INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-Motivos de resignación
2.- El falso dogma de la resurección
3.-Médiums sanadores
4.- Espacio universal
********************************
Motivos de resignación
12.
Con estas palabras: "Bienaventurados los afligidos, porque ellos serán consolados", Jesús indica al mismo tiempo la compensación que
espera a los que sufren, y la resignación que hace bendecir el sufrimiento
como preludio de la curación.
Estas
palabras también pueden traducirse de este modo: Vosotros
debéis consideraros felices sufriendo, porque vuestros dolores son deudas
de vuestras faltas pasadas, y esos dolores sufridos con paciencia en la
tierra os ahorran siglos de sufrimientos en la vida futura. Debéis, pues,
teneros por felices, viendo que Dios reduce vuestra deuda, permitiéndoos
que la paguéis ahora, lo que os asegurará la tranquilidad para el
porvenir.
El
hombre que sufre se parece a un deudor que debe una fuerte cantidad y
a quien su acreedor dice: "Si hoy mismo me pagáis la centésima parte,
os perdono el resto; quedaréis libre; si no la hacéis, os perseguiré hasta
que hayáis pagado el último céntimo". ¿No sería feliz el deudor, aun
cuando sufriese toda clase de privaciones para librarse, pagando solamente
la centésima parte de lo que debe? En vez de quejarse de su acreedor, ¿no
le daría las gracias?
Tal
es el sentido de estas palabras: "Bienaventurados los afligidos, porque
ellos serán consolados"; son felices porque pagan la deuda, y después
de pagar, quedaron libres. Pero si pagando por un lado, se contraen nuevas
deudas por el otro, nunca se llegará al saldo. Cada nueva falta aumenta la
deuda, porque no hay una sola, cualquiera que sea, que no lleve consigo su
castigo forzoso, inevitable; si no es hoy, será mañana, y si no en esta
vida, será en otra. Entre estas faltas debería ponerse en primer lugar el
defecto de sumisión a la voluntad de Dios; pues si en las aflicciones
se murmura si no se aceptan con resignación y como cosa que ha debido
merecerse, si se acusa a Dios de injusto, se contrae una deuda nueva que
hace perder el beneficio que podría esperarse del sufrimiento; por esto
será preciso empezar de nuevo, absolutamente como si a un acreedor que os
atormenta, le dais cantidades a cuenta, y cada vez le pedís prestado de
nuevo.
A su
entrada en el mundo de los espíritus, el hombre es semejante también
al obrero que se presenta el día de la paga. A los unos les dice el amo:
"Aquí tenéis el precio de vuestros jornales"; a los otros, a los
felices de la tierra, a los que hayan vivido en la ociosidad, a los que
hayan cifrado su felicidad en la satisfacción del amor propio y los goces
mundanos, dirá:
"Nada
hay para vosotros, porque habéis recibido vuestro salario en la tierra. Idos
y empezad de nuevo vuestra tarea".
13.
El hombre puede aliviar o aumentar las amarguras de sus pruebas según
el modo como considere la vida terrestre. Sufre tanto más
cuanto más larga ve la duración del sufrimiento; así, pues, el que se
coloca en el punto de vista de la vida espiritual, abraza de una sola
ojeada la vida corporal; la ve como un punto en el infinito, comprende su
corta duración, y dice que ese momento penoso pasa muy pronto; la certeza
de un porvenir próximo más feliz le sostiene y le anima, y en lugar de
quejarse, da gracias al cielo por los dolores que le hacen adelantar. Para
el que sólo ve la vida corporal, por el contrario, ésta le parece
interminable, y el dolor pesa sobre él con toda su fuerza. Es resultado de
ese modo de considerar la vida el disminuir la importancia de las cosas de
este mundo, conducir al hombre a moderar sus deseos y a contentarse con su posición
sin envidiar la de los otros; atenuando la impresión moral de los
reveses y de los desengaños que experimenta, adquiere una calma y una
resignación tan útiles a la salud del cuerpo como a la del alma; mientras
que con la envidia, los celos y la ambición, él mismo se pone
voluntariamente en el tormento y aumenta de este modo las miserias y las
angustias de su corta existencia.
EL
EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC
***************************************
EL FALSO DOGMA DE LA RESURECCIÓN
**************************************************
Médiums Sanadores
Entre las bendecidas facultades medianímicas puestas a servicio de la fraternidad humana y del bien, la de naturaleza curadora se recubre de recursos preciosos para, en nombre del Terapeuta Divino, ayudar a las criaturas carentes de salud y bajo varios tormentos. Habiendo una predisposición orgánica especial en determinados individuos, se irradian las beneficiosas energías de forma consciente o no, con o sin la manipulación de buenos espíritus. Generalmente programados para la acción de la caridad, estos médiums se reencarnan bajo la asistencia de abnegados mentores, que los conducen a la práctica de la terapia de amor, canalizándoles las fuerzas de modo que puedan alcanzar la finalidad para la que fueron elaboradas.
Como el hombre nunca está solo, viviendo siempre acompañado por entidades que le corresponden a los climas mental y moral, en el caso de los médiums curadores, los espíritus interesados en el progreso y en la felicidad de los hombres les trabajan la personalidad y buscan orientarlos con cariño, con el fin de que su ministerio logre éxito. El resultado de la actividad dependerá de la forma como el médium se comporte, con elevación y ductilidad o con irresponsabilidad y pasión que pervierte. Como nada le cuesta, bajo ningún pretexto la mediumnidad curadora debe ser comercializada, sin que ocurra la incidencia en la ofensa de la simonía, que enreda al espíritu en un terrible berenjenal de aflicciones para su propio futuro.
No se hace necesario fórmulas sacramentales, gestos cabalísticos, ceremonias, indumentarias especiales, ningún objeto de naturaleza material visando a alcanzar los resultados favorables en la acción curativa. Se irradia de una forma saludable la bioenergía del médium, siendo aún más beneficiosa cuando es comandada por espíritus nobles, que conocen las necesidades del paciente, atendiendo los núcleos orgánicos deficientes o revitalizando los centros vitales generadores de la armonía celular y psíquica. A la medida que el intermediario desarrolla la capacidad de amar y de servir, distribuyendo el magnetismo curativo, se siente más revitalizado, porque, “se da más a aquel que más da”, según las recomendaciones de Jesús.
La conducta sana, que es consecuencia de una vida moral equilibrada, proporciona un poderoso intercambio de energías propiciadoras de salud. A su vez, el médium que ora se enriquece de valores espirituales y también desarrolla una aptitud innata, ampliando su campo vibratorio, aumentado la fuerza de la energía que canaliza para la salud, volviéndose una dínamo valioso para el bien en general. Basta una mirada, un toque, su presencia, para que los núcleos potencializados transmitan las fuerzas curativas, favoreciendo a las personas carentes y renovarlas. En Hechos de los Apóstoles, narran que las personas traían sus enfermos y los colocaban al borde de los caminos por donde pasarían Pedro y Juan, con el fin de que su sombra, caiga sobre ellos y los sanara…
El mal uso envenena las facultades, que pasan a un campo perjudicial explotado por las entidades viciadas y perversas. La aplicación digna de los recursos, hace propicia la paz interior y desarrolla los sentimientos de amor, ampliando los horizontes de fraternidad humana. Esta mediumnidad curadora, de la cual tanto usó el Maestro para poder curar a las multitudes, de las que se compadecía, está al alcance de todos aquellos que entrenando la aplicación de pases, desarrollarán las posibilidades bioenergéticas para un saludable intercambio de fuerzas entre los hombres, favoreciendo a los que sufren con la esperanza, la salud y la paz.
Vianna de Carvalho
Médium Divaldo Pereira Franco
Extraído del libro "Médiums Y Mediumnidades
*****************************
– Infinito. Supónle límites; ¿qué habría más allá? Esto te
confunde la razón, bien lo sé, y sin embargo, tu razón dice que no puede ser de otro modo. Es como el infinito en todas las cosas y no es en vuestra pequeña esfera donde podréis comprenderlo.
Si se supone un límite al espacio, por más lejano que pueda concebirlo el pensamiento, la razón dice que más allá de ese límite hay algo, y así, paso a paso, hasta el infinito, porque, aunque ese algo fuese el vacío absoluto, sería también el espacio.
36 – ¿Existe en alguna parte del espacio universal el vacío absoluto?
– No, nada hay vacío; lo que te parece vacío está ocupado por una materia que escapa a tus sentidos e instrumentos.
EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC