llegar a una conclusión real. No vivimos más en el tiempo
de las religiones tradicionales y aunque no lo podamos aceptar, actualmente, el
misticismo irracional, ignorante, alienante y sentimental salvacionista. Estas
religiones que nos prometen la salvación en términos de dependencia a sus
principios contradictorios y absurdos, solo subsisten en este siglo gracias a
la ignorancia de la mayoría, de las masas incultas y del prestigio social,
política y económica que consiguieran en un pasado bárbaro de la Tierra. Por
esto mismo ahora se pulverizan a nuestros ojos en millares de sectas ingenuas
pastoreadas por criaturas audaces y violentas. Una persona medianamente
instruida no podrá aceptar las absurdas verdades, por más piadosas que sean, de
estas religiones de salvación. Mas la verdad demostrada por las investigaciones
de la Ciencia, en el plano mundial, en los mejores centros universitarios de la
Tierra, se torna indispensable para orientarnos en la vida, en búsqueda de una
trascendencia racional, que no resalta de viejas escrituras sagradas de las
civilizaciones agrarias y pastorales, sino de la evidencia de las conquistas
del conocimiento en la actualidad.
Un
ciudadano ilustrado, diplomado y doctorado, que acepta al mismo tiempo los
dogmas absurdos de una iglesia y los Principios racionales de la Ciencia, demuestra
desconocer el principio de contradicción, de la lógica, en que dos cosas no
pueden ser, al mismo tiempo y en el mismo sentido, ambas verdaderas. Este
ciudadano, por más honesto que sea, sufre de una falla mental en su raciocinio,
producida por interferencia de elementos afectivos y exacerbados en su
mundividencia. Toda su cultura, todos sus títulos, toda su fama en los medios
socio-culturales no podrán salvarlo de la condena intelectual a que se destina
y de la inge-nuidad infantil a la cual se entrega en el plano filosófico. O
aceptamos la verdad científica demostrada y probada de nuestro tiempo, con sus
perspectivas abiertas hacia el mañana, o nos inscribimos en las filas sin fin
de los retrógrados, intentando tapar inútilmente el sol con las manos.
El amor a
la verdad es intransigente, porque la verdad es una sola. Los que sustentan el
refrán ignorante de la verdad de cada uno, simplemente revelan no conocer la
verdad y sus exigencias.
La
Educación para la Muerte solo podrá basarse en la Verdad Única, probada con
exclusión total de las verdades fabricadas por los intereses humanos o por el
comodismo de los que nada buscan y por esto nada saben. El hombre educado en la
Verdad no usa las máscaras de la mentira convencional ni puede ser sistemático.
La pasión de la verdad rechaza toda mentira.
-Herculano Pires-
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De nada servirán las revoluciones sociales y culturales si primero no hay una revolución interior.
Krishnamurti
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