lunes, 31 de octubre de 2016

La "Píldora del día siguiente"




*20 EJERCICIOS PARA REFORMA INTIMA*👇🏾 

*1. Ejecutar alegremente las propias obligaciones.* 
 2. Silenciar ante la ofensa. 
*3. Olvidar el favor prestado.* 
 4. Exonerar a los amigos de cualquier gentileza para con nosotros * 
*5. Enmudecer  nuestra agresividad.* 
 6. No condenar las opiniones que difieren de la nuestra. * 
*7. Abolir cualquier pregunta maliciosa o innecesaria.* 
 8. Repetir informaciones y enseñanzas sin actitud de hartura.
*9. Entrenar  la paciencia constantemente.* 
 10. Oír fraternalmente las angustias de los compañeros sin contarles nuestros dolores. 
*11. Buscar sin afectación el medio de ser más útil.* 
 12. Disculpar sin disculparse. 
*13. No decir nada malo de nadie.* 
 14. Buscar el lado bueno de las personas que nos participan de su experiencia. 
*15. Alegrarse con  la alegria de los otros.* 
 16. No aborrecer a quien trabaja. 
*17. Ayudar espontaneamente.* 
 18. Respetar el servicio ajeno. 
*19. Reducir los problemas particulares.* 
 20. Servir de buena mente cuando la enfermedad nos hiera. 

*(Francisco Cândido Xavier)*

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                                   ESPÍRITUS ERRANTES

Cuando hablamos de Espíritus errantes, nos referimos a los  Seres desencarnados a la espera de su reencarnación, que ocupan el espacio  espiritual  que se interpenetra con las diversas capas atmosféricas del planeta Tierra , donde se agrupan en ciudades astrales semejantes a las del planeta, más o menos bellas según la perfección de los que las habitan, y así, con los nacimientos y muertes sucesivas en nuestro planeta,  van  pasando sucesivamente  a la Tierra y viceversa, en un proceso de intercambio a través  de la reencarnación .
Los Espíritus desencarnados que integran el área de influencia del planeta Tierra, ocupan el espacio que les corresponde  interpenetrando la atmósfera  terrestre en la que ,poseyendo cuerpos semimateriales de menor densidad que en el plano físico, se distribuyen en función de la atracción gravitacional que tiende a atraerlos a la corteza planetaria. Los que revisten cuerpos menos densos se distribuyen en las regiones más alejadas de nuestro mundo, en donde el campo gravitacional terrestre ejerce menos influencia sobre  sus cuerpos espirituales. Por el contrario, los que tienen cuerpos  espirituales  más densos viven  más cercanos a la corteza terrestre, en donde la  fuerza de gravedad planetaria les afecta y  los mantiene como prisioneros dentro de paredes invisibles que les impiden elevarse a otras  regiones más altas.
Después del proceso de turbación que sigue a la muerte, los Espíritus vuelven a la erraticidad  desde donde habían salido antes para afrontar una vida física y allí permanecen  un periodo de tiempo que varía en cada caso, pero en general  suele ser más largo que el periodo en que permanecen encarnados (parece ser que la media son unos nueve años de permanencia en el plano espiritual, por cada uno vivido en la Tierra durante su vida anterior).
Una vez pasada la fase de la muerte siendo seres humanos, muchos  permanecen temporalmente  en un estado de pérdida, desorientación e inseguridad. Finalmente se ubican transitoriamente  alrededor de  los mundos físicos, en  diversos grados evolutivos, que les sirven como estaciones o puntos de reposo. Estos mundos  que ocupan transitoriamente ,  y en los que se encuentran multitud de ciudades y residencias espirituales, similares a los de la Tierra, son  mundos semimateriales, o sea que forman un grado  intermedio  entre los mundos espirituales y los mundos físicos  y  son  en cuanto a belleza, luminosidad y perfección, conformes según la naturaleza de los Espíritus que   por afinidad se agrupan en ellos  para  gozar de mayor o menor bienestar mientras se plantean y planean su próxima reencarnación.  La situación de esta clase de mundos es transitoria y  muchas veces se trata de planetas  habitados  simultáneamente  por seres corpóreos e incorpóreos; otras veces  su superficie es estéril para la vida de los seres orgánicos, pero esta esterilidad  física  de carácter transitorio  se puede entender porque los Seres espirituales que los habitan de nada  material precisan; esto  no significa que  carezcan de bellezas naturales, pues estas se traducen en las bellezas de la inmensidad del Universo, no menos admirables que las bellezas de nuestra Naturaleza  terrestre, siendo de señalar que  en nuestro sistema planetario no existen  mundos de este género, aunque la Tierra  ya formó en el pasado  parte de esos mundos durante su formación planetaria
La erraticidad tanto si es en mundos astrales que rodean la atmósfera terrestre, como si es en mundos físicos  de superficie estéril inhabitables para el ser humano, siempre suponen  una estación de reposo temporal  en donde se preparan  para una nueva reencarnación.  Por eso, a los Espíritus errantes también se les podría definir en pocas palabras,  como  Espíritus desencarnados que permanecen a la espera de una oportunidad para reencarnar.   Allan Kardec, el Codificador del Espiritismo, afirmó que son todos los Espíritus desencarnados en general,  durante el intervalo de sus existencias corporales, y sigue diciendo:
La erraticidad tanto si es en mundos astrales que rodean la atmósfera terrestre, como si es en mundos físicos  de superficie estéril inhabitables para el ser humano,
    La erraticidad no es en absoluto señal de inferioridad de los Espíritus. Hay Espíritus errantes de todas clases, salvo los de primer  orden o Espíritus Puros, que no teniendo que reencarnar más para perfeccionarse, no pueden ser considerados errantes. Los Espíritus errantes son felices o infelices, según sea su grado de purificación, y ese estado comprende la vida material del cuerpo que vestía, percibiendo sus existencias anteriores y sus errores que los apartan de la perfección y de la felicidad infinita. Es entonces cuando escogen  nuevas pruebas para progresar más rápido.

         Durante  la  erraticidad, los Espíritus  también progresan  y  tienden a formar núcleos colectivos donde se integran y en donde terminan formando sus propios ambientes. La Ley de Afinidad  rige esta cuestión, pues los Espíritus afines se buscan y  reúnen.
     Los Espíritus que habitan esos mundos en tan diversos grados, pueden abandonarlos a voluntad  para ir donde precisen. En esos mundos ellos  también  progresan  reuniéndose con el objeto de instruirse y así poder merecer  más fácilmente permiso desde los Planos Superiores para acudir a mejores lugares y  adquirir la preparación necesaria antes de una nueva reencarnación. .
         León Denis define a los  espíritus errantes como “ni buenos ni malos, pero sí débiles e inclinados a las cosas de la Tierra”;  y continúa diciendo  en su obra “Después de la muerte”: Todas las regiones del universo están llenas de multitudes de almas que se agitan entre la Luz y la oscuridad, permaneciendo en una actividad constante. Otras se agolpan junto a los globos  planetarios  y los siguen en sus revoluciones, turbas y revueltas que  influyen sin saberlo en los elementos atmosféricos. “El universo entero evoluciona como los mundos, los espíritus prosiguen  su eterna carrera arrastrados hacia un estado superior y entregados a ocupaciones diversas”.
        A los Espíritus errantes  se les  podría confundir con los llamados  del  “Bajo Astral”, que son los que están en zonas oscuras de los planos inferiores que se mezclan con nuestro plano físico e incluso por debajo de este.
       Sin embargo la diferencia  entre ambos conceptos es que el  espíritu errante puede estar  ubicado  en  cualquiera de los planos espirituales que rodean cada mundo según su nivel de evolución,  mientras  en el Umbral, habitado por Seres malignos y sufridores,  están exclusivamente  en las zonas  inferiores, descritas como  tenebrosas, pantanosas y frías, llenas de llanto y horror.

-Jose Luis Martín -


 “Hay muertos en la sombra de la muerte reviviendo las experiencias que los consumieron, sin conseguir morir “

 Espíritu Marco Prisco a través del médium  Divaldo Pereira Franco (Glosario Espírita Cristiano)

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    TESTIMONIO DE SU PROPIA DESENCARNACIÓN

  Ernesto Bozzano


       Extraigo este  hecho del volumen de Morgan: From Matter to Spirit (pg.149). La personalidad mediúmnica del Dr. Horace Abraham Ackley describe, en estos términos, la manera en que el Espíritu se separó de su organismo somático:

"Como sucede a un gran número de humanos mi espíritu no consiguió muy fácilmente liberarse de mi cuerpo. Yo sentía que me desprendía gradualmente de los lazos orgánicos, pero me encontraba en condiciones poco lúcidas de existencia, pareciéndome que soñaba. Sentía mi personalidad como dividida en muchas partes que todavía    permanecían unidas por un lazo indisoluble... Cuando el organismo corpóreo dejó de funcionar, pudo el espíritu despojarse de él enteramente. Me pareció entonces que las partes separadas de mi personalidad se reunían en una sola. Me sentí al mismo tiempo situado por encima de mi cadáver, a corta distancia de él, desde dónde yo veía de modo diferente a las personas que se acercaban a mi cuerpo. No sabría decir por qué poder llegué a desprenderme y a elevarme en el aire.

Después de este acontecimiento creo haber pasado un período bastante largo en un estado de inconsciencia, o de sueño (lo que por otro lado ocurre frecuentemente aunque no se dé en todos los casos); lo deduzco del hecho de que, cuando volví a ver mi cuerpo, este estaba en avanzada descomposición. Al volver en mí, todos los acontecimientos de mi vida, desfilaron bajo mi vista como en un panorama, eran visiones vivas, muy reales, en dimensiones naturales, como si mi pasado se hubiese vuelto presente. Fue todo mi pasado a la vez, incluido el último episodio, el de mi desencarnación. La visión pasó delante de mí con tal rapidez, que casi no tuve tiempo de reflexionar, hallándome como arrebatado por un torbellino de sensaciones. La visión enseguida desapareció, con la misma rapidez con que se mostró, las meditaciones sobre el pasado y el futuro me produjeron un vivo interés por las condiciones actuales.


Yo había oído decir que los Espíritus desencarnados eran acogidos en el mundo espiritual por sus parientes, o por sus Espíritus – guías. Al no ver a nadie cerca de mí concluí que los espiritistas estaban engañados. Pero, apenas este pensamiento atravesó mi mente, vi a dos Espíritus que me eran desconocidos y hacia los cuales me sentí atraído por un sentimiento de afinidad. Supe que habían sido hombres muy instruidos e inteligentes pero que, como yo, no habían pensado desarrollar en sí mismos los principios elevados de la espiritualidad. Me llamaron por mi nombre, sin embargo yo no lo había pronunciado, y me acogieron con una familiaridad tan benévola, que me sentí agradablemente reconfortado. Con ellos dejé el lugar donde desencarné y en donde me hallaba hasta ese momento. Me pareció como una nebulosa el paisaje que atravesé, pero dentro de esa semioscuridad, fui conducido a un lugar donde vi reunidos numerosos Espíritus, entre los cuales había muchos que yo había conocido en vida que habían muerto hacía ya algún tiempo...”


     Se observará que, en el último párrafo del episodio precedente, encontramos otro de los detalles secundarios habituales, que se diferencian más o menos en las descripciones de tantos espíritus que se comunican. Ese detalle justifica su razón de ser en las condiciones espirituales, poco evolucionadas, del difunto autor del mensaje. Generalmente, en las revelaciones trascendentales, se lee que los Espíritus de los muertos entran en un plano más o menos luminoso donde son acogidos por los Espíritus de sus parientes. Aquí se ve, al contrario, que el Espíritu comunicante se encontró en un medio brumoso, donde fue acogido amistosamente por dos Espíritus que le eran desconocidos, pero que guardaban afinidad con él, desde el punto de vista de las condiciones espirituales. Es fácil comprender que este aparente desacuerdo entre las primeras impresiones de ese Espíritu y otras mucho más frecuentes dependan de la circunstancia de que, como el mismo dice, descuidó en vida desarrollar en sí el elemento espiritual, y que los Espíritus que fueron a su encuentro también se encontraban en las mismas circunstancias.

     Por ello y por la ley de afinidad resultó que un medio de luz no se adaptaba a las condiciones transitorias, más oscuras, de sus espíritus. Por otro lado se observa que también, en este caso, el Espíritu comunicante afirma haber experimentado la prueba de la “visión panorámica” de su pasado, fenómeno que, en vez de desarrollarse espontáneamente, como consecuencia de una hiper-excitación sui generis de las facultades mnemónicas (producida por la crisis de la agonía, dicen los psicólogos), parecería más bien producida por los “guías” espirituales, con la finalidad de predisponer al espíritu recién llegado a una especie de “examen de conciencia”. Esta interpretación del fenómeno se ve mucho más clara en algunos de los casos que siguen. Diré, finalmente, que este caso, ocurrido en 1.857, ya contiene la narración de un incidente interesante de “bilocación” en el lecho de muerte, seguido del fenómeno consistente en la situación, durante algún tiempo, del Espíritu
desencarnado por encima del cadáver.

     Frecuentes incidentes análogos se encontrarán en las comunicaciones de la misma naturaleza, con mucha frecuencia son sensitivos que, asistiendo a la muerte de alguien, los describirán siguiendo sus percepciones. Las obras espiritualistas están llenas de episodios de este género, comenzando por los que fueron descritos por el famoso vidente Andrew Jackson Davis y por el judío Edmond, y siguiendo por el Rev. William Stainton Moses y la gobernanta inglesa (enfermera diplomada) Mrs. Joy Snell, que asistió a la producción de tales fenómenos durante unos veinte años. ¿Quién no ve, ahora, la importancia de estas afirmaciones de videntes concordando de modo admirable con lo que narran los propios Espíritus? Y también, con relación a esta clase de incidentes, es muy común que el médium escribiente, o el sensitivo vidente, estuviesen en la más completa ignorancia de tales fenómenos y de la manera en que se producen en el lecho de muerte. Y como el caso que acaba de ocuparnos se remonta a 1857, o sea, a los comienzos del movimiento espírita, todo contribuye a suponer que en esta circunstancia el médium y los asistentes ignoraban todo lo que concierne a los fenómenos de bilocación en general y, sobretodo, a la manera en cómo se producen en los moribundos.

Extraído del libro "La crisis de la muerte" de Ernesto Bozzano

(Aportado por Jacob C Sanchez)

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                                   Para reflexionar.....


Fuera de la Caridad no hay salvación

    Compasión

"Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí" (Mateo 25:34-36).

   "Tuve hambre y usted creó una organización para discutir el problema de mi hambre.
Estaba encarcelado y salió mansamente para su capilla, para orar por mí liberación.
 Estaba desnudado y usted, debatió en su mente la moralidad de mi apariencia.
Estaba enfermo y usted se arrodilló agradeciendo a Dios por su salud.
Estaba sin casa para morar y usted me predicó  sobre el abrigo espiritual del amor de Dios.
Estaba solo y usted me dejó solo, yendo a orar por mí.
Parece tan santo; tan cerca de Dios. Pero yo estoy aún muy hambriento, solo y con frío. ¿Para dónde fueron sus oraciones? ¿Qué  hicieron ellas ? ¿Cual el valor de un cuaderno colmado de motivos de oración cuando el resto del mundo clama por su ayuda? (Charles R. Swindoll)

¿Qué tipo de cristianos hemos sido? ¿ Nos hemos  esforzado para glorificar a Dios en todas nuestras actitudes o nos hemos preocupado solo de mantener una apariencia externa de santidad? ¿Nos hemos preocupado en mostrar a los otros que somos una bendición delante de Dios o buscado ser una bendición delante de Dios para los otros?

¿De que adelanta que yo ore por los que tienen hambre sin buscar una forma de alimentarlos? ¿De que sirve mi oración por los que no tienen lo que vestir si yo no proponga en mi corazón conseguirles vestimentas? ¿Tendría algún valor mi oración por los que se sienten abandonados sin que les demuestre claramente mi amor y solidaridad?

La oración que hago por los necesitados es muy importante,pero Dios espera mucho más de mí que solo orar por ellos. Espera que la luz de Cristo brille en mis actitudes y todos ellos, a través de mí, sean benditos.



¡¡ Sonrie; Jesús te ama !!.

Paulo Barbosa

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LA PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE ES UN MÉTODO ABORTIVO


Según el médium Chico Xavier, “la píldora anticonceptiva es un recurso que nos fue concedido en la
Tierra por la Divina Providencia para que la delincuencia del aborto sea detenida, una vez que la criatura humana, por necesidad de revitalización de sus propias fuerzas orgánicas, naturalmente precisará de la relación sexual, entre los socios comprometidos en el asunto, pero usarán ese agente anticonceptivo para que el crimen del aborto sea debidamente evitado en cualquier parte del mundo".

  La "píldora del día siguiente" es abortiva, pues, según la Doctrina Espírita, desde la concepción, el espíritu que va a reencarnar se une al embrión del futuro cuerpo por un lazo fluídico, extensión de su periespíritu. Este lazo vital se va apretando hasta el instante en que la criatura ve la luz.


   Así, desde el punto de vista de la Espiritualidad, el crimen del aborto se configura por el hecho de que la "píldora del día después" expulsa del útero de la madre al embrión ya ligado al alma, impidiendo al espíritu reencarnante, volver a vivir en la Tierra las pruebas necesarias para su progreso espiritual.

Vale aclarar que la existencia de un principio espiritual ligado al cuerpo desde el momento de la concepción, ya no es un mero artículo de fe, sino la evidencia científica comprobada a través del método de la observación.

Relatos de persnas en estado de hipnosis o en recuerdos espontáneos de la época en que el feto aun se encontraba en el vientre materno, lo mismo que de niños que se recuerdan de episodios de otras encarnaciones, revelan una conciencia existente antes de la formación del cuerpo.

Tales evidencias vienen siendo estudiadas por diversos científicos, como el Dr. Ian Stevenson, director del Departamento de Psiquiatría y Neurología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia, en los Estados Unidos. Ahora, solo en caso extremo, para salvar la vida de la gestante, es que la Doctrina Espírita admite el aborto terapeútico, por el hecho de la madre, continuando viva, puede embarazarse de nuevo del mismo espíritu que tuvo su vida interrumpida.

Fuente: Gerson Simôes Monteiro.- Jornal Extra-


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domingo, 30 de octubre de 2016

LO INEVITABLE Y SU RESPUESTA: “MORIR, RENACER Y VIVIR”

               MÉDIUMS SENSITIVOS                  O IMPRESIONABLES.
164. Se designan así las personas susceptibles de sentir la presencia de los Espíritus por una vaga impresión, una especie de rozamiento sobre todos los miembros, de lo cual no pueden darse cuenta. Esta variedad no tiene carácter bien marcado; todos los médiums son necesariamente impresionables; la impresionabilidad es antes una cualidad general que especial; es la facultad elemental indispensable para el desarrollo de todas las otras; difiere de la impresionabilidad puramente física y nerviosa, con la que es  preciso no confundirla; porque hay personas que no tienen los nervios delicados y que sienten más o menos el efecto de la presencia de los Espíritus, de la misma manera que otros muy irritables no lo sienten.
Esta facultad se desenvuelve por la práctica, y puede adquirir tal sutileza que aquel que esté dotado de ella reconoce en la impresión que siente no solamente la naturaleza buena o mala del Espíritu que está a su lado, sino también su individualidad, como el ciego reconoce por cierto instinto la aproximación de tal o cual persona; viene a ser con relación a los Espíritus un verdadero sensitivo. Un buen Espíritu hace siempre una impresión dulce y  agradable; la de un mal Espíritu al contrario, es penosa, ansiosa y
desagradable; hay como un olor de impureza.
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.

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 ALZHEIMER FALTA DE           INFORMACIÓN  Y PRECONCEPTO

– por Silvia Masc
Recientemente yo estaba en el peluquero, cuando llegó una señora muy simpática, y la manicura comentó: - ¡ La señora anda desaparecida !.- Ella, entonces respondió: - Es, dificil, " yo tengo un mal de Alzeimer en casa"
Quedé pensando....¿ Qué dolencia es esa?. ¡ Roba hasta la identidad de la persona!. Nunca oí a nadie decir: "yo tengo una gripe o un cáncer en la casa". No de admirarse que haya tanto preconcepto.
Conviene aclarar que la nomenclatura de la dolencia no es "Mal de Alzeimer", sino "Dolencia de Alzeimer", en referencia al psiquiatra alemán Dr. Aloysius Alzeimer, que en 1906 presentó el primer caso de la dolencia durante un congreso científico en Alemania.
En aquella época no se sabía prácticamente nada sobre la dolencia, por esa razón era usada la nomenclatura Mal de Alzeimer, cuando se pasó a conocer un poco más de la dolencia, aun no habiendo cura, pasó entonces a ser denominada Dolencia de Alzeimer (DA). Así como ya se uso el decir Mal de Parkinson y hoy se dice Dolencia de Parkinson o simplemente Parquinson.
Yo sabía de una persona que pidió al abuelo que no llevase a la abuela a los eventos de la familia, porque de acuerdo con ella. al abuelo lo tenía cohibido con la repetición de sus preguntas. Yo creo que ella hizoo ese comentario absurdo por la total falta de información.
Además del preconcepto, la falta de información trivializa esa dlencia terrible y común en personas al observar los olvidos en alguna persona más vieja, haciendo un pronto dignóstico, sin ninguna base científica. Alzheimer no es solo el olvidarse cosas; eso es uno de los síntomas de la 1ª fase de la dolencia.
Algunas personas tampoco saben diferenciar entre Demencia y Alzheimer; en la dolencia de Alzheimer la demencia está presente, pero quien tiene algún tipo de demencia, necesariamente no tiene Alzheimer. Como dije anteriormente, la demencia desciende escalonadamente, y la DA desciende la rampa en velocidad mayor y en algún momento ellas se encuentran.
En cuanto a no existir cura, vamos a cuidar del portador de DA o de otras demencias con amor, no olvidando nunca que ellos NO SON la dolencia, ellas son personas que tuvieron la infelicidad de tenerla, ellas no perdieron sus nombres, y sus preferencias y sus convicciones, y aunque ellas no estén ya más en apariencia, nosotros sabemos com eran ellas antes de la dolencia y debemos respetarlos.
Pero de lo que nunca, nosotros, que convivimos con la dlencia de Alzheimer (DA) o cualquier otra demencia, debemos tener como misión, informar sobre la dolencia, a fin de tratar de disminuir el preconcepto.

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"El cuerpo es la cárcel del alma inmortal" - Platón -
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¿ Todos los Espíritus son iguales ?
Al principio y en el comienzo de su andadura como espíritus humanos, si que  partimos todos  absolutamente  iguales  con  los mismos  atributos y las mismas oportunidades para comenzar un normal desarrollo evolutivo, pues todos nosotros  fuimos creados con todas las potencialidades latentes, y asimismo también  partimos iguales  como Seres sencillos e ignorantes, pues Dios, infinitamente justo, no pudo haber creado  desigualdades humanas desde el comienzo de nuestra andadura existencial.  Después, durante el transcurso  de la historia evolutiva de la humanidad, nos hemos ido diferenciando unos de otros debido a nuestro libre albedrío para evolucionar más o menos rápidamente, admitiendo pruebas  en cada vida humana y triunfando o fracasando en ellas, así como deteniéndonos en los precipicios  a que nos condujo la Ley de Consecuencias.
También este hecho nos recuerda que Dios no ha cesado nunca de crear, por lo que unos espiritus son más viejos y experimentados que otros, lo cual les otorga un plus de experiencia y sabiduría, o sea, de evolución.
        Es evidente que  durante nuestro actual momento evolutivo, todos los Espíritus, tanto encarnados como desencarnados, no somos iguales, ni en inteligencia, ni en moral, ni en fuerza, ni en saber. Incluso dentro del mismo grado de la escala evolutiva, unos Espíritus son superiores a otros en cuanto al nivel de valores  y aspectos que definen sus características, y esta desigualdad solo se puede explicar  en base a una diferencia de niveles  de perfeccionamiento alcanzados.
   Podemos ver que al igual que cada persona es un mundo y cada uno somos un Ser con personalidad individualizada y diferente de cualquiera, de igual modo  con los Espíritus que todos somos, sucede algo semejante; no obstante al igual que se agrupan los individuos humanos según sus características generales, también los Espíritus se clasifican  y agrupan por afinidad en grandes grupos con arreglo a  unas particularidades comunes dentro de ellos.
  Es evidente que  durante nuestro actual momento evolutivo, todos los Espíritus, tanto encarnados como desencarnados, no somos iguales, ni en inteligencia, ni en moral, ni en fuerza, ni en saber. Incluso dentro del mismo grado de la escala evolutiva, unos Espíritus son superiores a otros en cuanto al nivel de valores  y aspectos que definen sus características, y esta desigualdad solo se puede explicar  en base a una diferencia de niveles  de perfeccionamiento alcanzados.
         Si  tomamos como referencia  lo descrito por Allan Kardec en la Codificación Espírita, vemos  el modo como los Espíritus  quedan  agrupados y clasificados  por ellos mismos, los que forjaron la llamada revelación espírita, o doctrina espírita.  Observamos en esta clasificación  que tienen una buena réplica entre  los Seres humanos, porque al fin y al cabo todos nosotros  también somos espíritus  encarnados.   Allan Kardec  los clasifica en tres grandes grupos:
        En primer lugar los Espíritus Imperfectos o Primarios, que han abandonado hace pocas etapas  su existencia  en el reino  animal y están dando  todavía sus primeros pasos como Seres humanos. Son naturalmente buenos, nobles y simples, pero  con una muy limitada capacidad intelectiva y  moral, de modo que  llevan todavía consigo con total  intensidad, todos los instintos primarios   y reminiscencias  procedentes del mundo  animal.     
     Estos    espíritus  que están dando sus    primeros   pasos   en  la  etapa    humana,   están    sujetos  a   la   Reencarnación   que  en  ellos  se  produce  de un  modo bastante  frecuente  debido a su mayor necesidad evolutiva .Generalmente habitan mundos físicos Primitivos y poco evolucionados, como ellos.
     Luego tenemos los Espíritus Secundarios, ya  algo mejorados y en pleno proceso de ascenso evolutivo. Son   generalmente  buenos, pero aún conllevan  muchos defectos de orden moral, y  están  igualmente sujetos a la Reencarnación y a la Ley de Consecuencias. Este es el nivel alcanzado por la mayoría de los humanos en la actualidad.
     Por último los Espíritus una vez Libres de la materia, son Espíritus  Puros,   colaboradores con los  Espíritus Superiores,  en la misión de  ayudar a los Secundarios y Primarios que todavía se debaten en las luchas evolutivas con la  materia. A los Espíritus Puros se les llama también Libres porque  ya están libres del obligado proceso   reencarnatorio.
       Finalmente  están  los Espíritus Superiores, entre los que se cuentan los Ángeles, los Arcángeles,Serafines, etc, según su  mayor o menor grado de elevación o perfección..
       Cada uno de estos grupos a su vez  engloban otras clases que difieren entre ellas en otros matices y características.
       Es de señalar que a lo largo de la Historia, siempre han habido algunos Seres humanos espiritualmente  muy elevados y evolucionados, que por amor a la Humanidad, en todas las épocas han venido voluntariamente a encarnar entre nosotros para ayudarnos y guiarnos con su ejemplo y su enseñanza. Estos  Espíritus, normalmente se caracterizan por ser personas que llevan una vida muy austera de ayuda y sacrificio por Amor a los demás, y su labor, normalmente silenciosa y eficaz, suele pasar bastante desapercibida entre nosotros. Algunos de ellos, de muy elevada jerarquía espìritual, han sido llamados Avatares, Cristos, Profetas, Enviados, etc. Y su misión ha sido la enseñanza ética y moral a grandes grupos humanos que han seguido su ejemplo y enseñanzas que han constituido las grandes religiones que existen en el mundo.
( Autoría, por mi desconocida)
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LO INEVITABLE Y SU RESPUESTA: “MORIR, RENACER Y VIVIR”


“Cierta es la muerte para los nacidos Y cierto el nacimiento para los muertos; Por consiguiente, uno no debe lamentarse por lo inevitable.”
Bhagavad Gita
En esta frase sobre lo inevitable de la muerte y de la vida humana, encontramos la explicación a lo que representa la vida del ser; la actitud necesaria con la que debemos afrontar la muerte de nuestros seres queridos, y la afirmación de la inmortalidad de la vida que todos llevamos en nuestro interior.
“Nacer, morir, renacer y progresar siempre, tal es la ley”
Allan Kardec -Codificador de la Filosofía Espiritista
En esta otra, el maestro Allan Kardec eleva a rango de ley la continuidad de la vida después de la muerte y el regreso de nuevo a la tierra mediante la reencarnación; para seguir viviendo, experimentando, creciendo intelectual y moralmente. Para rescatar deudas del pasado y acrecentar nuestro futuro inmediato y nuestro destino en condiciones de mayor plenitud y felicidad, desterrando el sufrimiento de nuestro camino evolutivo.
Efectivamente, la vida es tan inevitable como la muerte y precisamente en este sentido el destacar la vida como una dádiva, como un regalo, o como algo que nos permite ser y existir debería llevarnos a valorarla, apreciarla y plantearnos que es lo que nosotros podemos hacer por la vida y no que es lo que la vida tiene que darnos. El sentido de la vida es precisamente la gran clave de la felicidad del ser humano; pues sino somos capaces de entender que somos seres trascendentes y que la vida tiene un propósito, estaremos abocados al vacío existencial, auténtica lacra de la sociedad actual y fuente inagotable de suicidios y desprecios por la vida en todo el planeta.
Las últimas investigaciones de la ciencia sobre la vida también tienen mucho que decir en estos últimos años; tanto es así que, una nueva disciplina científica como el Biocentrismo, aboga por revertir los términos de la vida y el universo; y basándose en los avances de la física cuántica, replantean los términos en el sentido de que el universo conocido no originó la vida; sino que es la vida la que forma, crea la realidad y origina el universo conocido así como los universos paralelos que la física cuántica está descubriendo.
Pero esto no es todo; según apuntan estos científicos, el concepto de muerte es un producto de nuestra conciencia; y así como el universo, el tiempo y el espacio sólo existen como meros instrumentos de nuestra mente, la muerte no existe en un sentido real. Creemos en la muerte porque nos identificamos con nuestro cuerpo físico y sabemos que los cuerpos físicos mueren; pero nuestra vida al morir se convierte en “una flor perenne que vuelve a florecer en el multiuniverso”. El Dr. Robert Lanza es uno de los pioneros del Biocentrismo y este investigador afirma poder probar que existe la vida después de la muerte; y que esta última no existe de la manera en cómo la percibimos.
Todo esto no hace más que confirmar la inmortalidad del ser humano; se enfoque el asunto bajo la perspectiva científica, espiritual, psicológica, filosófica o religiosa. Son tantos los argumentos que se vierten en este sentido que, la descreencia en el más allá de la vida y en el azar y el vacío después de la muerte, se encuentra en franco retroceso a medida que avanza la ciencia de la física cuántica, y sobre todo, con los recientes estudios sobre la mente y la conciencia que en estos últimos años están abordando eminentes neurocientíficos, psiquiatras e investigadores en las más avanzadas universidades del mundo.
¿Existe una división entre Vida y muerte?. Sin duda la vida, para todos nosotros es un proceso de continuidad; en el que nos identificamos en nuestra propia memoria (recuerdos), en las experiencias que vivimos, en las luchas que sostenemos. Por ello tratamos de unir el concepto opuesto de la muerte para relacionarlo con la vida, con la continuidad de la misma, y de aquí surge la creencia en el más allá, en la continuidad de nuestro ser. Tristemente no nos interesa saber lo que es la vida, la cual incluye a la muerte, únicamente queremos continuar siendo y existiendo y no terminar de ser.
“Creamos en la reencarnación, o en cualquier otra forma de continuidad del ser, siempre intentamos unir lo conocido a lo desconocido, establecer una relación entre pasado y futuro….; nuestro principal deseo consiste en saber cómo unir la vida y la muerte”
Jiddu Krishnamurti – Filósofo – en su libro “La Libertad primera y última”
Muerte y Vida, son aspectos de un mismo espectro que tiene como punto de partida a todos los seres animados e inanimados que pueblan los universos que conocemos y aquellos otros que no conocemos. Y en cuanto al hombre, el principio inteligente del universo (alma o espíritu) es el que anima y dota de vitalidad a los seres humanos, mientras que los animales, vegetales e incluso minerales tampoco se encuentran exentos de esa energía anímica, psíquica, que les dota de vida en sus diferentes estados. Este principio fluidico, bioenergético o bioplasmático, no es otra cosa que el FCU (fluído cósmico universal) que da origen a la vida en todos los universos físicos y espirituales.
No existe el vacío en el universo (como también demuestran los astrofísicos en esta última década al comenzar a conocer las propiedades de la materia oscura), porque todo está impregnado de vida, de energía que fluye y se manifiesta de forma diferente en cada ámbito. Es por ello que los estudiosos de la conciencia y de la física cuántica coinciden en afirmar que todo en el universo está conectado; que una partícula subatómica separada de otra a enorme distancia, reacciona a los cambios de esta última sin que aparentemente exista conexión alguna entre ellas. Lo mismo ocurre con nuestra conciencia y nuestra psique, capaz de abordar lo inabordable, algo totalmente impensable para nosotros, según demuestra Stan Groff en sus ensayos sobre psicología transpersonal.
La muerte efectivamente no existe, sólo existe la vida, cuyo origen espiritual se encuentra en la Causa Primera e inteligencia suprema a la que pobremente llamamos Dios, que no tiene forma, que no podemos abarcar, ni comprender ni estudiar. Y la vida se abre paso a través de los mundos, las galaxias, las constelaciones y los universos del macrocosmos y microcosmos que estamos descubriendo. La vida nadie puede detenerla; y el espíritu humano; obra cumbre de la vida, es la pieza elevada de la misma. Por ello, cuando nuestro envoltorio biológico termina y se deteriora, nuestro ser inmortal sigue viviendo, manifestándose en otros planos y dimensiones, hasta que, nuevamente, se le ofrece la oportunidad de volver a entrar en la vida física, en una nueva experiencia en la carne, para aprender, crecer, corregir y avanzar en su progreso evolutivo.
A esto último se le denomina reencarnación; y cómo bien dice Allan Kardec en la cita mencionada arriba, esta circunstancia no es aleatoria, es una ley consolidada en el universo espiritual, instituida por el creador de la vida para que el hombre vaya alcanzando cada vez más desarrollo y perfección, hasta llegar un momento en que por él mismo pueda contribuir a crear más vida, más conciencia, participando junto a Dios de ese gran acontecimiento único y sublime que denominamos como Creación.
Por consiguiente, y volviendo al principio del artículo, muerte y vida son procesos inevitables del ser, algo que no podemos modificar pues constituye una realidad incuestionable. La esperanza y el consuelo viene de la continuidad de la vida, pues esta es una certeza en todo el universo conocido, y aún más allá; en todos los universos desconocidos que actualmente estudia la ciencia.
Todo es vida, y la muerte no es más que la circunstancia que transforma una forma de vida en otra, sin que ello suponga el cese de la misma. Y en lo que respecta al hombre, esta vida continúa eternamente en diversos ciclos evolutivos de reencarnación, en otras dimensiones espirituales, en otros mundos físicos, etc.. porque no es el cuerpo lo que permanece sino la conciencia, el ser inmortal, el espíritu, el que progresa y evoluciona hacia formas más perfectas de vida y de crecimiento personal.
Antonio Lledó Flor
©2015, Amor,paz caridad
“La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo"
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            QUÉ SE SIENTE AL MORIR

Extracto de la obra “MÁS ALLÁ DE LA LUZ”, por P.M.H. Atwater

Cualquier dolor que deba sufrirse viene primero. Instintivamente se lucha por vivir.
Eso es automático.
Es inconcebible para la mente consciente que pueda existir cualquier otra realidad fuera de la materia terrestre circunscrita por el tiempo y el espacio. Estamos acostumbrados a ello. Estamos entrenados, desde nuestro nacimiento, para vivir y desarrollarnos en ella. Conocemos que somos nosotros mismos por el estímulo externo que recibimos. La vida nos dice quienes somos y lo aceptamos así. Eso, también, es automático y debe ser esperado así.
El cuerpo se torna flácido. El corazón se detiene. No fluye aire ni hacia adentro ni hacia fuera.
Se pierde la vista, el sentimiento y el movimiento – aunque la habilidad de escuchar es la última que se pierde. La identidad cesa. El “tú” que alguna vez fuiste se convierte solo en una memoria.
No hay dolor en el momento de la muerte. Sólo silencio apacible…calma…silencio.Pero tú todavía existes.
Es fácil no respirar. De hecho, es más fácil, más cómodo e infinitamente más natural no respirar que respirar. La mayor sorpresa para la mayoría de las personas que están muriendo es darse cuenta que morir no finaliza la vida.
Venga oscuridad o venga luz; o algún tipo de evento, sea positivo o negativo o algo en el medio, esperado o no, la mayor sorpresa de todas es darse cuenta que tú eres todavía tú. Todavía puedes pensar, todavía puedes ver, oír, moverte, razonar, preguntarte, sentir, preguntar y decir chistes – si lo deseas.
Todavía estas vivo, muy vivo. Realmente, estás más vivo después de la muerte que en cualquier momento desde que naciste. Sólo que la manera de todo esto es diferente; diferente porque ya no vistes un cuerpo denso para filtrar y amplificar las diferentes sensaciones que una vez viste como los únicos indicadores válidos de lo que constituye la vida. Siempre te habían enseñado
que se debe vestir un cuerpo para vivir.
Si esperas morir cuando mueras, te decepcionarás. La única cosa que el morir hace es ayudarte a soltar, a quitar el susurro y a descartar la “chaqueta” que una vez vestiste (más comúnmente referida como el cuerpo).
Cuando mueres pierdes tu cuerpo. Eso es todo lo que pasa. Nada más se pierde. Tú no eres tu cuerpo. Es sólo algo que usas por un momento, porque vivir en el plano terrestre es infinitamente más significativo y más involucrado si estás encerrado en sus trampas y sujeto a sus reglas.
LO QUE ES LA MUERTE
Hay un aumento de energía al momento de morir, un aumento en la velocidad, como si repentinamente estuvieras vibrando más rápido que antes. Utilizando un radio como analogía, este aumento de velocidad es comparable a haber vivido toda tu vida en una cierta frecuencia de radio cuando repentinamente alguien o algo viene y cambia el dial. Ese movimiento te cambia a otra longitud de onda superior. La frecuencia original donde una vez exististe esta todavía allí. No cambió. Todo es aún lo mismo que era antes. Sólo túcambiaste, solo tú aceleraste para permitir la entrada hacia la próxima frecuencia de radio en el dial.
Como sucede con todos los radios y las estaciones de radio, pueden presentarse distorsiones de las señales de transmisión debido a patrones de interferencia. Estos pueden permitir o forzar a las frecuencias a coexistir o a mezclarse por períodos de tiempo.
Normalmente, la mayoría de los cambios en el dial son rápidos y eficientes pero, ocasionalmente, uno puede encontrar interferencia quizá de una emoción fuerte, de un sentido del deber o de una necesidad de cumplir con un voto o mantener una promesa. Esta interferencia puede permitir la coexistencia de frecuencias por unos pocos segundos, días o aún años (quizá eso explica los fantasmas o aparecidos); pero más tarde o más temprano, eventualmente, cada frecuencia dada de vibración, perseguirá o será empujada hacia donde pertenece.
Tú encajas en tu punto particular del dial debido a tu velocidad de vibración. No puedes coexistir para siempre en donde no perteneces. ¿Quién puede decir cuántos puntos hay en el dial o cuántas frecuencias hay para habitar? Nadie lo sabe. Al morir cambias frecuencias. Cambias sobre otra longitud de onda en la vida. Todavía eres un punto en el dial pero te mueves un grado hacia arriba o hacia abajo.
Tú no mueres cuando mueres. Tú cambias tu conciencia y tu velocidad de vibración.
Eso es todo lo que la muerte es…un cambio.
Extracto de dos de los libros de P.M.H. Atwater:
– “Más Allá de la Luz: Los Misterios y Revelaciones de las Experiencias Cercanas a la Muerte” (Libros Avon, New York City, 1994) y “Vivimos para Siempre: La Verdad Real Acerca de la Muerte A.R.E. Press, Virginia Beach, VA, 2004). Está basado en comentarios realizados –en primera persona- por más de 3.000 adultos que han experimentado estados cercanos a la muerte.
Para conocer más acerca de la investigación de P.M.H. Atwater, L.H.D. sobre cercanía a la muerte, acceda a www.cinemind.com/atwater
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viernes, 28 de octubre de 2016

EL MISTERIO DE LOS GEMELOS


 ESTADOS DE CONCIENCIA Y 

MODOS DE CONOCER
Cada estado de conciencia se proyecta en un particular modo de conocer. Podemos distinguir en principio tres, cada uno con sus potencialidades y sus límites, más un cuarto que es resultado de una síntesis, del que hablaremos más adelante. Estos modos de conocer se expresan, igualmente, en tres formas de estar en el mundo:
1º. Modo visceral: tiene carácter instintivo-reactivo. Su finalidad principal es garantizar la sobrevivencia.
2º. Modo emocional: de carácter irracional, gira en torno a la dicotomía placer-displacer; es decir, en torno al “me gusta” o “no me gusta”.
3º. Modo intelectual: de carácter racional (analiza, compara, busca patrones, induce, deduce..). Profundiza pero a la  vez disgrega, por lo que no podrá jamás proporcionar una visión de conjunto.
Esos tres modos de conocer, ¿se vincularán fisiológicamente a nuestros tres cerebros? Veamos cuáles son:
– El “Cerebro” o Sistema Nervioso Entérico (SNE). Se trata del sistema digestivo. Se han encontrado aquí suficientes células nerviosas y conexiones como para afirmar que se trata de un tercer cerebro, integrado por más de 100 millones de neuronas distribuidas a lo largo del intestino (más que toda la médula espinal). Estas neuronas están conectadas con el cerebro encefálico e influyen en nuestro estado emocional. Es como si tuviésemos una especie de radar que se constituye en un sexto sentido que nos guía en situaciones complejas de peligro o de extrema emoción. En el SNE se produce el 95% de la serotonina total del cuerpo, un neurotransmisor que tiene entre sus principales funciones las de regular el apetito,  equilibrar el deseo sexual, controlar la temperatura corporal, la actividad motora y las funciones perceptivas y cognitivas.
 – El Cerebro Cardíaco. Se ha descubierto que el corazón contiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado con más de 40.000 neuronas, junto a una compleja y tupida red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Con esos circuitos tan elaborados, parece ser que el corazón es capaz de tomar decisiones y pasar a la acción independientemente del cerebro, puede percibir, aprender y recordar.

Del corazón parten cuatro tipos de conexiones que van hacia el cerebro de la cabeza:
1ª. La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.
2ª. La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF (llamada también Factor natriurético atrial o atriopeptina), la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.
3ª. La comunicación biofísica mediante ondas de presión. A través del ritmo cardiaco y sus variaciones, el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.
4ª. La comunicación energética. El campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, unas 5.000 veces más intenso que el del cerebro de la cabeza, extendiéndose alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros. Se ha observado que cambia en función del estado emocional, de forma que, por ejemplo, cuando tenemos miedo, frustración, estrés, ira o desconfianza, se vuelve caótico y, por el contrario, se ordena con las emociones positivas, elevadas y generosas.
Los mismo pasa con el ritmo cardiaco, al punto que las ondas cerebrales se sincronizan con sus variaciones; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. En conclusión, el llamado “amor del corazón” no es solo una emoción sino un estado de conciencia inteligente.
El cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros neuronales novedosos, centros superiores de percepción, que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Su conocimiento es directo, inmediato, instantáneo, y por ello tiene una percepción exacta de la realidad.
Este circuito se activa ejercitando las llamadas “cualidades del corazón”: la apertura hacia los demás, la capacidad de escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje… Es decir, con la práctica de los pensamientos y emociones positivas. Esto significa, en esencia, liberarse del espíritu de separación y de sus tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio.
Del corazón parten cuatro tipos de conexiones que van hacia el cerebro de la cabeza:
1ª. La comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias.
2ª. La información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF (llamada también Factor natriurético atrial o atriopeptina), la que asegura el equilibrio general del cuerpo: la homeostasis. Uno de sus efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés y producir y liberar oxitocina, la que se conoce como hormona del amor.
3ª. La comunicación biofísica mediante ondas de presión. A través del ritmo cardiaco y sus variaciones, el corazón envía mensajes al cerebro y al resto del cuerpo.
4ª. La comunicación energética. El campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, unas 5.000 veces más intenso que el del cerebro de la cabeza, extendiéndose alrededor del cuerpo entre dos y cuatro metros. Se ha observado que cambia en función del estado emocional, de forma que, por ejemplo, cuando tenemos miedo, frustración, estrés, ira o desconfianza, se vuelve caótico y, por el contrario, se ordena con las emociones positivas, elevadas y generosas.
Los mismo pasa con el ritmo cardiaco, al punto que las ondas cerebrales se sincronizan con sus variaciones; es decir, que el corazón arrastra a la cabeza. En conclusión, el llamado “amor del corazón” no es solo una emoción sino un estado de conciencia inteligente.
El cerebro del corazón activa en el cerebro de la cabeza centros neuronales novedosos, centros superiores de percepción, que interpretan la realidad sin apoyarse en experiencias pasadas. Su conocimiento es directo, inmediato, instantáneo, y por ello tiene una percepción exacta de la realidad.
Este circuito se activa ejercitando las llamadas “cualidades del corazón”: la apertura hacia los demás, la capacidad de escuchar, la paciencia, la cooperación, la aceptación de las diferencias, el coraje… Es decir, con la práctica de los pensamientos y emociones positivas. Esto significa, en esencia, liberarse del espíritu de separación y de sus tres mecanismos primarios: el miedo, el deseo y el ansia de dominio.

La forma de liberarnos de estos mecanismos es tomando la posición de testigos  (observadores), observando nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, y escogiendo las emociones que nos hacen sentir más plenos.
– El Cerebro de la Cabeza o Cerebro Encefálico. Contiene 100.000 millones de neuronas conectadas en forma de una inmensa e intrincada red de sinapsis o conexiones nerviosas, formando redes hebbianas o neuronales. Los bancos de memoria son redes neuronales especializadas, y son ellas quienes sustentan nuestros hábitos y conductas.
Si nos atenemos a la Teoría Sintérgica de neurofisiólogo mexicano Jacobo Grinberg, nuestro cerebro interactuaría con ese campo informacional al que buena parte de los científicos llama campo cuántico, otros como David Bohm orden implicado y que él denomina Lattice. A partir de esta interacción, como resultado final del procesamiento cerebral y a través de lo que él llama “campo neuronal”, aparecería la realidad perceptual que percibimos tal y como la conocemos, es decir, los objetos, formas, colores, olores y texturas.
 UN CUARTO MODO DE CONOCER
Entonces, ¿cuál sería ese cuarto modo de conocer que puede ir más allá del pensamiento discursivo, de los juicios, de las opiniones, de los análisis, de las inducciones y las deducciones, del “me gusta” o “no me gusta”? Ya lo hemos visto: es LA INTUICIÓN. Este no es un modo de conocer ni irracional ni racional, va más allá, tiene carácter irracional.
                                 Maurice Barbanell                                    Silver Birch

Como muchos sabrán, Silver Birch es el nombre de un instructor espiritual que se manifestaba bajo la personalidad de un piel roja, responsable invisible de un compendio de maravillosas enseñanzas transmitidas a través de las facultades de intermediación del médium británico Maurice Barbanell. Pues bien, en cierta ocasión se le hizo a dicha entidad la siguiente pregunta: “¿Podrías explicar qué es la intuición?”. Su contestación fue:
“Sí, puedo explicarlo en una frase:  LA SUGESTIÓN DEL ESPÍRITU. La intuición es la manera por la que el espíritu se hace consciente de sí mismo; ataja el proceso normal del razonamiento terrenal. La intuición logra a la velocidad de la luz, lo que normalmente conseguirías después de mucha deliberación. La intuición es ese proceso de sintonismo durante el cual recibís esa sugestión que alcanzaríais después de mucho tiempo y pensamiento sobre el mismo tema”.  (De: Antología de Silver Birch)
Estudios realizados por un equipo de científicos dirigidos por el profesor Marius Usher en la Universidad de Tel Aviv, han demostrado que la intuición es infinitamente más fiable que la razón, confirmando que en un 90% de los casos acierta.
Nuestro entendimiento y nuestro sentir nos llevan a manifestar que ha llegado la hora de activar con énfasis y generalizar esta forma de percibir y conocer la realidad, un modo que trasciende el intelecto, lo discursivo, lo argumentativo y lo cartesiano, en la medida en que todo eso apenas acota, bordea, delinea, pero no entra – porque no puede – en el corazón de la “cosa en sí”.
Termina el tiempo de, simplemente, describir, discursear, opinar y separar, llega tiempo para cultivar las buenas impresiones, unir y vivir. Quien no lo haga así estará prácticamente “muerto” y “ahogará” lo que representa, incluso al Espiritismo, si habla en su nombre.
Lo característico de la intuición como modo de conocer, es que cada vez que se activa promueve una ósmosis de significados. Jamás habrá verdadera comprensión sin ese trasvase, que es lo único que proporcionará SENTIDO. Es mediante la intuición que es posible superar la dualidad o separatividad, raíz de todo conflicto.
¿Pero cuál es el mecanismo que permitirá el afloramiento de este cuarto modo de conocer y qué estado de conciencia representa? Las más modernas investigaciones en neurofisiología, dan a entender que en el plano orgánico es la sincronización hemisférica cerebral el basamento de la manifestación de este modo de conocer, que a su vez es producto del desarrollo armonioso y coherente de valores y facultades interiores complementarios: información más cualidad; forma más estado; estructura más energía; en definitiva, INTUICIÓN.
Para que esto llegue a producirse, se necesita algo que el propio Kardec describió en el ítem 19 de El Libro de los Espíritus, en que nos señala dónde reside la deficiencia que a día de hoy, según nuestro actual estado evolutivo, sigue siendo preciso llenar para dar el salto: el progreso moral: “Sólo el progreso moral puede asegurar la felicidad de los hombres sobre la Tierra – asevera – … él es el encargado de tirar abajo las barreras que separan a los pueblos, el que hará desaparecer los prejuicios de castas y acallará los antagonismos sectarios, enseñando a los hombres a considerarse hermanos destinados a ayudarse y no a vivir parasitariamente los unos de los otros”.
Oscar M. García Rodríguez
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"El más importante y principal negocio público es la buena educación de la juventud".
-Platón- 
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¿ES POSIBLE UN PLANETA DIFERENTE? 


A no ser que la opinión pública mundial comenzara a reclamar nuevas concepciones de desarrollo económico que respete la naturaleza, el equilibrio medioambiental y una redistribución de la riqueza más justa y equitativa; las expectativas respecto al futuro del planeta son verdaderamente sombrías. En el corto plazo de unas pocas décadas; este ser vivo, esta casa que es de todos, puede alcanzar un punto de no retorno a la vida y la naturaleza conocida desde hace millones de años.
Transmutar los aspectos negativos por solidaridad, ética, conciencia y responsabilidad social; añadiendo libertad de pensamiento y revolución individual en las personas y bajo los aspectos del altruismo, respeto, compromiso y principios morales; son sin duda las necesidades urgentes de la sociedad y el individuo para cambiar la mentalidad de un planeta enfermo de egoísmo y avaricia.
Sin un cambio de conciencia individual, se hace francamente difícil un profundo cambio social; no obstante, la historia nos demuestra cómo el empeño y la obstinación de los pueblos en modificar su destino alcanza a veces éxito. Muchos movimientos han surgido en las últimas décadas que abogan por la exigencia de un cambio de rumbo en lo social, en lo económico, en lo ambiental.
“Cuando nos comprendemos, comprendemos nuestra conciencia, también comprendemos el universo y la separación desaparece”
Amit Goswami – Físico
No obstante, además de los movimientos sociales, la ciencia y la espiritualidad vienen en auxilio del hombre para ofrecernos las salidas adecuadas que nos permitan la opción de poder elegir aquello que queremos para nuestros hijos.
En el capítulo de la ciencia los nuevos descubrimientos de la física cuántica vienen a confirmar que, la realidad de la relación entre todo lo que existe nos abre un abanico de posibilidades respecto a la influencia de las acciones individuales sobre las colectivas.
Según los últimos descubrimientos, existe un campo de energía que conecta toda la creación. Y este campo tiene un papel de contenedor, un puente y un espejo de las creencias que tenemos en nuestro interior. Según esta realidad, cada parte está conectada con las demás, y a su vez refleja la totalidad en escala menor. La manera en que actuamos y nos comunicamos con este campo de energía universal que todo lo impregna y a todo alcanza es a través de nuestra mente y nuestras emociones.
Vendría a ser como una gran mente universal o fluido cósmico que se encuentra presente en todo y del que todos formamos parte. Retomando la sabiduría de la antiguedad, comprobamos que esta concepción de la física cuántica se parece mucho al primer principio de las leyes del Kybalión de Hermes Trimegisto (5000 a.C.): “TODO ES MENTE, EL UNIVERSO ES MENTAL”. (*)
Y más cercano en el tiempo, y quizás más exacto en su paralelismo, es similar a la concepción kardeciana del FLUIDO CÓSMICO UNIVERSAL que animado por la Mente Divina (Inteligencia suprema y Causa Primera), la filosofía espirita explicó de manera detallada como la base de la creación en todo el universo, a través de la cual se manifiesta la materia y los diversos tipos de energía.
“Nada hay vacío en el espacio universal, todo se halla ocupado por una materia (energía) que se sustrae a tus sentidos y a tus instrumentos”
 Allan Kardec – Item 36 Libro de los Espíritus
Incluso el “Principio Vital” que anima los seres orgánicos posibilitando la vida, es una energía que proviene del F.C.U. mencionado arriba, tal y como le respondieron los espíritus a Kardec en la pregunta 65 del Libro de los Espíritus.
Según las últimas investigaciones realizadas en Física Cuántica en la última década, este campo de energía no sólo existe, sino que conecta toda la creación. De forma que cualquier parte de él está conectada con las demás. La concepción errónea de la separación entre las cosas y los seres vivos queda definitivamente enterrada por los biólogos cuánticos que comprobaron en 1997 que el ADN es capaz de modificar, y alterar la constitución de la materia, hasta sus más pequeñas partículas como el fotón.
Algo que parece ciencia ficción y que desde hace una década está siendo comprobado por la ciencia. La gran pregunta es si todo lo que hacemos, sentimos y pensamos tiene sus efectos sobre el universo del cual formamos parte, ¿qué impide entonces que las intenciones, emociones y pensamientos puedan modificar el universo que nos rodea, incluso la propia sociedad? NADA, absolutamente, nada.
¿Sería entonces posible alcanzar ese mundo ideal, ese cambio de conciencia social, esa sociedad más solidaria, responsable y libre que instaure un nuevo orden social en el planeta que lo proteja, lo respete y cuide a su vez en armonía y equilibrio a los seres que lo habiten?
¿Sería posible que el cambio individual, personal y consciente de los individuos de una sociedad llegaran a cambiar la forma y manera en cómo esta se gobierna?
El nuevo paradigma científico de la última década se basa en “la ciencia de la conciencia” y demuestra que la conciencia, mente, espíritu o como queramos llamarla, es realmente la base de construcción de la realidad que nos circunda, y no la materia como se creía desde Newton. Es la conciencia la que crea la realidad y a partir de ella incluso se organiza la materia desde sus partes más ínfimas hasta las galaxias, estrellas y planetas.
Extrapolando al conocimiento espiritual estos descubrimientos, comprendemos con mucha facilidad que ciencia y espiritualidad son caminos paralelos en la búsqueda de la verdad. Ambos perfectamente compatibles, a pesar de que desde Descartes (S. XVI) se separó la fe de la ciencia por considerar esta última como antagónicos, sus métodos y principios basados en la experiencia y la observación con los dogmas religiosos de la época.
La tendencia ha cambiado; el foco se vuelve a encontrar en aquellas concepciones de la sabiduría espiritual que han acompañado al hombre desde el principio de los tiempos y a las que, ahora sí, un nutrido grupo de avanzados hombres de ciencia está dedicándole el respeto que merecen y la observancia necesaria. Esto permite compaginar esos dos caminos paralelos en la búsqueda de la verdad; y, olvidando las posturas excluyentes de ambos lados, vienen a auxiliar al hombre en sus necesidades de progreso y evolución.
La Mente que organiza e impregna todo lo que existe es el Dios de la antiguedad; el que como causa primera origina el universo conocido y desconocido; su principio consciente e inteligente es el que permite la vida y la interacción de esta con la materia. Nosotros, como seres creados a su imagen y semejanza en su naturaleza esencial que es consciencia, mente o espíritu, somos no sólo eternos, sino también cooperadores necesarios en el desarrollo y creación de la realidad.
Nuestro espíritu no tiene límites, pues su propia esencia es conciencia, que impregna no sólo nuestro espacio físico sino toda una serie de campos de energía en el que todo está conectado. Cuando comprendemos todo esto nos damos cuenta de que cualquier cambio es posible. Solamente se trata de entenderlo y ser capaces de llevarlo a la vida diaria.
Nuestros principios, creencias y emociones tienen una influencia principal en el cambio que pretendemos operar; en función de cual sea su naturaleza, así conseguiremos inclinar la balanza hacia uno u otro lado. Y en el caso que nos ocupa, una actitud positiva y responsable de mejora del planeta y de la sociedad, se verá reflejada de inmediato a medida que la vayamos incorporando en nuestros hábitos de vida.
La fuerza de esta energía poderosa en la mente de muchos individuos y en su interacción con el medio que les rodea, logrará transformar no sólo la atmósfera psíquica del planeta tierra, sino igualmente las ideas y prioridades de los hombres respecto a su cuidado y conservación. Nuestra conciencia y nuestra mente son fuerzas inigualables capaces de transformar aquello que parece imposible.
Añadiendo a esto la selección espiritual que, como cambio de ciclo se avecina al planeta; comprenderemos las posibilidades reales de construir un mundo sin maldad, un mundo sin egoísmos ni bajezas morales, pues los individuos que lo formen únicamente albergarán en sus conciencias el deseo del bien, de perfeccionamiento y de progreso científico y sobre todo moral.
Si comprendemos que el planeta no es de nuestra propiedad, sino de los más de 100.000 MM de personas que han pasado por él desde que existe el hombre sobre la tierra, sabremos entender las necesidades del cambio personal; del nuevo paradigma basado en las más sencillas bases del respeto, la fraternidad y la solidaridad, a fin de legarlo a la posteridad en mejores condiciones de lo que lo recibimos. Muchos de los que lo habiten en el futuro serán los mismos que lo disfrutan o lo disfrutaron en el pasado, la reencarnación se encargará de ello.
Así pues, sí es posible un planeta diferente si comenzamos a construirlo en nuestro interior, mediante los hábitos necesarios que nos ayuden a respetar no sólo la naturaleza que nos rodea sino principalmente nuestros pensamientos, emociones y acciones.
Esta actitud nos permitirá conectar íntimamente con esa matriz interior, ese Dios interno que todos llevamos dentro y que nos permite edificar no sólo nuestra conciencia de la realidad, sino la realidad misma que nos afecta externamente, condicionando nuestra salud, mental y fisiológica, nuestra vida y la relación con nuestros semejantes.
¿ES POSIBLE UN PLANETA DIFERENTE? 2  por:   Antonio Lledó Flor
©2015, Amor, paz y caridad
(*) “Toda la materia se origina y existe en virtud de una fuerza…Debemos asumir, tras esa fuerza, la existencia de una Mente consciente e inteligente. Esta Mente es la Matriz de toda la materia
Max Planck 1944 – Nobel de Física
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¿Por qué en algunos países está tan difundido el espiritismo y en otros no? 
Actualmente está especialmente difundido en Brasil ya que allí no se tuvieron las dificultades que acontecieron en Europa, que entre conflictos y prohibiciones políticas desterró prácticamente al Espiritismo. En Brasil además la circunstancia de las necesidades sociales, de las carencias materiales ha llevado a los espíritas brasileños a llevar a cabo importantes actividades sociales y caritativas que han mostrado que el espiritismo es cuando menos algo positivo, permitiendo a los ciudadanos conocer el verdadero sentido del espiritismo, y actualmente hay asociaciones de médicos espíritas, de abogados espíritas, hospitales del gobierno donde se trabaja en conjunto con los espiritistas y un largo etc, contándose por miles el número de centros espíritas en este país. Mucho podríamos hablar de la dimensión del Espiritismo allí pero quedémonos en Europa y especialmente en España. España fue durante un tiempo un país puntero dentro del Espiritismo, tuvieron lugar dos congresos internacionales de Espiritismo en el 1888 y el 1934. Era una época en la que el espiritismo había calado en todas las clases sociales, llegando hasta la política, incluso en 1873 se sometió a la aprobación de las Cortes Constituyentes una enmienda al proyecto de ley sobre reforma de la 2ª Enseñanza y Facultades de Filosofía y Letras para implantar la enseñanza del ?espiritismo?. Pero la guerra civil y el posterior régimen político ahogó todas las posibilidades de sobrevivencia en aquella época y hasta los años 80 no pudo volver a legalizarse la desaparecida, con el inicio de la guerra civil, Federación Espírita Española.
- Juan Carlos Mariani-
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                      " MIS PALABRAS NO PASARÁN "
24. “Entonces se aproximaron sus discípulos y le dijeron:
‘¿Sabes que los fariseos, al oír lo que acabaste de decir, se escandalizaron?’
Él respondió: ‘Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada. Dejadlos; son ciegos que guían a ciegos.Y si un ciego guía a otro ciego, caerán ambos en el hoyo’.” (San Mateo, 15:12 a 14.)
25. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”(San Mateo, 24: 35.)
26. Las palabras de Jesús no pasarán, porque tendrán vigencia en todas las épocas. Su código moral será eterno, porque consagra las características del bien que conduce al hombre a su destino eterno. No obstante, ¿habrán sus palabras llegado hasta nosotros
perfectamente puras y exentas de falsas interpretaciones? ¿Habrán captado su espíritu la totalidad de las sectas cristianas? ¿Habrá alguna de ellas desvirtuado su verdadero sentido a consecuencia de los prejuicios, o de la ignorancia de las leyes de la naturaleza? ¿Se
habrá alguna convertido en un instrumento de dominación para servir a sus ambiciones y a sus intereses materiales, de modo de usarlos como trampolín para elevarse en la Tierra, y no para subir en dirección al Cielo? ¿Habrán adoptado, todas ellas, como regla de conducta, la práctica de las virtudes que Jesús presentó como condición expresa para la salvación? ¿Estarán todas exentas de las reprensiones que Él dirigió a los fariseos de su tiempo? Por último, ¿serán todas, tanto en la teoría como en la práctica, la expresión pura de su doctrina?
Por ser única, la verdad no puede estar contenida en manifestaciones contradictorias, y no existe razón para que Jesús haya querido dar un doble sentido a sus palabras.* Si, pues, las diferentes sectas se contradicen; si las hay que consideran verdadero lo que otras condenan como herejías, es imposible que todas estén con la verdad. Si todas hubiesen aprendido el verdadero sentido de la enseñanza evangélica, todas se habrían encontrado en el mismo
terreno y no existirían las sectas.
Lo que no pasará es el verdadero sentido de las palabras de Jesús; lo que pasará es aquello que los hombres construyeron sobre el sentido falso que dieron a esas mismas palabras.
Puesto que la misión de Jesús era transmitir a los hombres el pensamiento de Dios, solamente su doctrina en toda su pureza puede expresar ese pensamiento. A eso se debe que Él dijera: Toda planta que no ha sido plantada por mi Padre celestial será arrancada.
EL GÉNESIS
ALLAN KARDEC
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EL MISTERIO DE LOS GEMELOS

Un programa televisado de Nils Tavernier de 2009, transmitido por France 3 en enero de 2013, llama nuestra atención una vez más sobre el misterio de la gemelaridad, llevándonos a una reflexión universal sobre la alteridad y la hermandad que nos concierne a todos. Este magnífico documental cuyo hilo conductor es la historia personal de una pareja que espera gemelos, explora los vínculos que unen a estos últimos y nos introduce en el centro del debate entre lo innato y la experiencia. A través de los testimonios de gemelos de todas las edades y de todos los lugares, de imágenes de síntesis sobre la vida intrauterina y de datos científicos sobre la genética, exploramos esta particularidad de la vida.
Los gemelos son fascinantes. ¿Esconden un misterio? ¿Son seres aparte, fenómenos de la naturaleza? ¿Tienen una existencia o un destino particular? Tantas preguntas que parecen seguir siendo un misterio: el de la vida.
¿Qué más sabemos nosotros, los espíritas, que nos comunicamos con los Espíritus? ¿Qué respuestas nos han sido aportadas por el más allá sobre esta singularidad de la naturaleza? A tal efecto, les proponemos algunos elementos de reflexión.
Según la filosofía espírita, la reencarnación o palingenesia es una ley natural que permite a cada espíritu, desde su creación, encarnar en un cuerpo físico, para aprender, progresar y por tanto evolucionar de vida en vida. Esta necesidad evolutiva es pues plural y conoce circunstancias vitales muy variables. Los espíritus encarnados que se encuentran en una vida, pueden crear vínculos. Fuertes sentimientos pueden impulsar entonces a dos seres a desear volver a encarnar juntos, al mismo tiempo. La telepatía entre los gemelos es una realidad natural muy desarrollada que tiene gran importancia, y que puede explicar las percepciones que un gemelo puede tener con respecto al otro y viceversa. Esa telepatía sentimental, inconsciente, interviene igualmente en las comprobadas elecciones y actitudes semejantes. Este aparente parecido es reforzado por el hecho de que estos dos espíritus, unidos por un sentimiento muy fuerte, a menudo se encuentran en el más allá durante el sueño, cuando su cuerpo está en reposo. Sin embargo, la gemelaridad no es un objetivo; resulta a menudo del temor experimentado por estos mismos espíritus a ser separados.
Esta no es más que una circunstancia que puede ser decidida, o no, antes de la encarnación. Se mezcla con otras elecciones que otros espíritus hacen antes de su regreso. Igualmente, estos gemelos tendrán que aprender a vivir otras experiencias vitales pero separadamente.

Comprendemos entonces que, durante  el retorno consciente a la vida física, es el impulso  amoroso, incluso pasional, lo que motiva la encarnación simultánea de varios espíritus, que ante todo desean perpetuar en la carne ese amor espiritual. Sin embargo, es necesario insistir en el hecho de que, cualquiera que sea la circunstancia vital, el espíritu es un ser “único”, que no puede confundirse con otro espíritu, aunque tenga un cuerpo físico idéntico o de carácter muy semejantes. Tenemos nuestra propia individualidad forjada en nuestras sucesivas encarnaciones, pero es siempre el mismo impulso amoroso lo que nos estimula a cruzar nuestros caminos de vida.

LE JOURNAL SPIRITE N° 89 JUILLET 2012

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