INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-¿ Los discípulos de Jesús, reencarnaron alguna vez?
2.- Allan Kardec charla con la viuda de Foulón (Espíritu)
3.-Magnetismo y Espiritismo
4.- Bien aventurados los que tienen los ojos cerrados
**********************************
¿LOS DISCÍPULOS DE JESÚS REENCARNARON ALGUNA VEZ ?
– Circula en el medio
espírita la idea de que cada siglo un discípulo de Jesús, miembro del colegio
apostólico, reencarna para fortalecer el mensaje cristiano. ¿Es correcta esa
información? No sé si los poderes espirituales que nos gobiernan establecieron
esa rutina, pero no hay duda que los apóstoles han reencarnado, atendiendo a su
propia evolución y a la sustentación del ideal cristiano. Es perfectamente
lógico que continúen colaborando con Jesús, entrando en la carne
periódicamente. Muchos de los grandes personajes del Cristianismo, en estos
veinte siglos, ciertamente fueron miembros de su círculo íntimo.
2 – ¿Se habrían situado en la cúpula del movimiento, desde donde podrían ejercer una influencia más acentuada?.- Así como Jesús lo hizo, creo que preferían posiciones de subalternos.
¿Los grandes misioneros de Cristo reencarnaron?. Vienen
siempre vestidos de trabajadores, empeñados en servir. Saben que en la
simplicidad y en la dedicación al prójimo están las bases que sustentan su
esfuerzo. Un ejemplo típico lo tenemos en Francisco de Asís, en otro tiempo
Juan Evangelista, el discípulo amado.
3 – ¿Existe alguna revelación?.- Si, hay referencias en obras mediúmnicas, pero no sería necesario. Basta observar. Existe una identidad psicológica, envolviendo el comportamiento de esos dos abnegados mensajeros del Cristo, sugiriendo que son la misma persona.
4 – ¿Y cuál sería la misión de Juan Evangelista al reencarnar como Francisco de Asís?.- Una tentativa de reconducir el Cristianismo a la pureza inicial, superando las exterioridades, los rituales, la pompa, el profesionalismo religioso, las disputas por el poder, que tomaron por asalto el culto cristiano. La orden franciscana se fundamenta en la esencia del Evangelio: simplicidad y espíritu de servicio.
5 – ¿Sería posible identificar a otros apóstoles reencarnados?.- En la obra Las Marcas del Cristo, Hermínio Miranda, consagrado escritor espírita, habla de sus investigaciones sobre la vida de Lutero, situándolo como la reencarnación de Paulo de Tarso. Destaca el autor que solamente el gran luchador tendría condiciones para enfrentar el poder temporal de que se revestía la Iglesia, iniciando una reforma capaz de liberar al Evangelio de las amarras de una teología fantasiosa, fijada por el dogma.
6 – Y Judas, que fracasó en el apostolado, traicionando a Jesús y acabando por suicidarse, ¿también retornó?.- Según el Espíritu Humberto de Campos, que describe un encuentro con Judas, en el libro Crónicas de Más Allá de la Tumba, psicografiado por Francisco Cándido Xavier, el apóstol reencarnó varias veces después de la desastrosa experiencia, en rescates dolorosos. Culminó en el siglo XV, cuando saldó sus últimas deudas.
7 – ¿Y quién habría sido Judas, en esa existencia?.- Se afirma que fue Juana de Arco (1412-1431) que, a semejanza de Jesús, fue traicionada, vencida, humillada y muerta. Sólo que no fue crucificada. Murió en una hoguera.
8 – ¿Existe algún apóstol en el medio espírita? .- Hay especulaciones. Consta que Eurípedes Barsanulfo (1880-1918), gran misionero espírita, dedicado a la enseñanza y a la caridad, habría sido uno de ellos. En A Camino de la Luz, psicografía de Francisco Cándido Xavier, Emmanuel dice que «uno de los más lúcidos discípulos del Cristo baja al planeta…», al comentar la reencarnación de Allan Kardec. Considerando la importancia de la Doctrina Espírita, el Consolador Prometido por Jesús, es muy probable que uno de sus apóstoles haya recibido la grandiosa misión de codificarla.
Texto de Richard Simonetti Richard «Reencarnación: todo lo que necesitas saber»
Escritor y conferencista espírita, Presidente del Centro Espírita «Amor e Caridade» en la ciudad de Bauru, Brasil. Autor de diversos libros: ¿Quién tiene miedo de la Muerte?, Reencarnación: todo lo que necesitas saber, Huyendo de la Prisión , entre otros.
( De la Revista Espírita )
ALLAN KARDEC CHARLA CON LA VIUDA DE FOULON (ESPÍRITU)
8 de
febrero de 1865
Querida
Mme. Foulon, estoy muy contento por la comunicación que habéis dado para mí el
otro día y con vuestra promesa de continuar nuestras conversaciones. Os he
reconocido perfectamente en la comunicación. Habláis en ella de cosas ignoradas
del médium, y que sólo pueden ser vuestras. Después, vuestro afectuoso lenguaje
en cuanto a mí es el de vuestra alma cariñosa. Pero hay en él una seguridad, un
aplomo, una firmeza que no os conocía en vuestra vida. Sabéis que sobre esto me
he permitido más de una amonestación en ciertas circunstancias.
R. Es
verdad, pero desde que me vi gravemente enferma, he recobrado mi firmeza de
espíritu, perdida por las penas y las vicisitudes que me habían a veces hecho
tímida durante la vida. Me he dicho: tú eres espiritista. Olvida la tierra.
Prepárate a la transformación de tu ser, y ve, por el pensamiento, el sendero
luminoso que debe seguir tu alma al dejar tu cuerpo, y que la conducirá dichosa
y libre a las esferas celestes en que tú debes vivir en adelante. Me diréis que
era un poco presuntuoso por mi parte contar con la dicha perfecta al dejar la
Tierra. Pero había sufrido tanto, que tuve que expiar mis faltas de esta
existencia y de las precedentes. Esta intuición no me engañó, y ella es la que
me dio el valor, la calma y la firmeza de los últimos instantes. Esta firmeza
se ha aumentado naturalmente cuando después de mi libertad he visto mis
esperanzas realizadas.
P.
¿Queréis describirnos ahora vuestro tránsito, vuestro despertar y vuestras
primeras impresiones?.
R. He
sufrido, pero mi espíritu ha sido más fuerte que el sufrimiento material que le
hacía sentir el desprendimiento. Me he encontrado, después del último suspiro,
como en síncope, sin tener ninguna conciencia de mi estado ni pensar en nada y
en una vaga somnolencia que no era ni el sueño del cuerpo, ni el despertar del
alma. He permanecido bastante tiempo así. Después, como si saliese de un largo
desmayo, me he despertado poco a poco en medio de hermanos que no conocía. Me
prodigaban sus cuidados y sus caricias, me mostraban un punto en el espacio que
parecía una estrella brillante, y me han dicho: “Allí es a donde vas a ir con
nosotros. Tú no perteneces a la Tierra.” Entonces he recobrado la memoria. Me
he apoyado en ellos, y como un grupo gracioso que se lanza a las esferas
desconocidas, pero con la certidumbre de encontrar allí la dicha, hemos subido,
subido, y la estrella se engrandecía. Era un mundo feliz, un mundo superior,
donde vuestra buena amiga va a encontrar por fin el descanso. Quiero decir, el
descanso debido a las fatigas corporales que he sufrido y a las vicisitudes de
la vida terrestre. Pero no la indolencia del espíritu, porque la actividad del
espíritu es un goce.
P. ¿Es
decir, que habéis dejado definitivamente la Tierra?.
R. Tengo
aún en ella muchos seres que me son queridos para dejarla definitivamente.
Volveré a ella, pues, en espíritu, porque tengo que cumplir una misión al lado
de mis hijos. Bien sabéis, por otra parte, que ningún obstáculo se opone a que
los espíritus que habitan en los mundos superiores a la Tierra vengan a
visitarla.
P. La
situación en que estáis parece debe debilitar vuestras relaciones con aquellos
que habéis dejado aquí.
R. No,
amigo mío: El amor une las almas. Creedme, se puede estar en la Tierra más
cerca de los que han alcanzado la perfección que de aquellos que la
inferioridad y el egoísmo hace dar vueltas alrededor de la esfera terrestre. La
caridad y el amor son dos motores de una atracción poderosa. Es el lazo que
cimenta la unión de las almas, enlazadas la una a la otra, y la continúa a
pesar de la distancia y de los lugares. No hay distancia sino para los cuerpos
materiales. No la hay para los espíritus.
P. ¿Qué
idea os formáis ahora de mis trabajos concernientes al Espiritismo?.
R.
Encuentro que tenéis cargo de almas y que es penoso de llevar. Pero veo el fin
y sé que lo alcanzaréis. Os ayudaré, si puede ser, con mis consejos de espíritu
para que podáis superar las dificultades que os serán suscitadas,
comprometiéndoos a propósito a tomar ciertas medidas propias para activar en
vuestra vida el movimiento renovador a que se dirige el Espiritismo. Vuestro
amigo Demeure, unido al Espíritu de Verdad, os será un auxilio más útil
todavía. Es más sabio y lúcido que yo. Pero como sé que la asistencia de los
buenos espíritus os fortifica y sostiene en vuestra obra, creed que la mía os
la ofrezco siempre y por todas partes.
P. Se
podría deducir de algunas de vuestras palabras que no prestaréis una
cooperación personal muy activa a la obra del Espiritismo.
R. Os
engañáis. Pero veo tantos otros espíritus más capaces que yo para tratar esta
importante cuestión, que un sentimiento invencible de timidez me impide, por el
momento, responderos según vuestros deseos. Puede ser que esto suceda, y
entonces tendré más ánimo y atrevimiento, pero es preciso que antes lo conozca
mejor. No hace más que cuatro días que he muerto. Estoy aún bajo la impresión
del encanto, del deslumbramiento que me rodea. Amigo mío, ¿no lo comprendéis?.
No soy capaz de expresar las nuevas sensaciones que experimento. He debido
obligarme para volver en mí de la fascinación que ejercen sobre mi ser las
maravillas que admiro. No puedo hacer otra cosa sino bendecir y adorar a Dios
en sus obras. Pero esta situación pasará. Los espíritus me aseguran que pronto
estaré acostumbrada a todas estas magnificencias, y que podré entonces con mi
lucidez de espíritu tratar todas las cuestiones relativas a la renovación
terrestre. Además de esto debéis considerar que en este momento, sobre todo,
tengo una familia que consolar. Adiós y hasta luego. Vuestra buena amiga que os
ama y os amará siempre, maestro mío, porque sois vos a quien he debido el único
consuelo perdurable y verdadero que he conocido en la Tierra.
Viuda de
Foulon
Extraído del libro “El cielo y el infierno”Allan Kardec
************************
Desde los más remotos registros antropológicos y sociológicos podemos observar el uso del magnetismo como método de curación, fortalecimiento orgánico y fisiológico y también como forma de conservación de los cuerpos, como por ejemplo el comportamiento mortuorio de las antiguas civilizaciones con el embalsamamiento de cuerpos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario