INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Los Fenómenos de Hydesville - Investigaciones
2.- Desigualdad de las riquezas
3.- La curación por la mente
4.- Sobre la inmortalidad del Alma y la Reencarnación
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LOS FENÓMENOS DE HYDESVILLE
INVESTIGACIONES
(Las Hermanas Fox- Continuación de la anterior publicación)
Nota de Juan José Torres : " Ha de notarse que la referencia a las hermanas Fox ( Hydesville), no indica que el Espiritismo haya nacido con ellas, como se cree erróneamente en muchos círculos . Lo que empezó con las hermanas Fox es un interés hacia los hechos mediúmnicos y la subsiguiente investigación que se produce de estos hechos, pero el Espiritismo, como veremos más adelante, nace con los trabajos de Allan Kardec.
La Sra. Redfield, vecina de los Fox, fue llamada y su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que las respuestas que obtenía a preguntas sobre su vida íntima y privada, eran exactas. Esto atrajo la curiosidad de los demás lugareños, que acudían a ver el extraño fenómeno, formando lo que podría llamarse el primer comité de investigación de la Mediumnidad. Todas las medidas anti-fraude fueron verificadas. Se comprobó que no había nadie escondido por la casa, y se apartaron a las niñas para comprobar que ellas mismas no realizaban los ruidos por algún extraño procedimiento. Los golpes seguían produciéndose, para asombro de todos los que allí acudían.
Cabe a Isaac Post, un cuakero de Rochester, el honor de haber diseñado el procedimiento de comunicación con esas inteligencias extrañas. El procedimiento consistía en la asignación de determinado número de golpes a cada letra del abecedario, lo que permitió que, aunque lentamente, se pudiera conversar y obtener la información precisa de la causa de estos fenómenos.
Gracias a estos diálogos se supo que la naturaleza de los golpes eran los Espíritus, y que estos no sino las almas de los hombres cuando abandonan el cuerpo físico. En el caso en cuestión, y según la información de las conversaciones que se pudieron obtener con el Espíritu que producía los fenómenos en casa de los Fox, él había sido un buhonero que había sido asesinado en la casa años atrás, y que su cuerpo fue enterrado en el sótano.
Lo importante de estos mensajes no fue el mensaje, sino el fenómeno en sí. A raíz del precedente creado en Hydesville, y del informe presentado por el Comité de Investigación, muchas personas dirigieron su atención a fenómenos similares que sucedían en diversas partes del mundo, demostrando que estos fenómenos tenían carácter natural pero desconocido.
Lo importante era verificar la causa real que los producía.
Poco a poco los investigadores se fueron dando cuenta de que la causa no era la casa de Hydesville, ni ninguna otra casa o lugar en concreto. La causa eran las propias personas. Todo parecía indicar que algunas estaban dotadas de un poder o fuerza extraña, que hacía que los ruidos, movimiento de objetos, etc, se produjeran. A estas personas se les llamó "médiums", que significa intermediario o mediador, ya que de alguna forma, eran intermediarios entre los seres humanos y los Espíritus.
El movimiento surgido en Hydesville comenzó a extenderse por otras partes del mundo, y personas notables y mejor preparadas que los lugareños de Hydesville, se hicieron eco del fenómeno.
Solo por citar algunos, mencionamos a Williams Crookes, Arthur Conan Doyle, Alfred Rusell Wallace, el juez Edmons o Camilo Flammarión.
Como ejemplo, citamos el caso de Sir Williams Crookes, que la motivación para investigar el
Espiritismo fue motivada por su deseo de demostrar el engaño que encerraba. Que Crookes se dedicara a investigar fenómenos de orden mediúmnico, era para todos sus colegas científicos, el final de dichos fenómenos, ya que iban a ser estudiados por la mente más brillante de la época. El materialismo estaba exultante, pues unos embaucadores incultos no podrían engañar a una mente tan brillante, y por lo tanto, el fin del Espiritismo estaba cerca. Veamos las palabras del propio Crookes:
Espiritismo fue motivada por su deseo de demostrar el engaño que encerraba. Que Crookes se dedicara a investigar fenómenos de orden mediúmnico, era para todos sus colegas científicos, el final de dichos fenómenos, ya que iban a ser estudiados por la mente más brillante de la época. El materialismo estaba exultante, pues unos embaucadores incultos no podrían engañar a una mente tan brillante, y por lo tanto, el fin del Espiritismo estaba cerca. Veamos las palabras del propio Crookes:
" Se ha echado en cara a los hombres de ciencia, durante mucho tiempo, a llevar a cabo una investigación científica sobre la existencia y naturaleza de hechos afirmados por tantos testigos competentes y dignos de crédito, los cuales han venido reclamando inútilmente un libre examen donde y cuando se quisiera de estos hechos. Por lo que a mi se refiere, concedo demasiado valor a la investigación de la verdad y al descubrimiento de cualquier hecho nuevo de la Naturaleza, para negarme a esa investigación, bajo el pretexto de que choca contra el parecer general".
Después de cuatro años de investigación ( 1869 a 1874), analizando y cotejando todas las ideas que se habían ofrecido para explicar los hechos calificados de espiritistas, llegaría a la conclusión de que los hechos eran reales y ajenos a todo truco o ingenio mecánico.
Crookes, que era una mente brillante para la ciencia, se había vuelto mediocre y deshonesto de repente, solo por afirmar que los fenómenos mediúmnicos eran reales.
Como tantas veces. la Ciencia oficial volvió la espalda a la investigación seria y concienzuda de la realidad espiritual. Ante esta actitud, William Crookes insistía en invitar a aquellos científicos que lo acusaban. para que asistieran a las investigaciones realizadas por él, obteniendo siempre la misma respuesta, una cortés y formal negativa.
La actitud de los que criticaban a Crookes era tan absurda y falta de criterio científico. que el propio investigador publicó las cartas dirigidas a Stokes, ( Crookes junto al Espíritu de Ketie King) / secretario de la Real Sociedad, donde le pedía que fuera a presenciar los fenómenos con sus propios ojos. Sin embargo el ilustre secretario se negó a verificar por sí mismo el fenómeno, prefiriendo negarlo y ridiculizar el trabajo de Crookes. En palabras de Conan Doyle:
"Stokes se negó, colocándose en la misma posición de aquellos Cardenales que se negaban a contemplar los satélites de Júpiter a través del telescopio de Galileo-"
Como Crookes, muchos otros enfrentaron la burla y la crítica mordaz de compañeros que anteriormente los habían admirado.
Ello motivó que muchos abandonaran las investigaciones, pero otros muchos no desfallecieron, ofreciendo a la humanidad una de las mayores conquistas que se haya hecho nunca.
Estamos convencidos de que todo aquel que estudie sin prejuicios, sin la falsa superioridad de quien haciéndose eco de una ciencia, niegan sin haber comprobado antes, o de aquellos que se adentran en las manifestaciones mediúmnicas sin el desdén con el que se miran estos fenómenos; quien estudie decíamos- las obras e investigaciones de estos valerosos científicos, se convencerá de que las pruebas a favor de la inmortalidad del alma y la posibilidad del contacto entre los Espíritus y nosotros los encarnados, es una realidad perfectamente demostrable.
- Juan Jose Torres Fermández- ( Continúa el tema en la siguiente publicación)
(Publicado anteriormente en Zona Espírita)
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Desigualdad de las riquezas
808. La desigualdad de las riquezas ¿no tiene su origen en la desigualdad de las facultades, que dan a unos más medios de adquirir que a otros?
- Sí y no. ¿Qué dices de la astucia y el robo?
808 a. La riqueza hereditaria ¿no es, por tanto, fruto de las malas pasiones?
- ¿Qué sabes? Remóntate a sus fuentes y verás si es siempre pura. ¿Sabes acaso si en un comienzo no constituyó el producto de una expoliación o de una injusticia? Pero, aun sin referirnos al origen, que puede ser malo, ¿crees que la codicia de los bienes, incluso los mejor adquiridos, y los secretos deseos que se conciben de poseerlos lo más rápido posible, sean sentimientos laudables? Esto es lo que Dios juzga, y te aseguro que su juicio es más severo que el de los hombres.
809. Si una fortuna ha sido mal habida en su origen, los que más tarde la heredan, ¿son responsables de ello?
- No cabe duda de que no son responsables del mal que otros hayan podido cometer, y tanto menos cuanto pueden ignorarlo. Pero debes saber bien que con frecuencia sólo recibe el hombre una fortuna para proveerle la ocasión de reparar una injusticia. ¡Dichoso de él si así lo comprende! Si lo hace en nombre de aquel que cometió la injusticia se tendrá en cuenta a ambos la reparación, porque a menudo es el último de ellos el que la suscita.
810. Sin repararnos de la legalidad podemos disponer de nuestros bienes de una manera más o menos equitativa. ¿Somos responsables, después de nuestra muerte, de las disposiciones testamentarias que hayamos adoptado?
- Toda acción da sus frutos. Los frutos de las buenas acciones son dulces. Los de las otras son siempre amargos. Siempre, entendedlo bien.
811. La igualdad absoluta de las riquezas ¿es posible? Y ¿ha existido alguna vez?
- No, no es posible. La diversidad de las facultades y de los caracteres se opone a ella.
811 a. Sin embargo, hay hombres que creen que en eso reside la solución para los problemas sociales. ¿Qué pensáis de esto?
- Son sectarios, o ambiciosos y envidiosos. No comprenden que esa igualdad con que sueñan sería pronto destruida por la fuerza de las circunstancias. Combatid el egoísmo, que es vuestra plaga social, y no marchéis en pos de quimeras.
812. Si la igualdad de las riquezas no es posible, ¿sucede lo mismo con el bienestar?
- No, pero el bienestar es relativo y cada cual podría disfrutar de él, si os entendieseis, como corresponde. Porque el auténtico bienestar consiste en que el hombre emplee su tiempo del modo que más le agrade, y no en trabajos por los cuales no siente ninguna predilección. Y como quiera que cada uno posee diferentes aptitudes, se deduce de ello que ninguna tarea útil quedaría sin realizarse. El equilibrio está en todo: el hombre es quien lo altera.
812 a. ¿Es posible entendernos entre los humanos?
- Los hombres llegarán a entenderse cuando lleven a la práctica la ley de justicia.
813. Hay personas que caen en las privaciones y la miseria por su propia culpa. ¿Puede la sociedad ser responsable de ello?
- Sí, lo hemos dicho ya, ella es con frecuencia la causa primera de esas situaciones. Además, ¿no debe velar la sociedad por la educación moral de sus miembros? A menudo es la mala educación la que ha falseado el juicio de esas personas en vez de reprimir sus tendencias perniciosas.
El Libro de los Espíritus
Allan kardec.
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808. La desigualdad de las riquezas ¿no tiene su origen en la desigualdad de las facultades, que dan a unos más medios de adquirir que a otros?
- Sí y no. ¿Qué dices de la astucia y el robo?
808 a. La riqueza hereditaria ¿no es, por tanto, fruto de las malas pasiones?
- ¿Qué sabes? Remóntate a sus fuentes y verás si es siempre pura. ¿Sabes acaso si en un comienzo no constituyó el producto de una expoliación o de una injusticia? Pero, aun sin referirnos al origen, que puede ser malo, ¿crees que la codicia de los bienes, incluso los mejor adquiridos, y los secretos deseos que se conciben de poseerlos lo más rápido posible, sean sentimientos laudables? Esto es lo que Dios juzga, y te aseguro que su juicio es más severo que el de los hombres.
809. Si una fortuna ha sido mal habida en su origen, los que más tarde la heredan, ¿son responsables de ello?
- No cabe duda de que no son responsables del mal que otros hayan podido cometer, y tanto menos cuanto pueden ignorarlo. Pero debes saber bien que con frecuencia sólo recibe el hombre una fortuna para proveerle la ocasión de reparar una injusticia. ¡Dichoso de él si así lo comprende! Si lo hace en nombre de aquel que cometió la injusticia se tendrá en cuenta a ambos la reparación, porque a menudo es el último de ellos el que la suscita.
810. Sin repararnos de la legalidad podemos disponer de nuestros bienes de una manera más o menos equitativa. ¿Somos responsables, después de nuestra muerte, de las disposiciones testamentarias que hayamos adoptado?
- Toda acción da sus frutos. Los frutos de las buenas acciones son dulces. Los de las otras son siempre amargos. Siempre, entendedlo bien.
811. La igualdad absoluta de las riquezas ¿es posible? Y ¿ha existido alguna vez?
- No, no es posible. La diversidad de las facultades y de los caracteres se opone a ella.
811 a. Sin embargo, hay hombres que creen que en eso reside la solución para los problemas sociales. ¿Qué pensáis de esto?
- Son sectarios, o ambiciosos y envidiosos. No comprenden que esa igualdad con que sueñan sería pronto destruida por la fuerza de las circunstancias. Combatid el egoísmo, que es vuestra plaga social, y no marchéis en pos de quimeras.
812. Si la igualdad de las riquezas no es posible, ¿sucede lo mismo con el bienestar?
- No, pero el bienestar es relativo y cada cual podría disfrutar de él, si os entendieseis, como corresponde. Porque el auténtico bienestar consiste en que el hombre emplee su tiempo del modo que más le agrade, y no en trabajos por los cuales no siente ninguna predilección. Y como quiera que cada uno posee diferentes aptitudes, se deduce de ello que ninguna tarea útil quedaría sin realizarse. El equilibrio está en todo: el hombre es quien lo altera.
812 a. ¿Es posible entendernos entre los humanos?
- Los hombres llegarán a entenderse cuando lleven a la práctica la ley de justicia.
813. Hay personas que caen en las privaciones y la miseria por su propia culpa. ¿Puede la sociedad ser responsable de ello?
- Sí, lo hemos dicho ya, ella es con frecuencia la causa primera de esas situaciones. Además, ¿no debe velar la sociedad por la educación moral de sus miembros? A menudo es la mala educación la que ha falseado el juicio de esas personas en vez de reprimir sus tendencias perniciosas.
El Libro de los Espíritus
Allan kardec.
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SOBRE LA INMORTALIDAD DEL ALMA Y LA REENCARNACIÓN
Desde tiempos inmemoriables, la inmortalidad del alma y la reencarnación, inspiran las más extraordinarias filosofías. Se constituye en el conocimiento de los santuarios de los antiguos centros iniciados.
Ya Platón, retratando las disertaciones de Sócrates manifestó: «En realidad, una vez más evidenciando que el alma es inmortal, no existirá, para ella, ninguna fuga posible a sus males, ni a su salvación a no ser regresando mejor y más sabia».
La India milenaria cuyo pensamiento es anterior al griego, presenta en su filosofía védica la existencia de la reencarnación; en el Bhagavad Gita se lee: «Así como dejamos de lado la ropa usada y vestimos una nueva, así el espíritu cambia la indumentaria de carne y se reviste de una nueva».
Y un poco más adelante sintetiza de modo magistral: «¿Llorarás si te dijeren que el hombre
recién fallecido es como el hombre recién nacido?
El fin del nacimiento es la muerte y el fin de la muerte es el nacimiento; tal es la ley».
El budismo de Sakyamuni nos dice: «El sufrimiento proviene del deseo del ser, que conduce
nacimiento tras renacimiento. Conjuntamente con la lujuria el deseo encuentra satisfacción aquí y allá, el deseo de las pasiones, de los poderes, tales son las fuentes del sufrimiento».
El Egipto faraónico, versó prácticamente toda su filosofía y su ciencia en el principio de la
reencarnación. Los egipcios llegaron a conocer el periespíritu, llamado Kha, y sabían que su elevación dependería de su grado evolutivo. ¡Y todo esto, por épocas que traspasan los cinco mil años!
Todos los estudiosos de las ciencias psíquicas son unánimes en afirmar la existencia de la
reencarnación, como vehículo de la inmortalidad.
Teósofos, martinistas, rosacruces, esotéricos, templarios, ocultistas en general, todos abrazan los postulados que Allan Kardec, el misionario lionés, aclaró y popularizó, adjudicando al hombre las responsabilidades que él mismo genera.
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